Pablo CABEZA
BILBO

Eric Clapton respira entre el blues y las versiones en «I still do»

Lo que va de 2016 está siendo un año con numerosos regresos discográficos de solistas y bandas veteranas. Esta misma semana ya está en tiendas el nuevo álbum de Bob Dylan, «Fallen angels», y Jeff Beck anuncia con un single que regresa en junio con disco. Clapton lo hace con «I still do», un álbum donde el guitarrista de Surrey, Inglaterra, refuerza su enlace con el blues y las canciones de ritmo medio tranquilas y, en ocasiones, sombrías.

Eric Clapton cumplía el pasado mes de marzo 71 años. En declaraciones recientes comentaba que quizá ya era edad para pensar en el retiro y que este podría ser «su último disco de estudio». Pueden ser declaraciones coloristas para motivar a sus seguidores o simplemente la derivada de una larga carrera.

«Clapton is God», se escribe por las paredes de Londres a mediados de lo sesenta, cual grafitis pioneros. En esa primera mitad de los sesenta, Clapton está rodando con los históricos Yardbirds. El guitarrista ama el blues, el sonido sin concesiones. No intuye lo que iba a ser la industria discográfica años después. El productor de la banda quiere que el nuevo tema estrella sea “For your love”, de Graham Gouldman, curioso, porque luego formaría parte de 10cc, una banda de relativo éxito, pero sin tener mucho que ver con ese pelotazo que fue “For your love”. Paul Samwell-Smith, el productor, acierta de pleno, pero para Clapton esa canción era una concesión y, además, apenas tenía una guitarra evidente, un solo. Abandona el grupo, según él le echan, se queja, se lame, y busca la redención en los Bluesbreakers de John Mayall. En los Yardbirds, por cierto, le sustituye Jeff Beck. Con Mayall se convierte en ese dios pagano que no termina de asimilar, bien porque no le gusta la notoriedad o por la grandiosidad de la frase. El caso es que, finalmente, no le hace ascos al título porque «viene de la calle», según el mismo declara.

Clapton no tarda en abandonar a Mayall, en su lugar entra Peter Green, otro fenómeno, aunque con muy mala suerte en su carrera. Al margen de sus problemas síquicos. A Peter Green se le pudo ver en el salón de actos de Escolapios de Bilbo a primeros de los ochenta. En 1966, que para los veteranos será aún como ayer, se crea Cream, un power trío impresionante formado por el propio Clapton, Jack Bruce, bajo, compositor y voz (fallecido en 2014 con la actual edad de Clapton, 71 años) y Ginger Baker, un batería poderoso que sigue a sus 76 años tocando en directo. Baker actúa por primera vez en Euskal Herria en Basauri a mediados de los ochenta, en un espacio inapropiado.

En 1969 Clapton se integra en Blind Faith junto a Steve Winwood, extraordinario músico que venía de los disueltos Traffic, el mismo Ginger Baker y Rick Grech, de los muy estimados Family. Con ellos deja un excelente disco homónimo, pero los egos y las insatisfacciones personales acaban prematuramente con la experiencia. Después nace Delaney & Bonnie and Friends (1970), su primer álbum en solitario (1970), Derek and the Dominos (70-71) y su carrera en solitario, con unos primeros años donde su adicción a la heroína casi le deja fuera del camino.

«I still do»

Clapton regresa con un álbum de versiones, una vez más; se confirma que la composición no es su fuerte. “Riding with the King”, es un álbum de covers junto a BB King (2000); “Me and Mr. Johnson” (2004) recala en el cancionero del bluesman Robert Johnson; ese mismo año se edita “Sessions for Robert J”, rescollos del anterior; en 2005 graba “Back home”, es mitad y mitad en creación; “The road to Escondido”, son canciones de su amigo JJ Cale (fallecido en 2013 a los 74 años) interpretadas por ambos. “Clapton” (2010) incide en las revisiones; “Old sock” (2013) alberga dos composiciones propias, el resto recuerdos y muchos invitados de nivel; “The Breeze: An Appreciation of JJ Cale” (2014) trata de homenajear a JJ Cale, más versiones.

«I still do» suma a su balance de composiciones una y media, el resto blues y un poco de todo bajo la dirección del curtido Glyn Johns. La portada es un sobrio retrato de Clapton realizado por Sir Peter Thomas Blake, que pasa a la historia por ser el autor gráfico del “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, de los Beatles.

Musicalmente incluye dos versiones más de JJ Cale, bluesman diversos y otros protagonistas, como Bob Dylan. Su guitarra mantiene la personalidad de su sonido, estilo y talento interpretativo, pero se resiente en el atractivo, en la pasión y en la esperada sorpresa. Los ritmos medios predominan, para entusiasmo de los tranquilos.