Tras la cadena humana que llenó el domingo todo el trayecto entre el Oncológico (en la zona hospitalaria, sobre Anoeta) y la sede del Gobierno foral (en el centro de Donostia), la Diputación de Gipuzkoa arremete tanto contra los profesionales médicos que alertan de los riesgos de la incineradora como contra «la izquierda abertzale». El portavoz, Imanol Lasa, exigió a este sector político ayer en Onda Vasca que «deje de meter miedo». Más que aportar garantías sobre el proyecto, se escudó en que aún no está licitado (se prevé hacerlo antes de verano) y se hará «con la tecnología, los permisos y los controles medio ambientales más avanzados».

Lasa atacó también a los médicos que han hecho un informe detallando los riesgos. Les replicó que «no todas las afirmaciones tienen el mismo peso ni la misma credibilidad» y reclamó «hablar con seriedad y rigor. No basta tener el título en Medicina y lo digo desde el respeto». En su opinión, «no hay evidencia científica» de que esta planta vaya a tener efectos contrarios a la salud y el medio ambiente. EH Bildu y Podemos han pedido una comisión de trabajo en Juntas Generales al respecto.

Frente a ello, la Diputación argumenta que ha firmado un convenio con Biodonostia para contar «con todas las garantías científicas»&flexSpace;y añade que la Unión Europea «establece los controles más exigentes para este tipo de instalaciones».

Sobre la cadena humana, Lasa dijo «respetar» a la gente que «expresa su opinión de manera pacífica y civilizada» y aseguró que Diputación «atenderá todas las opiniones que exprese la ciudadanía democráticamente».

Gipuzkoa Zutik

Mientras tanto, en la Plaza Gipuzkoa continúa desarrollándose la iniciativa Gipuzkoa Zutik. Haciendo frente a las tormentas de estos días, de lunes a martes pernoctaron allí decenas de personas resguardadas en nueve tiendas de campaña.

Por la mañana hubo ocasión de compartir experiencias con algunas protestas sindicales que se realizaron ante la sede del Gobierno foral, y por la tarde hubo una charla de Ekai Txapartegi sobre medios de comunicación y contrapoder, además de la posterior asamblea diaria.

La Ertzaintza patrulla incesantemente por la zona y ayer también procedió a identificar a tres de los activistas.