Nerea GOTI
MANIFESTACIÓN «EN DEFENSA DE NUESTRA INDUSTRIA»

Políticos interpelados y obreros afectados marchan juntos en Bilbo

LA MARCHA DE AYER EN BILBO FUE «EN DEFENSA DE LA INDUSTRIA» SÍ, PERO TAMBIÉN PARA PEDIR «UNA POLÍTICA INDUSTRIAL REAL» A INSTITUCIONES QUE SE CENTRAN «MÁS EN LA PROPAGANDA QUE EN EL IMPULSO DE PROYECTOS», POR ESO CHOCÓ Y CABREÓ QUE PNV Y PP TAMBIÉN SE MANIFESTARAN, AUNQUE HUBO QUIEN VIO UN GESTO DE SUMA A LA LUCHA.

Varios miles de personas se manifestaron ayer por la Gran Vía de Bilbo «en defensa de nuestra industria» y para reclamar a las instituciones «una política industrial real». La respuesta fue un tanto peculiar, porque a la movilización con la que los sindicatos convocantes denunciaban la inactividad de «gobiernos absolutamente sumisos al poder económico», más preocupados por la «propaganda» y que «imponen leyes como la reforma laboral», se sumaron fuerzas políticas que sustentan gobiernos directamente interpelados en la protesta, y su aparición no pasó desapercibida.

Minutos antes de que arrancara la manifestación en el Sagrado Corazón, una delegación del PNV con la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, a la cabeza se colocó ante los micrófonos que recogían las declaraciones de los sindicatos para dejar sentado que la industria es «la apuesta inequívoca» del Ejecutivo Urkullu y de las diputaciones y que la protesta de ayer no es tal sino «una muestra de la unión de todo el país». Resultaba chocante la contundencia de su mensaje marchando junto a trabajadores que llevaban pegatinas sobre buzos y cascos con lemas como “Urkullu despierta, el paro está en tu puerta”.

También estuvo la secretaria general del PP de la CAV, Nerea LLanos, y su homóloga del PSE, Idoia Mendia, que había convocado a los medios al comienzo de la marcha para hacer declaraciones y dejar sentado que «nosotros aquí podemos y debemos hacer más» utilizando «bien el autogobierno».

Coincidiendo con la aparición de los políticos estallaron algunos petardos con notable intensidad, entre pitos y bocinas que no cesaron hasta el final de la protesta. Entre los participantes, algunos aplaudieron que las fuerzas políticas al frente de los gobiernos se sumen a la reivindicación, otros consideraron una desfachatez que los directamente interpelados por la manifestación participen en ella como si no tuvieran ninguna responsabilidad.

La cuestión es que mientras la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, proclamaba desde Bermeo que hay datos para afirmar que el sector industrial «está mejorando» pese a sectores con dificultades como el acero, en Bilbo marchaban varios miles de trabajadores con pancartas propias, no solo Arcelor Mittal, sino también plantillas como las de Vicinay Sestao, para denunciar recortes en una empresa que cerró el ejercicio con beneficios; Pine-Ingeteam, contra los despidos; Gamesa, por un convenio digno; Eaton, en lucha contra los despidos, y contratas de Arcelor como SSC, cuyos trabajadores llevan «dos meses en ERE», entre otros.

La movilización, que contaba con la adhesión de decenas de comités de empresa, caso de Mercedes Benz, Aernnova, Gerdau, CAF, Bridgestone, Tubacex, Vidrala, Olarra, Cegas, Condesa y Petronor, entre otros, también estuvo secundada por colectivos de parados, que denunciaron que la «subcontratación», el trabajo a destajo y las horas extras «quitan el trabajo». «¿Qué nos van a decir los que vienen a sacarse la foto?» comentaron a GARA integrantes de asambleas de parados, que denunciaron que se sienten «excluidos del mercado laboral».

«Indefensos»

«Venimos a apoyar la lucha obrera y a decir que necesitamos no solo una industria fuerte sino un mercado laboral fuerte. No puede ser que haya gente cobrando 500 euros al mes trabajando 12 horas. Nos sentimos amenazados y totalmente indefensos ante esa situación y eso se permite», comentó a GARA Mikel Díez, de la Asamblea de Bilbo. «Solamente nos ha apoyado EH Bildu», comentó, al tiempo que criticó que han hablado con muchos otros políticos sobre lo que esta pasando en el mercado laboral «y no hacen absolutamente nada».

A la situación general se refirió la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, al denunciar que la reforma laboral en vigor es la responsable de la destrucción de 75.000 empleos en la industria y criticar que el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña, sitúe el problema en las prestaciones sociales cuando «sabe que la bomba que nos explota en las manos es la destrucción de empleo».

Otras luchas se entrelazaron también con la movilización obrera en Bilbo a la altura de la Plaza Elíptica, donde los participantes en los actos en favor de los derechos de las personas refugiadas apoyaron con aplausos la manifestación y esta correspondió con aplausos a la iniciativa solidaria.

En el mismo punto, la Marcha Mundial de las Mujeres aplaudió las luchas obrera y feminista desde su protesta contra la explotación en la industria textil, en la que mostraron prendas con eslóganes como “¿Qué precio tiene una vida?” en defensa de los derechos laborales y el cumplimiento de los compromisos de las grandes marcas de ropa, coincidiendo con el tercer aniversario de la tragedia de Rana Plaza en Bangladesh, donde 1.138 personas murieron en el derrumbe de una fábrica.

Participantes en la marcha se hicieron con algunas de esas prendas para seguir su camino al Arenal, donde la movilización se cerró con la lectura de la declaración firmada por las cuatro centrales convocantes, en la que denuncian que «una gran mayoría de las grandes empresas industriales de Euskal Herria se encuentran en manos de multinacionales y «los diferentes gobiernos han acompañado la deslocalización de los centros de decisión, mostrándose entusiastas ante cada venta de una compañía». Aplausos y pitidos despidieron el acto entre gritos de “Jo ta ke irabazi arte” y se produjo el encuentro con solidarios asturianos de la planta de Arcelor Mittal, del sindicato CSI y del colectivo Parados Precarios de Asturias, que llegaron armados con banderas y gaitas.