GARA
BRUSELAS
NEGOCIACIONES ENTRE ATENAS Y EL EUROGRUPO

Bruselas se resiste a liberar nuevos préstamos a Grecia

El Eurogrupo se reunió ayer en Bruselas con el objetivo de desbloquear un nuevo tramo del programa de préstamos a Grecia y abordar el alivio de su deuda pública, condición que el FMI impone para seguir participando en el programa. Al cierre de esta edición, los ministros de Finanzas seguían reunidos, incapaces de desencallar el acuerdo.

Aprobaron nuevos recortes, pasaron por encima de su programa electoral y hasta se zamparon el resultado de un referéndum. Pero aun así, el Eurogrupo sigue exigiendo nuevas medidas al Gobierno griego encabezado por Syriza. La reunión que los ministros de Finanzas de la zona euro celebraron ayer en Bruselas se preveía plácida, después de que el Parlamento heleno aprobase el domingo un nuevo paquete legislativo para facilitar el desbloqueo del nuevo tramo del programa de préstamos de la troika, pero al cierre de esta edición seguían encerrados a puerta cerrada.

Según la poca información filtrada a última hora de ayer, sin confirmación oficial, varios ministros de la eurozona habrían reclamado a su homólogo griego, Euclid Tsakalotos, más detalles sobre las medidas adoptadas por el Gobierno griego para cumplir con las condiciones del programa, tras lo cual habrían accedido, a última hora, a desbloquear los préstamos pendientes por valor 10.300 millones de euros en dos tramos. Un primer desembolso de 7.500 millones ahora en junio, y un segundo con el resto en setiembre. En cualquier caso, será hoy cuando se confirmen los términos del hipotético acuerdo.

Tensión con el FMI

La posición del Eurogrupo se ha endurecido tanto que el principal terreno de disputa ya no es con el Gobierno de Atenas, sino con el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), tercera pata de la troika junto a la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. El FMI lleva varios meses advirtiendo de que las condiciones impuestas a Grecia para acceder al tercer programa de rescate condenan dicho programa al fracaso, ya que no hacen sino aumentar la deuda pública griega y taponar cualquier tímido crecimiento.

En este sentido, uno de los principales campos de batalla es el objetivo de superávit primario (el calculado antes de pagar a los acreedores), que las instituciones europeas insisten en mantener en un estratosférico 3,5% para este año y que el FMI pide rebajar en dos puntos.

Pero la principal lucha se da en el terreno de la deuda pública griega, de la que la institución financiera internacional exige un alivio. De hecho, el alivio al que países como Alemania se resisten, es para el FMI una condición sine qua non para seguir colaborando en el programa de préstamos.

En cualquier caso, antes del inicio de la reunión de ayer, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró que «no hay ninguna opción de avanzar sin el FMI», añadiendo que «hay razones para contemplar un alivio de la deuda, porque esta es muy alta y dará problemas en el futuro». Eso sí, Dijsselbloem volvió a rechazar de plano una quita nominal de la deuda, que solo se podrá dar en el ámbito de los intereses.

Los griegos no vieron ni un euro de los rescates entre 2010 y 2015

Desde el primer «rescate» de 2010, Grecia ha recibido en préstamos 234.700 millones de euros. Según un informe del portal económico heleno Capital.gr, ni un solo euro de estas «ayudas» fue a parar a los presupuestos de Grecia. De hecho, según el estudio, entre la amortización de la deuda, los intereses generados y la recapitalización de los bancos, Atenas se ha gastado 240.000 millones de euros. Es decir, que ha salido perdiendo, ya que las obligaciones derivadas de los programas de rescate han sido mayores que los ingresos recibidos de dichos programas.

Los resultados del estudio no son muy diferentes de los publicados por el diario alemán «Handesblatt», que a principios de mayo aseguró que el 95% del dinero de las ayudas fue a los acreedores y solo un 5% fue a parar a las arcas públicas.GARA