Ramón SOLA
donostia
ELECCIONES: EUSKAL HERRIA

Piden votar EH Bildu para «recoger el fruto» de 40 años de labor en Madrid

La labor política de los abertzales de izquierdas en Madrid en las últimas cuatro décadas se refundió ayer en Donostia en una imagen con potente carga histórica. Exdiputados y exsenadores animaron a apoyar a EH Bildu como «la única opción de ruptura democrática».

Itziar Aizpurua es referencia de la lucha de los abertzales de izquierda desde el proceso de Burgos (1970). Muerto ya Franco, en 1976 José Luis Elkoro puso sobre la mesa de Adolfo Suárez –el presidente de la «transición»– las aspiraciones vascas, en nombre del Grupo de Alcaldes. Luego llegaron el «Gora Euskadi askatuta!» puño en alto de Francisco Letamendia «Ortzi» en el Congreso; el ‘‘Euskadi Gudariak’’&flexSpace;ante el Rey en Gernika, entonado entre otros por el senador Miguel Castells; o el «por imperativo legal» de Anjel Alcalde ante la Constitución... Entre tanto, los diputados y senadores fueron recibidos a tiros en el Hotel Alcalá de Madrid, quebrando la vida de Josu Muguruza y dejando malherido a Iñaki Esnaola (1989). La historia siguió con episodios tan sonados como el «Sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria» de Jon Idigoras desde la tribuna, en 1995. Y ha llegado hasta hoy, por ejemplo con la intensa labor de los sucesivos electos de EA en Madrid (Joseba Azkarraga, Begoña Lasagabaster...), hasta desembocar en un grupo de abertzales de izquierdas más potente que nunca en sus cortes: Amaiur.

Los protagonistas de todo este periplo, con ausencias por diversos motivos, se reunieron ayer en Donostia para explicar cómo ven el momento actual y por qué creen que hay que votar a EH Bildu. Había mucha Historia en el Palacio Miramar, pero sobre todo mensajes que miran al futuro. En un momento en que en el Estado se habla tanto de la «dichosa ruptura», como la tildó Aizpurua, el voto a EH Bildu es el que refunde las ansias de ruptura existentes en Euskal Herria antes y ahora.

Sobre la mesa, dos retratos daban más fuerza al mensaje, al reflejar el coste humano que ha tenido todo este trabajo político: el de Josu Muguruza, abatido a tiros en el Alcalá cuando llegaba para recoger su acta de diputado, y el de Rafa Díez Usabiaga, diputado también entre 1990 y 1996 y hoy preso en Santoña por impulsar el giro estratégico de la izquierda abertzale.

Con Aizpurua y Cuadra como portavoces, la cita reunió además a Iñigo Iruin, Miguel Castells, Iñaki Esnaola, José Luis Elkoro, Urko Aiartza, Maite Aristegi, Iñaki Antiguedad, Anjel Alcalde, Josu Iraeta, Alberto Unamunzaga, Xabier Mikel Errekondo, Jon Iñarritu, Amalur Mendizabal, Rafa Larreina e Iker Urbina, representantes políticos de izquierdas y abertzales que en estos casi 40 años han formado parte del Congreso o del Senado. Y que antes que nada, desde su propia experiencia, quisieron recalcar que «es fundamental que exista en Madrid una representación política que considere que las decisiones se tienen que tomar en este pueblo y es totalmente necesario poner en práctica esas decisiones».

«Los partidos que conforman EH Bildu siempre han entendido que hay que estar en Madrid cada vez que está en juego el futuro de nuestro pueblo –siguieron diciendo–. Como nos correspondió en su día a nosotros, corresponde ahora a los y a las representantes de EH Bildu cumplir con ese cometido. Y cuantos más representantes tengamos en Madrid, mejor, porque cada voto a EH Bildu representa un empujón a favor de las decisiones de este pueblo».

20D, «un nuevo paso»

Ante un nutrido grupo de periodistas, el grupo recalcó que el 20D «va a haber dos opciones: apoyar la reforma del Estado español y, en consecuencia, ser parte de una operación de lavado de cara de un Estado que niega los derechos de los pueblos que están condenados a vivir en su seno y de su ciudadanía; o apoyar la ruptura democrática que supondrá hacer llegar a Euskal Herria la democracia y el respeto a los derechos de todas las personas. Los hombres y mujeres que hoy nos encontramos aquí lo tenemos muy claro: EH Bildu es la única fuerza política que quiere e impulsa la ruptura democrática».

«Ni una papeleta de voto de las personas que creen en las decisiones de este pueblo y en su libertad puede quedarse en casa –concluyeron–. Tenemos más cerca que nunca recoger el fruto del trabajo que realizamos quienes hoy nos encontramos aquí y la ciudadanía vasca en general. Para ello, debemos aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten en el camino. Y las elecciones del 20 de diciembre suponen un nuevo paso en ese camino».