Joseba VIVANCO
Athletic

Molenbeek fue un día rojiblanco

Los bilbainos dirigidos por Koldo Agirre apuntalaron su pase a la final de la UEFA de 1977 en el distrito hoy tachado de yihadista.

El distrito bruselense de Molenbeek es noticia desde hace días por haber sido señalado sin tapujos como una de los nidos del extremismo islámico en el continente europeo. «Una base aérea para yihadistas», lo ha llegado a calificar un parlamentario belga de centro-derecha. Un enclave, sin embargo, de grato recuerdo para el Athletic, porque allí mismo, en el estadio Edmond Machtens, los leones pusieron pie y medio en la histórica final de la UEFA de 1977. Fue un 6 de abril de ese año ante el Racing White... Molenbeek.

Los belgas eran unos desconocidos para el club y la afición rojiblanca que se plantaba en semifinales de la UEFA tras dejar en la cuenta al Barcelona. ‘‘El Bilbao no se fía de las apariencias’’, titulaba en la previa ‘‘El Mundo Deportivo’’, y eso que un ‘espía’ local enviado a San Mamés a ver el Athletic-Valencia apuntaba que los bilbainos «son actualmente un equipo terrible en el entido más estricto de la palabra... Y el público es algo nunca visto. Apoyan a su equipo con una pasión difícil de comprender», refiriéndose a La Catedral.

La expedición comandada por el técnico Koldo Agirre aterrizó en Bruselas con una temperatura en la capital belga de entre 0 y 4º, pero con el arrope de nada menos que entre 4.000-5.000 seguidores desplazados desde Bilbo, además de otra cifra similar de emigrantes españoles que acudiría al día siguiente al campo, con capacidad para 32.000 espectadores y que solo completó la mitad de su aforo. Con las importantísimas bajas de Villar, Irureta y Alexanco, y la duda de Madariaga o Goikoetxea como líbero, el once rojiblanco fue el formado por Iribar, Lasa, Gisasola, Goikoetxea, Escalza, Oñaederra, Rojo II, Churruca, Garay, Amorrrotu y Rojo I; también jugarían Carlos y Dani, los dos cambios reglamentarios.

El choque comenzó bien paralos nuestros, con gol de cabeza de Iñaki Churruca en el minuto 26 a falta sacada por Lasa, en una primera parte ampliamente dominada por los bilbainos, merced a su juego vertiginoso y por las alas. Un tanto que los belgas iban a igualar justo a falta de un minuto para el pitido final, tras un infantil error de Goikoetxea; entre medias, una segunda parte con mayor presión local y en la que Iribar llegó a detener un injusto penalti que le pitaron a él mismo –un árbitro suizo muy casero–, siendo tanto él como el portero De Bree los artífices de que el marcador no fuera más bollante. Los leones se traían un buen resultado para la vuelta, pero lamentándose porque habían tenido el triunfo en sus manos. Un soberbio Churruca, la velocidad de Amorrortu y la proyección de Txetxu Rojo fueron insuficientes para más. Los belgas satisfechos porque lo veían todo perdido, los vascos con una sensación agridulce de no haber rematado la faena en un estadio que durante muchos momentos pareció San Mamés.

Valió el 1-1 de la ida

Y era en La Catedral donde se iba a dirimir la eliminatoria. Un estadio que para ese partido de vuelta estrenó el vallado de sus gradas. El 1-1 de la ida fue suficiente renta porque en Bilbo ninguno de los equipos fue capaz de perforar la portería rival. Ambos conjuntos jugaron a no dejar jugar al otro, hubo ocasiones para los dos, en el bando local propiciadas por el desafortunado partido firmado por Lasa y Goikoetxea.

Por fortuna para los intereses rojiblancos, la incertidumbre por el marcador entre el público acabó antes de lo previsto, porque el colegiado pitó el final con medio minuto de antelación. La Juventus esperaba en la final; el Racing White –que venía de ganar la liga belga– acabaría desapareciendo en 2002. Molenbeek, por un día, fue rojiblanco.

 

Duelo de dos de los equipos más rematadores de esta Europa League

Al Athletic le vale con no perder el jueves para meterse en la siguiente fase de la Europa League. Pero los rojiblancos quieren ser primeros de grupo y ante el Ausburg se espera un encuentro nada sencillo y sí muy exigente. Se ven las caras el tercer, los vizcainos, y cuarto, los bávaros, equipos que más remates entre los tres palos han prodigado hasta esta jornada europea, tras Borussia Dortmund y Napoli. El paraguayo Eduardo Bobadilla, autor de tres goles al AZ Alkmaar, está siendo su principal baza ofensiva en Europa. Suma cuatro dianas, las mismas que Aduriz. Curiosamente, los de Ernesto Valverde vienen de firmar una derrota sin marcar –cosa que no pasaba desde el 0-0 en Anoeta en setiembre– mientras que los alemanes han goleado este fin de semana 0-4 a un Stuttgard en horas bajas. Aún así, el Ausburg sigue penúltimo en la Bundesliga. Dos conjuntos que han promediado un 53-54% de posesión en estos partidos europeos, lo que augura una disputa por hacerse con la pelota.

Los números del Athletic en nueve partidos ante equipos alemanes se resumen en tres victorias, dos empates y cuatro derrotas; de ellos. una victoria y tres derrotas en Alemania, llegando el triunfo en su última visita al país teutón, en concreto ante el Schalke del recién retirado Raúl González, el año en que los bilbainos llegaron a la final de Bucarest. Los leones entrenarán hoy y mañana cara a un compromiso que puede certificar su pase. J.V.