GARA
parís
13-N EN PARÍS

Pese a las críticas por abusos, París apuesta por el estado de emergencia

Criticado por abusar del estado de emergencia para acallar la disidencia más allá de la lucha contra el yihadismo, el Gobierno francés se ha lanzado a defender las medidas de excepción y su primer ministro, Manuel Valls, no descarta ampliarlas más allá de febrero, cuando vence el plazo previsto en la ley que las sustenta.

El Gobierno francés defiende la aplicación Estado de Emergencia decretado en el país después de los atentados del 13-N frente a las críticas que denuncian la utilización abusiva de las medidas de excepción. Además, no excluye prolongarlo más allá de febrero. «No hace falta descartar esta posibilidad, evidentemente, en función de la amenaza, habrá que actuar con mucha responsabilidad, afirmó ayer el primer ministro francés, Manuel Valls, en una entrevista en la emisora Europe 1, en la que recordó además la intención del Ejecutivo de incluir el estado de emergencia en la Constitución.

La declaración de estado de emergencia preveía su fin el próximo 26 de febrero, según la ley adoptada tras los ataques del Estado Islámico (ISIS) que dejaron 130 muertos y 350 heridos.

Valls reconoció ayer que esta declaración ha supuesto una restricción de libertades, pero «precisamente para proteger nuestras libertades».

Pero a las pocas semanas de su vigencia, ha demostrado que su objetivo va más allá de la supuesta lucha contra el yihadismo y que el Gobierno la ha utilizado para acallar la disidencia, en el último caso, en las protestas por la cumbre del clima COP21. El domingo más de 300 personas fueron detenidas al intentar llevar a cabo una manifestación que había sido prohibida. Además, previamente 26 personas ligadas a movimientos ecologistas habían sido sometidas a arresto domiciliario de forma preventiva. La prohibición absoluta de manifestarse en la región parisina finalizó la noche del lunes, aunque la Prefectura puede aún adoptar medidas puntuales para restringir el derecho de manifestación.

Bajo el título «Los límites del Estado de Emergencia», el diario “Le Parisien” subrayaba ayer en su primera página que las autoridades utilizan esta situación «más allá de la lucha contra los terroristas islamistas».

«Hay un debate en nuestra sociedad», pero el Parlamento «va a controlar su puesta en marcha», aseguró el primer ministro. «Nos enfrentamos a un acto de guerra con una amenaza precisa» y «para hacerle frente hay que protegerse», justificó Valls.

58 personalidades francesas hicieron el lunes un llamamiento a defender la libertad de manifestación. Desde los atentados de París, se han llevado a cabo más de 2.000 registros sin autorización judicial y más de 210 personas han sido detenidas, gracias a las medidas de excepción. Según Valls, «han permitido incautarse de 320 armas y como consecuencia, se han abierto más de 250 procesos judiciales». A su juicio, «esto prueba que estos registros no son aleatorios y permiten corroborar sospechas objetivas».

Dieciocho días después de los atentados, las fuerzas de seguridad aún buscan a dos supuestos implicados, entre ellos Salah Abdeslam. Ayer detuvieron a un familiar de Jawad Bendaoud, quien alquiló la casa a Abdelhamid Abaaoud, supuesto organizador de los ataques.

A la vez que advertía de la situación de alarma, Valls intentó convencer a los turistas de que sigan visitando París. «Vengan a París, las condiciones de seguridad están aseguradas», afirmó el jefe de Gobierno en un mensaje a quienes han anulado sus desplazamientos en los últimos días. Hoteles y restaurantes parisinos han constatado un considerable descenso de clientes tras los atentados, en torno al 40% menos que en el mismo período de 2014, y esperan con preocupación el fin de año.

Patrullas de «voluntarios»

Con todo, la mano dura y un discurso belicista han permitido a Hollande aumentar en 22 puntos su valoración pública, hasta alcanzar un 50% según sondeos publicados por “Paris Match” y Sud Radio. Es su mejor resultado desde 2012, después de que su popularidad cayera en picado y de que lograra un primer ascenso tras los atentados de enero.

El clima de la restricción de libertades ha animado al Ayuntamiento de Beziers, gobernado por la extrema derecha, a crear una «guardia» de voluntarios para patrullar la ciudad durante el estado de emergencia. No estará armada, pero mantendrá contacto con la Policía, y se encargará de señalar cualquier «acto sospechoso», según Robert Menard, alcalde apoyado por el Frente Nacional, protagonista de varias polémicas.

Obama da un tirón de orejas a Erdogan al advertirle de que el enemigo común es el ISIS

El presidente de EEUU, Barack Obama, instó a Turquía y a Rusia ha concentrarse en el «enemigo común», en referencia al Estado Islámico (ISIS). Un día después de reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, al margen de la cumbre del clima en París y horas después de hacer lo propio con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Obama señaló que «hemos conversado sobre la manera en que Turquía y Rusia podrían trabajar para reducir las tensiones», actualmente en un nivel máximo entre Ankara y Moscú, dos históricos rivales imperiales pero que hasta hace unos pocos meses eran socios, sobre todo económicos, privilegiados.

«Como le he dicho a Erdogan, todos tenemos un enemigo común y es el ISIS, y quiero estar seguro de que nos concentremos en esa amenaza, así como quiero asegurarme de que seguimos concentrados en la necesidad de encontrar una forma de solución política en Siria».

El toque de atención de Obama a Erdogan es evidente en el tono, aunque el inquilino de la Casa Blanca le ofrece un asidero al matizar sobre la necesidad de una solución política. «Nos queda mucho trabajo», advirtió.

El primer ministro electo turco, Ahmet Davutoglu, apeló al diálogo con Rusia tras recibir el lunes el apoyo del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. «Debemos sentarnos en una mesa y discutir sobre lo que podemos hacer más que lanzar acusaciones sin fundamento».

Davutoglu se refería así a las acusaciones de la víspera de Putin, quien no dudó en asegurar que la decisión de abatir el avión ruso estaría relacionada con la voluntad (turca) de «proteger rutas de transporte de petróleo hacia territorio turco, justo hacia puertos en los que es cargado en naves-cisternas».

Turquía cuenta con el apoyo de la OTAN, de la que es aliado desde 1952, y habida cuenta de las malas relaciones con Rusia por la crisis con Ucrania desde la primavera de 2014.

Stoltenberg prometió a Davutoglu «medidas suplementarias para asegurar la seguridad de Turquía», en referencia a un refuerzo de sus capacidades de defensa antiaérea.

Rusia ha anunciado el envío de su sistema de defensa antimisiles S-400, además del acorazado Moscva y escuadrones de caza para escoltar a sus bombarderos en Siria.

El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, descartó cualquier cooperación de su país con el Ejército sirio al asegurar que eso no ocurrirá mientras el presidente, Bashar Al-Assad, siga al frente del régimen. «Está descartado tener una cooperación con ese Ejército», subrayó tajante Fabius, quien volvió a matizar sus declaraciones del pasado viernes, en las que evocó la posibilidad de apoyarse en el Ejército sirio como fuerza terrestre en la lucha contra el Estado Islámico.D. LAZKANOITURBURU

EEUU endurece las condiciones de entrada desde países aliados

EEUU endurecerá su programa de excepción de visados del que se benefician ciudadanos de 38 países. Ya examinaban con lupa las peticiones desde países en guerra y ahora ampliarán los cuestionarios a visitantes dispensados de visado. Washington espera además que sus aliados compartan información para interceptar «combatientes extranjeros» y advierte de que los autores de los atentados del 13-N, ciudadanos franceses o belgas, habrían podido entrar en EEUU gracias al programa ESTA de exención de visados. Ahora los beneficiados por este dispositivo deben declarar sus estancias en países calificados como «paraísos terroristas», según las autoridades de Seguridad Interior y los servicios de información examinarán sus demandas detenidamente. También desplazarán equipos a regiones por las que supuestos yihadistas podrían transitar para entrar a EEUU, lo que supone desplegar personal en aeropuertos extranjeros, algo que ya hacen en quince casos.GARA