Miembros de una rama libia afín al Estado Islámico (ISIS) ejecutaron el domingo a un ciudadano libio y a una mujer de origen árabe acusados de brujería en la ciudad meridional de Sirte, uno de los dos bastiones del grupo yihadista en el país. Por otro lado, un palestino fue ejecutado por balas, acusado de espionaje. Una fuente de Seguridad explicó a Efe que los dos primeros fueron acu sadas igualmente de combatir al califato y fusilados en la Plaza de Mártires, en el centro de Sirte. «Probablemente la mujer ejecutada es de nacionalidad sudanesa», agregó la fuente.

En los últimos meses también han sido ajusticiamiento acusados de brujería dos clérigos libios identificados como Said al Maidani y Adel Hafez.

El ISIS avanza

Los grupos armados afines al ISIS, con entre 2.000 y 3.000 combatientes han aumentado su influencia y ampliado su control territorial en Libia a lo largo de 2015, gracias en gran parte al conflicto entre los dos gobiernos rivales y el fracaso de la mediación de la ONU. Asentados en la ciudad oriental de Derna, vecina a la frontera con Egipto, los yihadistas no solo consiguieron repeler los ataques de las diferentes fuerzas contra su bastión, sino que han entrado en Bengasi, segunda urbe del país, y conquistado la ciudad portuaria de Sirte, a escasos kilómetros de la costa europea.

Allí han creado estructuras administrativas y militares desde las que han comenzado a avanzar hacia el interior del país con el objetivo de hacerse con las principales instalaciones petroleras, según confirmó ayer el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian.