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La alianza de izquierdas toma las riendas del Gobierno de Portugal

Tras retrasar la decisión –hacia la que no oculta su desagrado– el presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, nombró ayer primer ministro al líder del Partido Socialista, Antonio Costa, que gobernará Portugal con el apoyo del Partido Comunista, Bloque de Izquierda y Los Verdes. Cavaco hizo firmar varios compromisos sobre las reglas de la UE y la pertenencia a la OTAN a Costa, que, a la vez, deberá cumplir el pacto para pasar la página de la austeridad.

Por primera vez desde hace 40 años, Portugal tendrá un gobierno liderado por el Partido Socialista y apoyado por el Partido Comunista, el Bloque de Izquierda y Los Verdes, que han formado una alianza con el propósito de pasar la página de la austeridad.

El presidente portugués, el conservador Anibal Cavaco Silva, que se mostraba reticente a designar al líder del PS, Antonio Costa, como primer ministro, finalmente ha accedido a hacerlo, frente a la alternativa de mantener al Ejecutivo de Pedro Passos Coelho en funciones hasta la convocatoria de nuevos comicios. Cavaco reconoció que esto «no habría servido al interés nacional». Pero antes se ha asegurado de obtener por escrito garantías de Costa sobre las líneas rojas que no debe traspasar. Concretamente, Cavaco Silva le reclamó asegurar que su Ejecutivo cumpliría con las reglas de la UE y respetaría los compromisos derivados de la pertenencia de Portugal a la OTAN, y le pidió certificar que contará con el apoyo necesario para aprobar los Presupuestos de Estado, especialmente los de 2016.

El PS ha asegurado que no cuestionará la pertenencia al euro ni renegociará la deuda, pero en el pacto ha incluido el aumento del salario mínimo, la descongelación de las pensiones, la supresión de los recortes en los salarios de los funcionarios, entre otras medidas.

El PS consuma así su ruptura con el Partido Socialdemócrata (derecha), después de 40 años de alternancia en el poder y de entente tácita sobre los grandes temas de economía y política internacional. Passos Coelho se prepara ahora para una oposición sin concesiones.

A su izquierda, el PS debe recomponer las relaciones y superar divergencias que se remontan a la Revolución de 1974. Y, a la vez, en un intento de tranquilizar a Bruselas, Costa ha insistido en que su gobierno tendrá como base la reducción prolongada de los déficits y la deuda. «Estamos en condiciones de presentar al presidente un elenco gubernativo completo y estamos en condiciones también de presentar el programa de gobierno en el Parlamento ya con las alteraciones derivadas de los acuerdos», afirmó el presidente del PS, Carlos César.

El dirigente socialista informó de que confía en que el Gobierno pueda tomar posesión «esta misma semana».

«Aunque no sea la transformación que el país precisa, representa un pasar de página contra el empobrecimiento», manifestó la portavoz del Bloque, Catarina Martins. El Partido Comunista criticó al presidente portugués, por considerar que intentó maniobrar para mantener a los conservadores en el poder hasta el último momento.