Pablo CABEZA
BLBO

Amy Winehouse y Janis Joplin, inadaptadas unidas por el talento

«Amy», el documental sobre la vida de Amy Winehouse, cuenta con múltiples imágenes inéditas de archivo y entrevistas con ella, quien murió en julio de 2011 a los 27 años por parada cardíaca como consecuencia de sus excesos con el alcohol, situación agravada por su bulimia. «Janis, little girl blue» retrata la vida de Janis Joplin, otra alma dolida repleta de talento y que también fallecía a los 27 años víctima asimismo de sus adicciones.

«La gente que ve la película tiende a sentirse un poco culpable. Una lectura de esto es que se nos metió en la cabeza que podíamos intimidar a esta chica o unirnos para reírnos, porque ella no contestaría y no tenía a nadie a su alrededor que pareciese importarle. Nunca nos paramos a pensar en lo que estábamos haciendo con ella. Se trataba de una chica que tenía una enfermedad mental, pero cada comediante, cada presentador de televisión... todos se burlaron de Amy con gran facilidad, sin ni siquiera pararse a pensar. Todos nos dejamos llevar», reflexión del londinense Asif Kapadia, director del biopic “Amy”, y que consiguió hace unos meses el Óscar al mejor documental.

En la ceremonia, Kapadia describió a Amy como «divertida, inteligente e ingeniosa. Alguien especial, alguien que necesitaba cuidados. Yo solo quería hacer una película para mostrar al mundo quién era en realidad».

El productor James Gay-Rees añadió: «Es para los fans de Amy, que la querían tanto en los buenos como en los malos momentos».

Mientras tanto, Mitch Winehouse, el padre de Amy, no mostraba entusiasmo, según él porque el documental concluye que Amy murió por una intoxicación etílica extrema (certificado por el forense), mientras que Mitch afirma que su hija llevaba limpia tres años. Asimismo hay momentos en los que Winehouse no sale bien parado, ya que se ve cómo graba partes de la vida de su hija para fines comerciales propios.

Adele afirmaba en una entrevista para la revista “I.D.” que se sintió muy incómoda viendo el documental, en especial cuando se exponían temas personales que para Adele eran como fisgar en la vida privada de Amy sin su permiso. Reconocía, de paso, la influencia que tuvo en su carrera y que fue el álbum “Frank” el motivo por el que ella se animó a tocar la guitarra y a componer. «Sin la guitarra no habría escrito ‘Dreamer’, ‘Hometown’ o ‘Someone like you’», precisó.

La banda sonora original de “Amy” contiene veintitrés canciones que se reparten entre Amy Winehouse y Antônio Pinto casi al cincuenta por ciento. Amy es el motivo, con su dúctil voz y su forma única de interpretar el soul, el jazz, el pop, el r’n’b o incluso el ska, pero el compositor brasileño dibuja desde el piano, teclados o desde los arreglos de cuerda momentos de lirismo preciosista como en “Poetic finale”, “Walk”, “Amy lives”, solo piano descarnado, “Arrested” o la sutil “Amy arrested”, con piano, cuerda y guitarra acústica, una pieza de herida sensibilidad. Asimismo, la BSO incluye seis minutos cautivadores de Strange Cargo, alias del músico electrónico y de ambiente William Orbit.

“Frank” y “Back to black” son sus álbumes oficiales, pero la industria se ha encargado de publicar diferentes referencias y refritos, descartes de un momento que en la voz de Winehouse dejan de serlo, como esta misma banda sonora.

«Janis, little girl blue»

La historia aguardaba un documental ambicioso sobre la vida de Janis Joplin, una voz con menos registros estilísticos que los de Amy, pero no menos singulares, ya que su timbre y forma de cantar/sentir el blues, el blues-rock y el rock-blues sicodélico se encuentran en la cima de todos esos géneros.

En 1975 se realizó un tímido documental canadiense sobre la figura de Joplin, pero han tenido que pasar cuarenta años para dar con la californiana Amy J. Berg y sus cien minutos de Janis Joplin, una chica nacida en Port Arthur, Texas, en 1943.

Inteligente, muy por encima de la media, insatisfecha y decidida, Joplin pronto dejó a sus amistades naturales para entablar relación con una pandilla de chicos marginales que tenían discos de blues. Pasó por episodios desgarradores, como tener que “confesarse” con sicólogos y siquiatras sin saber muy bien por qué.

En 1961 sus padres le pagan un viaje a Los Ángeles ante la insistencia de Joplin; no están convencidos, pero no hay quien pueda frenar las ganas de buscar su destino, además viviría en la casa de una hermana de Dorothy Joplin, su madre.

Tras una azarosa secuencia de acontecimientos, de idas y vueltas, de cambios de planes, Joplin termina en San Francisco años después. Janis apuntó en variadas ocasiones que su viaje a Frisco fue para experimentar: «Quería fumar droga, tomar droga, lamer droga, chupar droga, aspirar droga, joder con la droga. Cualquier cosa que se cruzara en mis manos quería hacerla».

Asif Kapadia se encontró con un considerable número de filmaciones sobre Amy, por lo que no tuvo la necesidad de construir un documental basado en el apoyo de entrevistas valorativas. Sin embargo Amy J. Berg sí tuvo que recurrir a este viejo método pues el material filmado estaba muy usado y era justito. Sucesión de imágenes que no definían la vida de Joplin, que la cuentan las cartas (cedidas por primera vez) que escribía a su familia y amigos más la opinión de diferentes músicos.

La artista Cat Power es la narradora y gente como Clive Davis, Cass Elliot, Melissa Etheridge, Jimi Hendrix, Kris Kristofferson, Lennon, Juliette Lewis, Country Joe McDonald, Otis Redding... o Bob Weir dan su opinión. La mayoría desde el presente, algunos en su época.

La banda sonora recoge momentos junto a Big Brother & the Holding Company y en solitario. Tomas de estudio y en directo. Lo suficiente para terminar desolados ante la fuerza interpretativa y emocional de Joplin por mucho que no haya nada nuevo. La escucha concluye con un: «No, no hubo nadie como ella».