Al menos diez personas han muerto en Kurdistán norte desde última hora del martes como consecuencia de una operación militar en la ciudad de Silvan, de 90.000 habitantes, bajo toque de queda. Las autoridades locales afirmaron que murieron cinco militares y un civil, pero fuentes kurdas indicaron que las víctimas civiles pueden ser muchas más, ya que el Ejército y fuerzas especiales de la Policía están interviniendo con helicópteros, tanques y artillería en una ciudad rodeada, y atacando zonas residenciales y lugares de trabajo.

El partido prokurdo HDP denunció que se trata de la mayor operación llevada a cabo en la zona, y cuyas milicias locales resisten hace dos meses el asedio turco. Silvan es una de las localidades kurdas donde las autoridades locales proclamaron la autonomía democrática, poniendo en marcha un autogobierno cuando Ankara desató su ofensiva en Kurdistán.

El HDP llamó a una acción urgente de solidaridad con Silvan, y subrayó que la ofensiva se dirige «contra el pueblo que defiende sus derechos». El líder del HDP, Selahattin Demirtas, aseguró que la resistencia lucha «para determinar el estatus del pueblo kurdo».