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OFENSIVA YIHADISTA MUNDIAL

Al menos tres muertos en un ataque a una base de la ONU en Mali

Mientras el Estado francés intenta formar una gran coalición contra el Estado Islámico y pide ayuda para liberar sus recursos militares desplegados en el Sahel, el yihadismo sigue golpeando esta región. Un ataque del grupo Ansar Dine, aliado de Al Qaeda, mató ayer a tres miembros de la misión de la ONU en Kidal, al norte de Mali.

Dos cascos azules guineanos y un civil que trabajaban para Naciones Unidas murieron ayer en el ataque yihadista con cohetes contra una misión de la ONU en Kidal, al norte de Mali, una semana después del que provocó 20 muertos en el hotel Radisson Blu, de Bamako. La misión de la ONU en Mali (Minusma) confirmó las muertes y precisó que otras veinte personas resultaron heridas, de ellas cuatro de gravedad.

El ataque fue reivindicado por Ansar Dine, el grupo yihadista liderado por el tuareg Iyad Ag Ghaly, como «respuesta a la violación de nuestras tierras por los enemigos del Islam», a través de su portavoz Hamadou Ag Khallini. Aliado a otros movimientos yihadistas, como Al Qaeda o Mujao, Ansar Dine aprovechó la rebelión independentista tuareg de 2012 para ocupar el territorio de Azawad e implantar la sharia, que quiere extender a todo Mali.

Iyad Ag Ghaly mostró su rechazo a los acuerdos de alto el fuego de la pasada primavera entre el Gobierno maliense y los grupos rebeldes tuareg, y llamó a continuar la lucha contra las fuerzas francesas desplegadas en el Sahel.

Precisamente, París quiere que sus aliados europeos participen en estas operaciones militares para disponer de más medios con los que actuar contra el Estado Islámico (ISIS) en Siria, como reacción a los ataques yihadistas de París del 13-N.

Ansar Dine es aliado de Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi) y el Frente de Liberación de Macina (FLM), otro grupo yihadista del centro de Mali. Los ataques que, pese a la presencia de tropas francesas y a la operación internacional que aún continúa, siguen produciéndose en el territorio tuareg al norte de Mali se han extendido al centro y al sur del país. La Minusma es ya la misión que más vidas ha costado a la ONU tras la de Somalia entre 1993 y 1995.

El pasado 20 de noviembre dos asaltantes abrieron fuego contra el personal y los clientes del hotel Radisson Blue de Bamako y mataron a dos personas. El atentado fue reivindicado por el grupo yihadista de Mojtar Belmojtar, Al Murabitune, que afirmó haber colaborado con Aqmi, aunque también el FLM lo asumió en colaboración con Ansar Dine.

Ayer también murieron cuatro policías del servicio de Antigüedades en un atentado al sur de El Cairo, cerca de las pirámides de Giza, atacados por hombres armados desde una moto.

«No a la guerra»

Por otro lado, miles de personas se manifestaron ayer en el Estado español –en Madrid, Barcelona y otras ciudades– contra la implicación en la guerra siria, bajo el lema «No a la guerra» y convocados por la plataforma «No en nuestro nombre».

El Gobierno español –con el precedente de la derrota del PP en 2003 tras los atentados del 11-M– quiere evitar cualquier iniciativa antes de las elecciones del 20 de diciembre, a pesar de los llamamientos del presidente francés, François Hollande, a poner en marcha una gran coalición para luchar contra el ISIS. «Las decisiones, como cualquier aspecto de la vida, hay que pensarlas bien», afirmó ayer el presidente español, Mariano Rajoy, cuyo gobierno alega no haber recibido una petición concreta de París sobre la colaboración que desea.

Putin decreta sanciones económicas contra Turquía

El presidente ruso, Vladimir Putin, decretó una serie de sanciones económicas contra Turquía, a fin de defender a los ciudadano rusos de «acciones criminales», informó el Kremlin. En represalia por el derribo el martes pasado de un bombardero ruso Su-24 en la frontera turco-siria, el decreto presidencial suspende o restringe, según los casos, la entrada en Rusia de determinadas mercancías procedentes de Turquía. Establece asimismo prohibiciones o restricciones a empresas turcas para realizar determinados trabajos en territorio ruso. Además, prohibe a los empleadores rusos que no estén autorizados por el Gobierno contratar a ciudadanos turcos a partir del próximo 1 de enero. Asimismo, los operadores turísticos rusos deberán abstenerse de vender productos y servicios que contemplen visitas a Turquía. Con ese fin, Putin ordenó al Gobierno adoptar medidas para prohibir los vuelos chárter entre Rusia y Turquía, hasta hace poco el segundo destino turístico preferido de los rusos después de Egipto. También queda suspendido a partir del 1 de enero de 2016 el acuerdo de exención de visados para los ciudadanos turcos. Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que «los últimos incidentes realmente nos han entristecido», aunque no de disculpará por el derribo del avión, y dijo esperar que la cumbre sobre el cambio climático, que comienza mañana en París, sea una oportunidad para reparar las relaciones con Moscú.GARA