Hasta el menos interesado en política se da cuenta de que hay elecciones cuando pide alcohol en un bar y no se lo sirven en aplicación de la popularmente conocida «ley seca» que entra en vigor dos días antes de cada jornada electoral. Con esta medida el Estado venezolano quiere evitar que las sustancias alcohólicas alteren aún más los ánimos en un ambiente político marcado por la crispación y la polarización entre el oficialismo chavista y la oposición neoliberal. A ello se añade el hecho de que, hasta hace poco, la legislación permitía la tenencia de armas de fuego. No extraña ver en restaurantes, hoteles y estaciones de metro carteles que recuerdan la prohibición de entrar en los recintos con armas.

En la recta final de la campaña, el PSUV y sus aliados unidos en el Gran Polo Patriótico-Simón Bolívar se han esforzado en resaltar los logros de la Revolución Bolivariana.

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) terminó su campaña con un acto menos concurrido en Altamira, el distrito financiero de Caracas y lugar emblemático de la oposición. Se centró en los desaciertos del oficialismo, pero en vez de ofrecer una alternativa viable apeló a las emociones para lograr el «cambio» que a su juicio quiere Venezuela.

«Vamos a ganar las elecciones como sea», afirmó el dirigente de la socialdemócrata Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup. En medio de esta tormenta de declaraciones ha pasado desapercibida la advertencia del director de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schemel, sobre las campañas mediáticas que «fabrican medias verdades». La misión electoral de Unasur en Venezuela llamó a votar en paz. El coordinador general de la misión, el boliviano José Luis Exeni, pidió a los medios que mantengan una agenda informativa y de opinión «con apego al pluralismo y el equilibrio».

La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional de Cuba instó a «los legisladores de la región y del mundo a reclamar la no intervención en los asuntos internos de Venezuela, a que cesen los intentos de desestabilización y se respeten el proceso electoral y los resultados». Expresó su «más firme rechazo a los constantes, sistemáticos y crecientes actos y declaraciones de injerencia en los asuntos internos» de Venezuela. Acusó a los sectores políticos «más reaccionarios y retrógrados» de EEUU, Europa y América Latina de articular una «grosera campaña» contra el Gobierno venezolano.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que será «el primero en reconocer los resultados electorales».

El ministro de Defensa alerta de posibles acciones paramilitares

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, alertó ayer de posibles acciones paramilitares en la frontera con Colombia.

«Estamos muy pendientes de la frontera. Atención Táchira: se identifica una intencionalidad deliberada de generar violencia paramilitar», escribió en su cuenta de Twitter el responsable del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). En varios municipios del estado Táchira y en otros fronterizos con Colombia rige desde agosto pasado el estado de excepción, una medida decretada por el presidente Nicolás Maduro en su lucha contra el contrabando y la incursión paramilitar.

«Los estados de excepción no han sido un obstáculo, y mucho menos lo serán el 6 de diciembre. Al contrario, serán garantía para que en estos 23 municipios, los ciudadanos salgan a votar en territorios libres de paramilitarismo»», destacó en alusión a la cita electoral de hoy. Aseguró que «no habrá un golpe de Estado, no habrá un autogolpe ni tampoco violencia terrorista o política, sino una fiesta democrática».

«Vamos a tener una organización eficaz que no solo atenderá la custodia del material electoral y el patrullaje normal, sino que tendremos un fuerte contingente que podrá actuar en cualquier parte de Venezuela», afirmó.GARA