Nagore BELASTEGI
AYUDAS PARA LA CONCILIACIÓN FAMILIAR Y LABORAL

EL CUIDADO DE LA FAMILIA NO ES COSA DE HOMBRES

Basta con mirar alrededor, con reflexionar sobre nuestra propia situación familiar, con preguntar a cualquier vecina. ¿Quién se ocupa de las niñas y los niños? ¿Y de los familiares dependientes? En la mayoría de los casos, la mujer. Datos aplastantes lo confirman.

Las herramientas de conciliación familiar están, en teoría, al alcance de todas las personas, mujeres y hombres. Sin embargo, son las primeras quienes se acogen a ellas. Es paradójico pensar que el hecho de pedir una excedencia o una reducción de jornada en el trabajo sea, a la vez, un beneficio y una barrera profesional. La razón es que se disfruta de ellas en desigualdad. Es la mujer quien, en la mayoría de los casos, opta por aparcar su trabajo para cuidar de hijos e hijas o de un familiar dependiente. Ligado a ello, sobre todo por el tema de la maternidad, existe discriminación en las contrataciones.

Por ejemplo, fue sonado el revuelo que se creó cuando la presidenta del Círculo de Empresarios de Madrid, Mónica de Oriol, dijo que prefería contratar mujeres menores de 25 años o mayores de 45 porque así no tenía que preocuparse de la ley que ampara a las madres trabajadoras. Dejando ese escándalo de lado y sin irnos tan lejos, el pasado junio Emakunde reforzó el servicio de defensa ante los casos de discriminación en el sector privado. Destacó que más de un tercio (el 38%) de las consultas recibidas en los últimos años por este servicio se referían a cuestiones relacionadas con la maternidad y la conciliación familiar en el ámbito laboral.

Según los datos facilitados por el Gobierno de Lakua, el 96,07% de las personas que pidieron una excedencia para el cuidado de hijos e hijas en la CAV en 2015 fueron mujeres, por lo que el restante 3,93% fueron hombres. En cuanto a la reducción de jornada por ese mismo motivo, el 91,69% fueron mujeres y el 8,31% hombres.

Respecto a los beneficiarios de estas facilidades a la hora de hacerse cargo de un familiar dependiente o con enfermedad grave, la brecha disminuye, aunque sigue habiendo una gran diferencia: el 78,95% de quienes pidieron una excedencia fueron mujeres y el 21,05% hombres, mientras que en la reducción de jornada el reparto fue entre el 80,25% femenino y el 19,75% masculino.

Cuidadores para hijas e hijos

Para 2016, el Gobierno de Lakua acordó destinar 32,57 millones de euros al fomento de la conciliación familiar y ayer aprobó la orden que regulará esas ayudas. La línea de mayor dotación presupuestaria será la de las excedencias y reducciones de jornada para el cuidado de hijas e hijos (3.362.000 euros). En segundo puesto se sitúan las ayudas dedicadas al cuidado de familiares en situación de dependencia o extrema gravedad sanitaria (727.100 euros).

Finalmente, una tercera partida de 488.000 euros estará destinada a la contratación de personas trabajadoras para el cuidado de hijas e hijos. En 2015, 400 personas se beneficiaron de estas ayudas, que compensan a la persona empleadora los costes de la Seguridad Social modulados en función de la renta de la unidad familiar. El 71,25% de los solicitantes fueron mujeres. También se observa una gran diferencia por sexos entre los beneficiarios de esta ayuda pese a que en caso de obtenerla afectaría positivamente a cualquier miembro de la familia y no influiría a las condiciones en las que desarrolla su empleo. En teoría.