Joseba VIVANCO
Athletic

San José y Beñat no duermen en bandas separadas

La medular rojiblanca no solo capitaliza la salida del juego del equipo en detrimento del carril derecho ymejora los ratios de posesión del balón, sino que se lo ponen muy difícil a Rico, Iturraspe y Elustondo.

Ante el Betis, y en ausencia de la batuta de Beñat, fueron los dos ‘Mikeles’, San José y Rico, los que asumieron la manija del equipo. Ambos lideraron la estadística de pases de los suyos. Frente al Sporting, días atrás, el navarro volvió a ser el mayor pasador de los rojiblancos por delante incluso del propio Beñat. En el 4-1 al Deportivo, ‘Sanjo’ fue el segundo más pasador, solo superado por De Marcos. Beñat lo había sido en el 0-3 al Valencia. En la derrota ante la Real lo fue De Marcos, y ante el Madrid ese cómputo lo encabezó el de Igorre... Durante los años en que el lateral derecho del Athletic fue cosa de Andoni Iraola, en prácticamente cada duelo el de Usurbil mandaba en la salida de balón y suya era la estadística de más pases cada encuentro. Pero por lo que se ve, ese registro ha ido mutando.

Es verdad que el equipo bilbaino tiende a atacar por la derecha, Iraola y Susaeta fueron un matrimonio bien avenido, y ahora De Marcos se amolda sin problemas al eibartarra o a Williams y asume el reto de lanzar al equipo arriba. Sin embargo, no solo San José incrustado entre los centrales, sino también el propio Laporte, cobran día a día más protagonismo en esa salida de la pelota desde atrás. Si a ello le sumamos el papel de croupier que ha asumido Beñat, repartiendo juego desde el círculo central, explica esos cambios estadísticos. Los tres futbolistas citados suman a estas alturas más pases que De Marcos, cosa que no sucedía con Iraola.

La mayor presencia de Beñat y San José en el juego de los rojiblancos, sobre todo en esta segunda vuelta, quizá tenga que ver también con el hecho de que el Athletic haya mejorado su posesión del balón, una cualidad de la que había hecho gala los últimos años, pero que este curso no formaba parte habitual de su repertorio. En la primera vuelta, de 19 encuentros los leones tuvieron el control del balón en 10 de ellos, y su media de posesión fue del 48,3%, es decir, el 11º equipo que más dominio ejerció sobre el esférico.

En las 10 jornadas que llevamos de segunda vuelta, los de Txingurri han superado en posesión a sus rivales en 6 encuentros y en uno, el último ante el Betis, se lo repartieron a partes iguales; lo cedieron ante Barcelona, Real Madrid y Getafe.

Es indudable que la omnipresencia de Beñat y San José en la medular ha crecido enteros. El primero ha jugado el 90% de los minutos posibles en Liga, en tanto su pareja llega al 76%. Datos que explican la razón por la cual dentro de la plantilla ese sea el puesto más caro para los menos habituales. En defensa, Gurpegi, Bóveda o Lekue han participado entre el 23 y 30% de los minutos totales en Liga; en el ataque, Sabin Merino en el 41% y Eraso en el 27%, bajando más Muniain pero por su larga lesión. Sin embargo, encontramos que entre los centrocampistas, Rico ha disputado el 15% de los minutos en Liga, Iturraspe el 13% y Elustondo el 12%.

Hasta intercambian roles

Alguien dijo una vez que Robben y Ribery en el Bayern eran una pareja que necesita dormir en bandas separadas para mantener la pasión. Beñat y San José necesitan sentirse acurrucados para que su idilio perdure en el tiempo. Una pareja que curiosamente no solo se complementa en sus funciones, sino cada vez más igualitaria en la asunción de roles. El vizcaino no solo marca el ‘tempo’, reparte juego en corto o en largo, o asiste a los delanteros, sino también corre y roba balones; el navarro ya no solo es el apagafuegos por delante de la línea defensiva o casi infranqueable por alto, sino que el grado de confianza que tiene a día de hoy es tal que pone balones de gol como a Sabin Merino el domingo, desplaza en largo, sorprende con cambios de juego o se atreve cada vez más con pases al primer toque.

El de Atarrabia lleva camino de ser un fijo en la lista para la Europa, junto a Aduriz; que estuviera también el de Igorre sería demasiado, aunque igualmente merecido. Intocables para Valverde salvo por necesidad, ellos proponen y Aduriz, y si se tercia Merino, disponen.

Valverde y la necesidad de tener contentos a los once suplentes

Decía Rodney Marsh, exjugador inglés, que todo lo que tiene que hacer un entrenador es tener contentos a once jugadores: los once suplentes –bueno, John Toshack añadiría que también a sus mujeres, novias, padres, hijos...–. Los once titulares ya son felices porque son titulares. Felices o no en las últimas fechas sí ha quedado de manifiesto que los jugadores menos habituales cuando el técnico cuenta con ellos, por lo general responden. Dos partidos en cuatro días, 19 futbolistas utilizados y a buen nivel. Tanto que el propio técnico reconocía el domingo que «hacer la convocatoria resulta complicado porque por ejemplo hoy no ha venido convocado Iturraspe que fue titular el otro día, tampoco Eraso que podría ser titular en cualquier partido. Es un problema muy bueno, es la peor parte para un entrenador, no es una situación sencilla, pero es la que todos queremos, no echar de menos a los jugadores que no están». No se echó de menos a Beñat, y eso fue culpa de un pletórico San José, pero también de un portentoso Rico. Ni siquiera a De Marcos o Balenziaga. Quizá la parte menos amable –es evidente que el de Arrigorriaga o Elustondo querrían tener más minutos– sea la situación de un Viguera al que ni siquiera Valverde dio minutos ante el Betis en lugar de mantener el descanso a Aduriz, de un Eraso que ahora mismo lleva dos partidos sin ser convocado o de un Iturraspe que no termina de asentarse ni siquiera en las convocatorias.J.V.