Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

Gipuzkoa Zutik no se arredra en una pelea que se prevé de largo recorrido

Policía municipal y Ertzaintza desalojaron ayer por la mañana el campamento levantado el domingo por personas contrarias a la construcción de la incineradora de Zubieta, aunque los promotores de la iniciativa advirtieron de que «si creen que desalojando una plaza van a acabar con el movimiento están muy equivocados». Dicho y hecho, por la tarde regresaron al mismo lugar, con más fuerza si cabe y a pesar de los obstáculos de la Policía autonómica.

La Policía desalojó ayer a las personas acampadas desde el domingo en protesta contra la incineradora de Zubieta en la Plaza Gipuzkoa de Donostia. «Habría que saber qué interés hay en parar una protesta pacífica. Estamos defendiendo una idea; si creen que desalojando una plaza van a acabar con el movimiento están muy equivocados. No han acabado con esto, sino que le han dado alas», explicó un portavoz de la plataforma antiincineración Gipuzkoa Zutik. «Por la mañana hemos recibido un aviso de que venía la Ertzaintza, por lo que hemos realizado una reunión para decidir cómo actuar. Han venido los municipales y los ertzainas y nos han dicho que o nos íbamos o nos echaban», relató. Según lo explicado, la Policía no les dio tiempo de decidir qué iban a hacer y comenzaron a recoger las tiendas de campaña y sus objetos personales. Desde allí marcharon al Boulevard donde realizaron una asamblea para decidir cómo se desarrollaría la jornada, en la que tenían previsto ofrecer dos conferencias.

Continúan las asambleas

Un numeroso grupo se reunió al rededor del paracaídas de colores, de los que se utilizan para realizar juegos cooperativos y que ya se han convertido en un símbolo. Allí decidieron continuar con las asambleas.

Horas después, tras la asamblea vespertina volvieron a emprender camino hasta la Plaza Gipuzkoa, y aunque la Ertzaintza intentó cerrarles el paso, tras desviarse de su camino y hacer una multitudinaria sentada en la calle Elkano, finalmente lograron llegar hasta su destino, donde retomaron la acampada y sus actividades.

El grupo municipal de EH Bildu, en una nota, apoyó a los manifestantes criticando que el Gobierno de PNV-PSE «ha querido truncar la protesta». «Quieren imponer la incineradora haciendo caso omiso a los consejos de los médicos y a las opiniones de miles de ciudadanos», aseguró el grupo soberanista. Recordó que cuando surgió el movimiento 15M ya se hizo una acampada en Donostia y que ni el Gobierno de Odón Elorza ni el de Juan Karlos Izagirre se opusieron a esa protesta, mientras que, censuraron, Eneko Goia «ha optado por otro camino». La Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria denunció «a quienes por medio de la violencia quieren imponer la incineradora». ELA y LAB también criticaron la actitud del consistorio.

GuraSOS pide que el asunto se despolitice y se socialice

El movimiento GuraSOS de padres, madres, abuelos, abuelas, tíos y tías preocupadas por las consecuencias que la incineradora pueda tener en su salud y en la de los niños y niñas pidió que se pase «de un escenario de confrontación y politización a otro de socialización y acuerdo».

«Pedimos que se desista del proyecto de instalar la incineradora ya que hoy por hoy no existe garantía suficiente de la inocuidad de este tipo de instalaciones. Tratar de frivolizar esa legítima preocupación e inquietud resulta como poco desconsiderado para con unos padres y madres que ven cómo nadie quiere al monstruo cerca de su casa y se les acusa de alarmistas por temer que puedan existir razones para que eso ocurra», aseguraron. Criticaron la postura del portavoz foral Imanol Lasa porque en una entrevista en la radio reprochó a los médicos preocupados por los efectos que la planta podría tener en la salud que no basta con tener un título de médico para opinar sobre la incineradora relegando ese papel a los científicos. Dado que los científicos del CSIC también han determinado que las incineradoras producen más de 20 sustancias muy peligrosas que no son controladas, GuraSOS pide a los representantes forales que abran un camino de distensión que empiece por la desaceleración del proceso de licitación de las obras de la incineradora y la apertura de un proceso de deliberación. GARA