Maitane ALDANONDO

Edurobotic enseña robótica a los niños mediante el aprendizaje activo

Una oferta de un centro escolar fue el impulso que llevó a Nuncy Gómez y Sergio Martín a dar el paso al emprendizaje. Sumando su formación y experiencia pusieron en marcha un negocio centrado en la enseñanza de tecnología a alumnos de Primaria y de la ESO.

Edurobotic es una empresa dedicada a la enseñanza de la informática para niños que promueve el aprendizaje activo. Nuncy Gómez y Sergio Martín tuvieron la idea en un cajón durante cerca de un año, hasta que les llegó la propuesta de un centro que buscaba extraescolares relacionadas con la informática, pero con contenidos diferentes. Formaron una comunidad de bienes y empezaron dando clases en dos centros. Ella es informática y él ingeniero, y juntos se encargaban de todo lo relacionado con la empresa y las clases. Hoy apenas dos años después son 10 en la plantilla y enseñan en 17 centros de la Margen Izquierda de Bilbo. Están muy contentos con estos primeros meses de andadura, especialmente, porque como señala el responsable «además de crear una empresa estamos generando empleo, sobre todo para recién licenciados. No nos vamos a hacer ricos en breve, pero sacamos un sueldo para nosotros dos y para pagar a los profesores dignamente».

Martín ha sido autónomo «toda la vida» pero en esta experiencia emprendedora han contado con el asesoramiento y el acompañamiento de una agencia de la Diputación de Bizkaia y del Zitek, que les cedió una oficina en el vivero de empresas científico-tecnológicas para alumnos y ex-alumnos de la UPV situado en la Escuela Náutica de Portugalete. No son una academia al uso, ya que imparten las clases en los propios centros y no en su sede. Al principio les costó llegar a los colegios, pero el boca a boca está siendo importante para crecer, además de la labor comercial propiamente dicha. Sus previsiones señalan que la tendencia se mantendrá, de hecho, ya han empezado a expandirse a Araba, principalmente Gasteiz, y Cantabria, donde tienen una persona encargada de la comercialización de sus servicios.

Los talleres que ofrece Edurobotic están destinados a alumnos de Primaria y de la ESO. Tienen una duración semanal de una hora y media y un coste mensual de 28€. Tiene dos tipos de clientes: los niños y sus padres. Admiten que ser padres y tener una edad similar a la de sus clientes supone una ventaja, ya que saben lo que esperan de ellos y procuran darlo. Les enseñan robótica a través de los robots LEGO, que junto con las piezas habituales cuentan con motores y sensores, y programación reproduciendo juegos o creando animaciones. «Los niños se dan cuenta del valor que tiene lo que crean, que es único porque lo han hecho ellos», apunta Martín. Les muestran qué hay detrás de la tecnología que utilizan a diario, fomentando al mismo tiempo habilidades como la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la sociabilidad o la expresión oral. Además, tratan de que lo apliquen también en los trabajos que les piden en el colegio, uniéndolo al material que estén estudiando.

Otro de los servicios que ofertan son las colonias tecnológicas. Tienen lugar los meses de junio y julio en Bilbo y Portugalete. En ellas imparte robótica y programación e introducen a los participantes de entre 5 y 12 años en el mundo maker a través de proyectos en los que también les enseñan algo sobre electricidad. Martín admite que les gusta transmitir estos conocimientos a los niños porque están ávidos de aprender. «Vemos que las vocaciones científicas están bajando, que hay pocas chicas en estas carreras... Queremos que vean la Ciencia y la Tecnología como algo atractivo». Tendrán oportunidad de hacerlo también con un público más adulto ya que les están empezando a llamar de aulas jóvenes y bibliotecas. De hecho, esta semana comienzan uno en Portugalete sobre impresión 3D para jóvenes de entre 14 y 30 años.

 

Pasar de empresa de servicios a producir, reto para el futuro

Edurobotic es una empresa que ofrece servicios educativos relativos a la informática y la robótica, pero sus responsables quieren que sea algo más. Los programas y robots que utilizan son de terceras empresas; los compran y los usan para enseñar. Sin embargo, el objetivo de cara al futuro, cuando tengan el tiempo y la financiación necesaria, es producirlos ellos mismos, tal y como explica Sergio Martín, socio de la empresa. «Queremos diseñar, construir y producir nuestro propio robot educativo. No solo dar servicio, sino crear algo físico que niños de otros sitios y otras empresas puedan comprar. En algún momento lo pondremos en marcha».