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Los refugiados, en el punto de mira de la Policía y de ataques xenófobos

Los actos de violencia contra mujeres cometidos en Colonia durante Nochevieja han puesto a los refugiados e inmigrantes en el punto de mira de la Policía. El ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jaeger, indicó ayer que la mayoría de los sospechosos son de origen norteafricano y árabe, aunque no dio cuenta de detenciones. El domingo por la noche, también en Colonia, tuvieron lugar agresiones planificadas a inmigrantes, según la Policía.

Casi todos los sospechosos de la violencia cometida contra mujeres durante la Nochevieja en Colonia son «de origen extranjero», aseguró ayer el ministro del Interior de la región de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jaeger, que concretó en «personas originarias del norte de África y del mundo árabe». «Y hay también entre los sospechosos refugiados llegados en el último año», añadió. Desde el 1 de enero se han presentado 516 denuncias, el 40% por agresiones sexuales. En Hamburgo se han recibieron otras 133, sobre todo por agresión sexual.

Jaeger había prometido un informe completo, después de una semana de política de comunicación confusa y lenta sobre los sucesos, que llevó a la destitución del máximo jefe policial. Aunque la Policía contabiliza 19 sospechosos en Colonia y habla principalmente de refugiados e inmigrantes originarios de países norteafricanos, no ha dado cuenta de detenciones, ni siquiera por los hechos más graves, como las violaciones.

El ministro del Interior aseguró que cerca de «mil hombres» se concentraron ante la estación de Colonia, donde estallaron las agresiones, y reconoció que la acción de la Policía «fue inaceptable». Sigue sin aclararse cómo se produjeron tantas agresiones y de tal calibre sin que interviniera la Policía, que estaba en las inmediaciones, así como por qué se espero varios días antes de revelar su magnitud. Tampoco está claro si la violencia estaba planificada, algo que sostiene el ministro de Justicia, Heiko Maas. Con todo, su colega de Interior advirtió del peligro de estigmatizar a los extranjeros. «Es lo que hacen los carroñeros de la extrema derecha, es su único argumento», afirmó.

Pero está calando en la opinión pública. Un 57% de alemanes teme un aumento de la criminalidad, según un sondeo del canal RTL, y se extienden los ataques xenófobos. El domingo por la noche, en el centro de Colonia, un grupo de unas veinte personas atacó a seis paquistaníes, hiriendo a dos, no lejos de la estación de trenes. Poco después, en la misma zona, cinco personas hirieron levemente a un sirio de 39 años. Según la Policía, estas agresiones fueron organizadas en las redes sociales, donde la extrema derecha llamó a participar en «paseos» por el centro de la ciudad. La Policía interrogó a 153 personas aunque no hubo detenciones.

El movimiento xenófobo Pegida también intenta capitalizar los temores de la población. El sábado llevó a cabo una manifestación en Colonia y ayer reunió a miles en Leipzig. Los sucesos de Alemania han sacado a la luz docenas de agresiones sexuales, entre ellas dos violaciones en Suecia, durante un festival de música en Estocolmo, que ha conducido a más de cien detenciones, y que también habían sido ocultadas por la Policía. El diario “Dagens Nyheter” afirmó que la mayoría de los agresores eran demandantes de asilo menores. En Holanda, la agencia central para la recepción de solicitantes de asilo desaconsejó a niñas menores no acompañadas visitar la iglesia eritrea ortodoxa en Rotterdam por «indicios serios» de que se han cometido abusos sexuales.

El asaltante a la comisaría de París residía en un centro de acogida

El hombre que el jueves murió por disparos de la Policía cuando intentaba atacar una comisaría de París vivía en un centro de acogida para refugiados en Alemania, informó la Policía local, mientras en este país se abre el debate sobre la política de brazos abiertos con los refugiados.

El hombre vivía «en un centro de acogida de demandantes de asilo» en Recklingshausen, una ciudad de la región del Ruhr, que fue registrado el sábado a petición del Estado francés. Según sus familiares, se trata de un tunecino llamado Tarek Belgacem, y una fuente consultada por AFP indicó que estaba registrado oficialmente como demandante de asilo en Alemania, extremo que no fue confirmado por la Policía.

El pasado jueves, un hombre que llevaba un hacha de cocina y un falso cinturón de explosivos se abalanzó hacia los policías que vigilaban la puerta de una comisaría del norte de París, antes de ser abatido por los agentes. También llevaba encima un documento jurando fidelidad al Estado Islámico (ISIS) y una tarjeta SIM alemana, que llevó a los investigadores hacia ese país. Según el periódico “Welt am Sonntag”, se registró en Alemania con identidades falsas y se hizo pasar por sirio, marroquí o georgiano. La demanda de asilo la presentó con el nombre de Walid Salihi, según el periódico, y era conocido por ser simpatizante de los yihadistas.

La prensa alemana informó de que el hombre dibujó el símbolo del ISIS en la habitación del centro de acogida y se hizo fotos con la bandera de la organización yihadista, lo que llevó a las autoridades locales a considerarlo como potencialmente peligroso.

Pero en diciembre, según “Der Spiegel”, desapareció de Recklingshausen.GARA