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BRUSELAS

La UE hace encaje de bolillos con su errática política hacia los refugiados

La Comisión Europea (CE) propuso ayer que los turcos puedan entrar en la Unión Europea sin visado para finales de junio –era una de las condiciones impuestas por Ankara para cumplir el acuerdo sobre refugiados– y que los Estados miembros paguen por no participar en el sistema de reparto de demandantes de asilo.

La CE propuso ayer una exención de visados a más de 80 millones de turcos para efectuar viajes inferiores a 90 días, de turismo o por razones familiares, en el espacio Schengen. Esa era una de las condiciones impuestas por Ankara para implementar el controvertido acuerdo firmado con la UE en materia de refugiados. El Gobierno de Erdogan amenazó con no aplicarlo si Bruselas no cumplía la promesa de liberalizar los visados para los turcos.

La exención de visados aún debe ser debatida en el Parlamento Europeo y por los Estados miembros, y está sujeta a que Ankara cumpla con los 72 criterios que Bruselas le exige, entre ellos, la lucha contra la corrupción, la protección de datos, la colaboración judicial con todos los Estados miembros, una cooperación reforzada con Europol y la revisión de la legislación y las prácticas contra el «terrorismo». «Si Turquía sigue por el mismo camino, podrá cumplir con los requisitos que quedan pendientes, que son 5 del total de 72», indicó el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans.

En el caso de los pasaportes, Turquía empezará a emitir documentos con los datos de las huellas dactilares y la imagen facial en su chip desde junio y tendrá hasta finales de año para actualizarlos.

El precio de un pasaporte biométrico para los ciudadanos turcos será de unos 200 euros, según fuentes europeas, que apuntaron que ese monto elevado garantizará que el viajero «pueda mantenerse por sus propios medios durante su estancia en la Unión Europea».

En opinión de Timmermans, el acuerdo con Turquía ha dado «claramente resultados», ya que se registran «menos de 100 llegadas por día a las islas griegas, en vez de los miles que hubo durante el otoño».

El miércoles, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, consideró que el paso dado por la Comisión Europea marca «una nueva página en el proceso que tenemos por delante para las relaciones con la UE».

Ante la proximidad de la exención de visados para Turquía, pero también para Kosovo, Ucrania y Georgia, los países miembros de la UE han reclamado a la CE en el contexto de la actual crisis de refugiados que refuerce el mecanismo de suspensión temporal de la exención de visados en determinadas circunstancias. Por ello ayer propusieron relajar los motivos que los socios europeos pueden alegar para reintroducir temporalmente los visados y acortar el periodo desde que presenten sus motivos hasta que la CE les dé una respuesta.

La Comisión Europea optó, además, por mantener el reglamento de Dublín, según el cual el responsable de gestionar la demanda de asilo es el Estado por el que accede a la UE el solicitante. No obstante, sugirió completarlo con un mecanismo de reparto cuando la nación de entrada se vea desbordada al superar el 150% de su capacidad de acogida. Si un Estado miembro rechaza recibir en el marco de este reparto de «emergencia» a un solicitante de asilo, la CE plantea que haga una «contribución solidaria» de 250.000 euros por cada refugiado. Este monto será entregado al país que reciba al solicitante de asilo.

Hungría, que se opone a todos los mecanismos de reparto por cuotas elaborados por la Comisión, reaccionó de inmediato a este anunció, que consideró «inaceptable» y calificó como «chantaje».

Grecia intenta vaciar El Pireo e Idomeni

El Gobierno griego retomará este fin de semana la reubicación de migrantes y refugiados desde el campamento improvisado del puerto de El Pireo hacia los centros de acogida de la región de Atenas. Se espera que las autoridades transfieran a otras 500 personas a estos centros organizados.

En el campamento de El Pireo permanecen en estos momentos 2.169 refugiados, la mayor parte en el depósito de piedra y en la terminal E1, por lo que los muelles de pasajeros ya están completamente despejados cuando Grecia se encuentra a las puertas de la temporada turística.

Ayer por la mañana llegaron al puerto ateniense en el transbordador de pasajeros Ariadna 32 refugiados procedentes de Mitilene.

Otro punto caliente de la región capitalina es el centro de acogida provisional en la sala de llegadas del antiguo aeropuerto internacional Ellinikon, donde se encuentran ya 1.151 refugiados. Al contrario de los otros dos campamentos instalados en el terreno del antiguo aeropuerto internacional, éste carece de instalaciones adecuadas.

Otra de las prioridades del Gobierno es la evacuación del campamento de Idomeni, en la frontera con Macedonia, donde todavía viven, en condiciones muy difíciles, 10.172 refugiados.GARA