Libertario
A mí me resulta grata esta situación de crisis política. Un país como España necesita aire libre, ambiente para pensar. A Italia le pasa lo mismo. En cierta ocasión tuve que ir a Roma para resolver un problema y el funcionario con el que concertaba la cita me dijo: «Si puede venga esta semana, ya que estamos sin gobierno y todo es más fácil». Muchos españoles se darán cuenta de cómo se puede vivir sin Rajoy o el ministro de Hacienda. Llevo ya un mes sin que sienta peligrar mi pensión. Por ejemplo.
Por otro lado los ciudadanos van más al parque vecinal y en la calle no hace falta mirar atrás por ver si vienen los antidisturbios. Incluso, y espero a la estadística correspondiente para certificar esta impresión, han disminuido las violaciones y otras violencias de género. Yo he llegado a hablar catalán con una eslovena en plena Puerta del Sol sin que alguien a mi lado gritase furiosamente «¡Viva España!». La gente sonríe cuando le das los buenos días y añade eso tan tierno de «a ver si dura». Yo suprimiría las elecciones y reclamaría a Obama que se ocupase de esta colonia, como hace con Puerto Rico.
En cuanto a la guardia civil la dedicaría a algún trabajo también verde, como la recogida de la aceituna.
¡Sí, soy anarquista, gracias a Dios!