Natxo MATXIN
Athletic

Un empate que sabe a poco, pero se da por bueno

Los locales apenas generaron ocasiones reseñables, a excepción de Williams, ante un Villarreal muy peligroso a la contra al que frenó un seguro Iraizoz.

ATHLETIC 0

VILLARREAL 0


El Athletic no pudo conseguir el objetivo de reducir la distancia en su camino hacia el cuarto puesto ante un rival directo, el Villarreal, del que sigue a una considerable distancia de diez puntos, y con el que firmó un empate a cero en un encuentro que fue vistoso en la primera mitad, pero se enmarañó en la reanudación, fruto de la climatología y de que los rojiblancos no encontraron vías de acceso a la meta visitante.

Con todo eso en juego, no resultó extraño que el encuentro fuese trepidante y vertical, atractivo no solo para la grada, sino también para el aficionado imparcial. Con dos escuadras buscando continuamente la portería contraria, sin especulaciones ni titubeos, ambas peleando por la posesión y arriesgando en el pase. Y dos juga- dores, uno por cada bando, destacados en la faceta ofensiva, Iñaki Williams y Denis Suárez.

Cada uno por su carril, buscaron marcar la diferencia y propiciar esa jugada con la que inaugurar el marcador. El rojiblanco fue quien estuvo más cerca de conseguirlo. Para el minuto 11 ya había protagonizado su primera arrancada y posterior chut que, tras golpear a Bruno, se marchó por encima del larguero. A la media hora volvió a repetir similar lance, aunque en esa ocasión bastante más escorado. Entre medio de esas dos oportunidades, al cuarto de hora también buscó el arco rival, aunque el disparo fue más flojo y desviado, entre otras cosas porque fue obstaculizado en un lance que debió ser considerado como falta.

Si por el lado castellonense era Jaume Costa quien sufría con Williams, algo similar ocurría en la otra parte del campo con Lekue, que no conseguía amarrar a un escurridizo Denis Suárez, quien llevó a cabo un par de coladas con mucho peligro por banda izquierda. Sin embargo, no fueron esas aproximaciones las que más temor generaron en la portería defendida por Gorka Iraizoz. El de Antsoain, que se recuperó a tiempo de su amigdalitis, tuvo que saltar y estirarse todo lo que pudo sin haberse cumplido dos minutos del pitido inicial para atrapar la vaselina de un Soldado que se coló entre Lekue y Bóveda, otra vez utilizado por Valverde como central.

El encuentro se enmaraña

Lo rápido que se fue poniendo el campo por la intensa lluvia aceleró todavía más ese mutuo toma y daca –también las imprecisiones– y expuso más todavía a los anfitriones frente a las vertiginosas contras del Villarreal, que mejoró con la entrada de Baptistao, complementando a un Soldado muy guerrero –valga la redundancia–, que no se arredró en la refriega del cuerpo a cuerpo. Quizás como consecuencia de esa adversa climatología, el envite pasó a la versión batalla, con escaso fútbol y muchos incidentes, «premiados» con tarjetas.

Sabin Merino bien pudo acabar en el vestuario con apenas cinco minutos sobre el verde tras una dura entrada a Musacchio, que tuvo que ser sustituido. Los visitantes tampoco se quedaron a la zaga: en dos minutos hasta tres jugadores del submarino amarillo también fueron amonestados. Claramente, el espectáculo había bajado muchos enteros tras el descanso y fue ya más un ejercicio de resistencia castellonense e impotencia local.

Ello no fue impedimento para que el Villarreal volviese a enseñar los dientes y un segurísimo Iraizoz imponerse de nuevo en un mano a mano con Soldado, al que le achicó la portería cuando el ariete valenciano ya embocaba portería en busca del 0-1. Lo trastabillado del choque aún se reflejaría con mayor intensidad tras dos expulsiones en el tramo final y todo se quedó en un quiero y no puedo. Un enredo que acabó con tablas en el marcador y el Athletic manteniendo su distancia considerable respecto al último puesto que da derecho a disputar Champions el año que viene.

«Nos ha resultado difícil traspasar sus líneas y crear ocasiones de peligro»

Para el técnico rojiblanco, Ernesto Valverde, hubo mucho de mérito del rival en la escasa llegada ofensiva de los suyos que pudiera dar lugar a pensar en un gol local. «Nos ha resultado muy difícil traspasar sus líneas porque son un gran equipo que ha justificado el por qué está en la cuarta posición», comentó como primer análisis el preparador de Viandar de la Vera.

Respecto a la diferencia de diez puntos que se mantiene tras el empate, el míster la calificó de «distancia importante», pero que, mientras queden puntos en litigio «tendremos que mirar hacia adelante y buscar la meta. En todo caso, lo que siempre es importante es que el equipo se mantenga en la actual línea y continúe en puestos que dan derecho a disputar competición europea la próxima temporada», destacó.

También se refirió a la pléyade de tarjetas que, entre la climatología y la pugna futbolística, se dieron en el encuentro. «Los entrenadores protestamos mucho y en el campo se ven bastantes cosas, pero luego será la televisión quien nos dé o nos quite la razón cuando veamos las jugadas repetidas», matizó. N.M.

Protagonistas

Iraizoz. Se impuso en dos mano a mano con Soldado, que evitaron que el Villarreal se pusiese por delante.

Lekue. Tuvo muchos problemas para contener a Denis Suárez. Mejor a la hora de incorporarse al ataque.

Bóveda. Otra vez se manejó como central. Faltó algo de coordinación en algunas lances con Lekue.

Laporte. Dispuso de un cabezazo que envió por encima del larguero. Fue de lo mejor en defensa.

Balenziaga. Controló mejor a Dos Santos, que se dedicó más a trabajar que a inquietar al lateral rojiblanco.

San José. Trabajador a tope, se incrustó entre los centrales para comenzar a hilvanar el juego de los locales. Se perderá el duelo del Bernabéu.

Beñat. Aunque el Athletic llevó más el dominio del partido, el cerebro rojiblanco apenas tuvo oportunidad de surtir de buenos balones a los delanteros.

Wiliams. El que más cerca estuvo del gol y el más desequilibrante en ataque. Batalló solo arriba y también será baja en el estadio blanco por su expulsión.

Susaeta. Desaparecido, apenas contribuyó en el juego ofensivo y al final resultó sustituido.

Eraso. Como su compañero Susaeta, apenas participó del ataque rojiblanco. Peleó, pero no estuvo fino a la hora de llevar peligro a la meta rival.

Aduriz. No le llegaron balones en condiciones para transformarlos en tantos. Solo un remate al larguero y estaba en fuera de juego.

Sabin Merino. Un tanto acelerado en su salida al campo, bien pudo costarle la expulsión en una dura entrada.

Muniain. Con su entrada Valverde buscó darle más mordiente arriba a su equipo, pero estuvo bien controlado.

Iturraspe. Apenas dispuso de minutos para valorar su actuación cuando suplió a San José en el pivote.