Asier VERA
GUATEMALA
Elkarrizketa
OTTO PÉREZ MOLINA
EXPRESIDENTE DE GUATEMALA

«EEUU usa la corrupción como pretexto para controlar Centroamérica»

El expresidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, espera en la cárcel militar Mariscal Zavala que el juez convoque la audiencia en la que determine si le enjuicia por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera. Ha recibido en prisión a GARA.

El expresidente de Guatemala espera. De momento, el Ministerio Público (MP) ya ha presentado más de 200 pruebas que lo vinculan como líder de La Línea, una trama de corrupción dedicada a cobrar comisiones por la entrada de mercancía en las aduanas del país, que defraudó más de 3,5 millones de dólares.

Pérez Molina renunció a la Presidencia el pasado 2 de setiembre y al día siguiente ingresó en prisión. Lejos de las hacinadas cárceles, tiene su propio cuarto en una casa prefabricada construida en un módulo en el que solo hay 30 presos, la mayoría militares y policías. Rodeado de un espeso bosque, pasa las horas leyendo y jugando al fútbol y baloncesto. Para evitar que le envenenen, su familia le lleva todos los días la comida.

¿Confía en la Justicia Guatemalteca?

Es más un juicio político, no algo que verdaderamente esté sustentado. No obstante, espero que el juez Miguel Ángel Gálvez tome las decisiones correctas y actúe de manera independiente.

¿Sostiene que ha habido un golpe de Estado encubierto por parte de EEUU para derrocarle?

Siempre ha habido una intervención de EEUU en Guatemala, como sucedió durante los 36 años de enfrentamiento armado interno. Primero este país dio las armas y el entrenamiento y después se interesó por los derechos humanos y por condenar a los militares. Luego comenzó la guerra contra las drogas en la cual ellos imponen las políticas que se deben hacer y ahora agarran como pretexto la corrupción para controlar la región de Centroamérica. Sin embargo, el tiempo nos dará la razón e irán cayendo todos los casos de corrupción investigados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

¿Ha habido una intervención externa de EEUU utilizando la CICIG para ir en contra suya?

Sí. No hay duda de que el caso de La Línea es totalmente político y responde a los intereses de EEUU, ya que no tienen pruebas ni base, sino que este país ha tomado la CICIG como una herramienta y a su vez el MP se ha convertido en una especie de extensión de la CICIG que hace lo que ésta quiera que haga. Me quieren mezclar con personas que hacían negocio con las aduanas cuando no tienen ninguna prueba. Si yo hubiera tenido algo que ver con La Línea, cuando el comisionado de la CICIG, Iván Velásquez, me comentó que estaba investigando este caso, yo le hubiera dicho que no se metiera y que mejor se dedicase a otras cosas. Sin embargo, envié a la Intendente de Aduanas y al de Inteligencia Civil para que le transmitieran la información que teníamos.

El MP presentó 200 pruebas para justificar la acusación. ¿Insiste en que es inocente?

Sí. No tienen ninguna prueba. De 100.000 llamadas intervenidas, solo hay una en la que hablo con el Súper Intendente de la Administración Tributaria. Luego hay nueve o diez llamadas que hacen referencia al presidente, pero me sucedió mucho que llegaron ministros diciéndome que yo había dado órdenes cuando no era cierto.

¿Pide perdón a la ciudadanía por algo que hiciese mal durante su mandato?

Aquí hay intereses de EEUU detrás de todo esto. Esas son las razones por las que estoy en la cárcel, no porque haya fallado a la población. Si tuviese que pedir perdón, lo haría. La mayoría de los guatemaltecos sabe que yo trabajaba 14 horas diarias e hice el esfuerzo por ayudar en todo lo posible.

La ciudadanía exigió en la calle de manera multitudinaria su renuncia. ¿La «primavera guatemalteca» acabó con usted?

Aquí no ha existido esa «primavera guatemalteca», fue un tema promovido por EEUU. No le digo que no haya corrupción, pero ese es un problema que se queda chiquito con los verdaderos problemas que tenemos en Guatemala. Por supuesto que hay que atacar la corrupción, pero el principal problema es que se paguen impuestos, teniendo en cuenta que la evasión anual en el pago del IVA y el Impuesto sobre la Renta está por encima de los 2.000 millones de dólares. Podrán seguir metiendo a la gente en la cárcel levantando la bandera de la corrupción, pero ésa no es la solución, sino que haya más y mejores impuestos.

¿Hubo corrupción en su Gobierno?

Eso no lo vamos a negar. Y va a seguir habiendo. Es una lucha muy fuerte que tenemos que hacer todos los guatemaltecos, pero no se hace de la noche a la mañana. Aquí mismo donde yo estoy he visto que sigue la corrupción y si hay en este nivel… imagínese en otros niveles.

¿Teme pasarse mucho tiempo en la cárcel?

No, porque me siento tranquilo y si hubiera tenido miedo de que iba a pasar muchos años en la cárcel lo que hubiera hecho es irme del país. Hubo ofrecimientos de otros presidentes. No lo quise hacer, porque uno como persona se puede equivocar y cometer errores, pero no este tipo de delitos de los que me están señalando. Más bien tengo la confianza de que si se aplica la justicia correctamente no voy a estar en prisión. Si esto fuera como debe ser, ya debería estar fuera desde el 21 de diciembre, cuando se tenía que haber celebrado la audiencia para decidir si se abre juicio contra mí.

¿A qué achaca que aún no se conozca la fecha en la que se celebrará esta audiencia?

Entiendo que el juez pueda tener muchos casos, pero se tienen que cumplir los plazos. Ahora ya se puede calificar mi estancia en prisión como una retención ilegal, ya que el proceso penal establece un plazo máximo de tres meses para la investigación y, tras presentarse la acusación, deben ser no menos de 10 días y no más de 15 para convocar la audiencia en la que espero que anule los delitos contra mí. No obstante, estoy dispuesto a enfrentar cualquier juicio porque estoy seguro de que voy a salir libre.

¿Cómo sobrelleva su estancia en prisión?

Es muy duro pasar una prueba así estando hoy de presidente y al día siguiente despojado de la autoridad. Yo hubiera podido provocar violencia pero no lo quise hacer, porque siempre dije que voy a dar la cara. Eso me ha fortalecido.

¿Se siente traicionado?

Hay gente que mientras estábamos en el Gobierno estaban muy cerca y, después, cuando surgió el caso, fueron los primeros en irse, como hicieron tres ministros. Cuando el barco se hunde las ratas son las primeras en salir. Por el contrario, ha habido gente que ha venido mostrándome su solidaridad.

¿Teme que haya imputados que traten de acusarle para lograr beneficios con la Fiscalía?

La CICIG siempre ha utilizado lo que se conoce como colaboradores eficaces, si bien la experiencia ha sido nefasta. La CICIG se inventa información y la pone en boca de otros. Ante estos antecedentes, siempre existe el temor.

¿Qué le parece que Guatemala esté presidida por el cómico Jimmy Morales?

Es consecuencia de que parte de la población se movilizara creyendo que iba a ser el gran remedio, lo que provocó que los partidos tradicionales quedaran desplazados y ganara una formación que no tiene organización, un candidato que no tenía la expectativa de ser presidente. Morales tiene una coyuntura muy difícil por la escasez de recursos y por la falta de equipo. He visto que hay gente en su gabinete impuesta por EEUU.

¿Cómo valora la decisión de Morales de cesar al jefe del Estado Mayor, Alfredo Sosa Díaz, tras presentar un amparo para que no hubiera responsabilidad penal en los delitos de genocidio y desaparición forzada tras la detención de 11 veteranos militares por la matanza de indígenas?

El general Sosa fue valiente para presentar ese recurso, que representa el sentimiento de la institución militar. Lo presentó con el consentimiento incluso del entonces presidente, Alejandro Maldonado. Yo firmé los acuerdos de paz en 1996 con la intención de que el país encontrara el camino de la reconciliación y no el de la confrontación, como hoy está sucediendo, cuando mucha gente quiere seguir manteniendo el rencor restregando las heridas que ha habido. Los juicios a los militares no nos llevan más que a la polarización.

¿Pueden propiciar un escenario favorable a otra guerra medidas como meter a los militares a la cárcel y hablar de genocidio con Ríos Montt?

Yo no lo descartaría.

¿Teme ser juzgado por delitos de genocidio dado su cargo de Mayor General durante las matanzas?

No, ya que hicimos las cosas que teníamos que hacer dentro de la Ley. Viendo cómo se están manejando las cosas, cualquier oficial que estuvo de alta en la época tiene hoy la duda de si va a tener algún tipo de responsabilidad solo por venganza.

¿Niega que hubiera genocidio?

No lo hubo. A quienes nos tocó estar comandando unidades militares sabemos que había en ellas representación de las diferentes etnias: había soldados a quienes les costaba hablar español porque no era su principal idioma. Es totalmente falso que se pretendiera extinguir a alguien por alguna razón y querer terminar con un pueblo.

¿Aboga por la absolución de Ríos Montt, que debe enfrentar un nuevo juicio por genocidio?

Sí, por lo menos de ese cargo de genocidio, ya que no lo hubo en Guatemala y a él se le está juzgando por ser la cabeza del Estado en ese tiempo, por lo que no tiene por qué salir culpable.