Jose Angel ORIA

ZIKA, EL VIRUS QUE AMENAZA A LAS EMBARAZADAS DE AMÉRICA

Un virus que se identificó por primera vez en 1947 en los bosques de Zika, en Uganda, está alterando la vida de millones de ciudadanos en los países americanos, sobre todo Brasil, que tratan de hacerle frente poniendo a salvo a las mujeres embarazadas.

En los últimos meses, el nombre de un mal desconocido hasta el momento en América comenzó a circular: el virus de Zika. En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comenzaron a investigar un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados del nordeste. Tres meses más tarde, el Ministerio de Salud confirmó la circulación del virus tras identificarlo en 16 muestras en dos de esos estados: Bahía y Rio Grande del Norte. Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, se trataría del primer brote de la enfermedad documentado en América Latina. El riesgo para el continente se debe al potencial de transmisión de la enfermedad, que radica en que los mosquitos transmisores del virus viven en la región y en la densidad poblacional de la misma.

El poderoso vecino del norte no se libra de la amenaza. Un bebé recién nacido con daño cerebral en un hospital de Oahu, en el estado de Hawai, estaba infectado con el virus, según confirmaron el sábado las autoridades, en lo que sería el primer caso de infección en suelo estadounidense (pero a miles de kilómetros del continente americano).

La madre se infectó de zika cuando vivía en Brasil, en mayo de 2015, y el virus llegó al feto, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). «En este momento no hay pruebas de que haya ningún tipo de virus de Zika circulando por Hawai», tranquiliza el portavoz del CDC, Tom Skinner. «Pero creo que es importante para nosotros entender que habrá casos importados de zika hacia EEUU y no debemos sorprendernos si empezamos a ver alguna transmisión del virus a nivel local», añade Skinner.

Por si acaso, el Departamento de Salud de EEUU emitió el pasado viernes una alerta de viajes a 14 territorios del Caribe y América Latina donde la infección del virus, que se transmite por mosquitos, supone «un riesgo», con atención especial a las embarazadas, debido a que el zika se ha relacionado con severas malformaciones congénitas. La alerta de viajes se aplica a Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Surinam, Venezuela y Puerto Rico. El virus de Zika se transmite por la especie de mosquito Aedes, que también propaga los virus del dengue y chikungunya (por esa razón, Brasil anunció el sábado que producirá un test para diagnosticar dengue, zika y chikunguña a la vez) y es común en Texas, Florida y otras regiones de EEUU. Este virus suele provocar una enfermedad leve con fiebre, sarpullidos y dolor en las articulaciones. No existe una vacuna preventiva ni tratamiento, sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre. No se ha reportado ninguna muerte que haya sido causada por la enfermedad. La mayoría de las personas afectadas se recupera y la tasa de hospitalización es baja. Como la transmisión se da por la picadura de un mosquito, se recomienda el uso de mosquiteros que pueden impregnarse con insecticida y la instalación de mallas antimosquitos.

Cabeza anormalmente pequeña

El doctor Lyle Peterson, director de la división de enfermedades transmitidas por vectores del CDC, dijo que la agencia ha confirmado que el virus de Zika estaba presente en muestras provistas por las autoridades brasileñas y que fueron tomadas de dos embarazos que terminaron en abortos y de dos menores a los que se les diagnosticó microcefalia (murieron poco después del parto). La microcefalia es un defecto congénito en el que la cabeza de un bebé es anormalmente pequeña y el desarrollo del cerebro no se ha completado. Análisis genéticos mostraron que el virus en los cuatro casos era la misma cepa de zika que actualmente circula en Brasil. Según medios brasileños, el brote ha llevado a muchas embarazadas a repetir pruebas genéticas en sus bebés, particularmente en el empobrecido nordeste del país.

En Colombia, se han registrado desde finales de 2015 más de 10.000 casos, según los datos del Instituto Nacional de Salud. 5.500 de esos casos corroborados se registraron en la región Caribe y hasta el momento han sido notificadas 560 mujeres embarazadas con posible infección del virus.

El virus se identificó en 1947 por primera vez en Uganda, específicamente en los bosques de Zika. Se descubrió en un mono Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva. En 1968 se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas de Nigeria.

En 2007 se registró la infección en la isla de Yap, que forma parte de Micronesia, en el Pacífico. Fue la primera vez que se detectó el virus fuera de su área geográfica original: África y Asia. A finales de octubre de 2013, se inició un brote en la Polinesia Francesa, también en el Pacífico: identificaron 10.000 casos, de los que 70 fueron graves. Los pacientes desarrollaron complicaciones neurológicas, como meningoencefalitis, y autoinmunes, como leucopenia (disminución del nivel normal de leucocitos).

En febrero de 2014 las autoridades chilenas confirmaron un caso de transmisión autóctona en la Isla de Pascua. El mismo coincidió con un brote en Nueva Caledonia y las Islas Cook. Nuevamente casos producidos en el Océano Pacífico.