No hablaron sobre el cumplimiento de los derechos de los presos vascos. Tampoco sobre el derecho a decidir. Sin embargo, tanto la «paz y la convivencia» como el «autogobierno» son dos de los tres puntos de lo que el PNV denomina «agenda vasca», la «hoja de ruta» que los jelkides quieren introducir en el plan de Gobierno del PSOE. Tras la reunión entre el equipo negociador de Ferraz y la delegación del PNV queda claro que hay afinidad pero que el tema que más comparten es el económico. A partir de ahí, ambigüedad. Es posible que en una primera reunión tampoco diese tiempo a hablar de todo. O también, que la discreción obligue a guardar silencio. Especialmente teniendo en cuenta que el PP está dispuesto a utilizar la resolución del conflicto vasco como ariete. Que el todavía ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, asegurase la víspera que existe una «agenda oculta» entre PSOE, Podemos y PNV para «beneficiar a ETA» es un ejemplo.

Titulares interesados al margen, el respeto a los derechos de los presos vascos aparece en la propuesta que el PNV ha trasladado al PSOE pero «no es la primera prioridad a la hora de negociar», según afirmó el propio Esteban. En su opinión, cumpliendo la legislación española podrían hallarse soluciones. Recordó que los jelkides han presentado diversas propuestas a lo largo de esta última legislatura y que no han recibido respuesta. «Se trata de actuar con sentido común y aplicando la legislación», argumentó.

Sin derecho a decidir

El derecho a decidir tampoco entró en la agenda. «No tocaba», indicó el diputado jelkide, que aseguró que tampoco habían entrado a debatir sobre la ponencia de autogobierno del Parlamento de Gasteiz, que es su apuesta en este momento. Sorprendentemente, a preguntas de una periodista, sí que puso en valor el denominado «Plan Ibarretxe». «Haciendo una relectura igual encontramos que hubiera soluciones prácticas no solo para Euskadi sino para otros», aseguró, en referencia a Catalunya aunque sin citarla.

Sobre este asunto, el de las competencias, Esteban recordó que todavía hay parte del Estatuto de Gernika sin implementar, aunque pone su esperanza en llegar a un acuerdo en la ponencia de Gasteiz que no quiso vincular al pacto de «gobernabilidad» al que pueden llegar en Madrid. El jelkide sí que mostró su temor de que se produzca una «recentralización» que complete la implementada por el PP. En opinión de Esteban, Mariano Rajoy inició este proyecto en el ámbito económico y podría darse el peligro de que Pedro Sánchez siguiese con él en lo social. Una posibilidad que Antonio Hernando, su interlocutor por parte del PSOE, rechazó tajantemente.

Por el momento es evidente que existe sintonía entre ambos y que esta se materializa especialmente en el ámbito económico, tanto en medidas como renegociar el tope de déficit con Bruselas como ayudas económicas similares a la RGI que ya se tramita en la CAV. Obviamente, también están sobre la mesa las infraestructuras, con el TAV como uno de sus pilares.

El PNV insiste en llegar a un pacto bilateral con el PSOE condicionado a esta «agenda vasca». Y en Ferraz no lo ven con malos ojos siempre que no interfiera en otros acuerdos.

Censura unánime a la estrategia del PP

«Las palabras del ministro del Interior son graves e insultantes. No le consentimos que vuelva a utilizar el terrorismo. Es una vileza. Al PP el hecho de poder perder el gobierno y el poder, le hace perder el sentido común. Hace unos días fue el ministro de Exteriores. Hoy es el ministro del Interior. Que vayan a pasar a la oposición no justifica esta muestra de desesperación». Antonio Hernando, portavoz del PSOE, reaccionó de este modo a las palabras de Jorge Fernández Díaz, que la víspera había hablado de una «agenda secreta» entre Ferraz, Podemos y PNV en «beneficio de ETA». En realidad hablaba del acercamiento de presos, pero el ministro prefirió no hablar de derechos y sí de acuerdos con la organización armada. También Esteban se mostró molesto. «Ha sido un mal ministro, se está pasando de la raya incluso personalmente. Sabe que está mintiendo». Iñigo Errejón, de Podemos, se unió a la crítica. Y Hernando, antes de concluir, exigía al PP la «misma lealtad» que el PSOE ha tenido con Rajoy. A.P.