Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
MOVIMIENTOS POSTELECTORALES

Rajoy acaba su ronda sin apoyos y deja en el aire que puede no presentarse

Dice Mariano Rajoy que quiere seguir gobernando, pero también que «si tuviera la certeza total de que es imposible ser investido abriría un período de reflexión con todos». Y, acabada su ronda, solo tiene el posible apoyo del único escaño de CC y la abstención en segunda vuelta de Ciudadanos. Si el PSOE aguanta la presión, no hay gobierno del PP.

Dice Mariano Rajoy que quiere pero quizá no pueda. Tras la primera ronda de encuentros solo tiene garantizados los 137 de su partido, el apoyo más o menos atado del único escaño de Coalición Canaria, el no inicial de los 32 votos de Ciudadanos, que mutarían a abstención en la segunda votación, y el rechazo de los 180 representantes del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDC, PNV y EH Bildu. Y asegura Rajoy que «quiero mojarme y voy a seguir dando la batalla para convencer a quien quiera dejarse convencer». Pero la manifestación de esa voluntad es la antesala del aviso de que «si tuviera la certeza total de que es imposible ser investido abriría un período de reflexión con todos». Y de momento la realidad es que tiene imposible ser investido.

Pero hay también otras realidades paralelas. La dirección de Ciudadanos acordó ayer por unanimidad oponerse a la investidura de Mariano Rajoy en la primera votación, en la que necesitaría una mayoría absoluta claramente imposible, y abstenerse en la segunda, donde basta que los votos favorables superen a los contrarios. A través de un vídeo, Albert Rivera explicó ayer a sus afiliados que «tenemos que ser prácticos y realistas», y «el único plan B, si queremos evitar unas terceras elecciones o unas cuartas, es un Gobierno en minoría del partido que ha ganado las elecciones, en este caso del PP con Mariano Rajoy». Si Ciudadanos ya ha concedido la abstención antes de empezar cualquier negociación, no es imposible pensar que pueda acabar con un sí a Mariano Rajoy presentado también como «táctico».

Sánchez: «A día de hoy, no»

Y por qué iba a pasar Rivera del veto a Rajoy a la abstención y de la abstención a un apoyo, porque el PSOE dice que no dejará gobernar a un PP con 137 votos, pero no está claro qué hará si llegara a sumar 170 con Ciudadanos y Coalición Canaria.

Tras su reunión de hora y veinte minutos de ayer con Mariano Rajoy, Pedro Sánchez salió diciendo que «a día de hoy el PSOE se reafirma en su voto contrario a la investidura». Pero a nadie se le escapa que ningún líder político incluye la especificación del «a día de hoy» si ello no conlleva una intencionalidad superior a la de alargar innecesariamente una frase. Y es que Sánchez apuntó que Rajoy tiene la obligación de buscar una mayoría que le permita gobernar y «de 137 a 176 escaños, le queda un trecho que recorrer en el cual no puede contar con el PSOE».

Otra cosa es qué haría el PSOE en caso de que el PP se acercara a esos 176 escaños.

Sánchez afirmó ayer que «el PSOE siempre estará en la solución. Los tiempos en democracia hay que respetarlos. Es el tiempo de Rajoy, que ha ganado las elecciones, y le corresponde hacer lo que hicieron otros líderes políticos de izquierda y derecha durante la democracia, que es articular mayorías suficientes para garantizar un gobierno estable».

De lo que en ningún caso habla Pedro Sánchez es de intentar mayorías alternativas al PP, como le está pidiendo Unidos Podemos y hasta el PDC catalán. El líder del PSOE prefiere invitar a Rajoy a que se intente entender con el portavoz de PDC en el Congreso, Francesc Homs. El presidente del Gobierno en funciones ya le respondió ayer mismo que no va a pedir apoyo a un partido que está en un planteamiento «radical y absolutamente contrario a la esencia de la Constitución».

«Con los que quieran hablar»

Tras finalizar la ronda de contactos, Mariano Rajoy afirmó ayer que «tengo interés en gobernar. Yo quiero gobernar y tengo la responsabilidad de intentarlo». Ahondó en su voluntad diciendo que «yo estoy dispuesto a mojarme y gobernar sean cuales sean las circunstancias. Tengo muy claro qué es lo que hay que hacer y voy a seguir dando la batalla». Y aseguró que él va a seguir negociando con todos los que quieran hacerlo y que nadie le ha comentado hasta ahora que no quiere seguir hablando.

Pero la cuestión es que a estas alturas solo tiene abiertas posibilidades de negociación con Coalición Canaria. El programa que ha presentado, le podría abrir la puerta a conversaciones con Ciudadanos si entiende que tiene avanzar mucho más en prácticas de regeneración democrática. Pero está muy lejos del PSOE y no digamos ya de Unidos Podemos, catalanes y vascos.

Así que, de momento, su único plan parece ser el de que no se pueden repetir las elecciones «de ninguna de las maneras» porque sería «un disparate» y «una locura», algo en lo que todos los partidos dicen estar de acuerdo.

Pero si Mariano Rajoy no tiene con quién hablar para formar mayorías y tampoco ofrece nada que pueda tentar a nadie más que a Ciudadanos, su única solución es lograr 170 diputados (PP, Ciudadanos y CC) y confiar en que al PSOE le entre el vértigo de unas nuevas elecciones.

Por cierto, ya hay análisis demoscópicos que dicen que quizá repetir no fuera a ser malo para el PSOE. Juanjo Domínguez, que el 20D fue el único que anunció que no iba a haber sorpasso, apunta que Sánchez estaría pisando los talones al PP con Unidos Podemos muy a la baja.

 

El PP oferta un programa de derechas para la defensa de la indisoluble unidad de España

«Unidad de la nación española» y «rechazo de cualquier consulta o referéndum», «rebaja fiscal generalizada» (cuando se pueda), «acuerdo nacional por la Educación» que incluya la «promoción del bilingüismo integrador en las comunidades con lengua cooficial», «reforma electoral para que gobierne la lista más votada en el ámbito municipal» y en general «compromiso de respetar la costumbre de que solo forme gobierno la opción más votada»... estos son algunos de los ejes del «Programa para el Gobierno de España» que el PP remitió ayer al resto de fuerzas políticas y que, de un plumazo, deja fuera de juego a los 24 escaños de ERC, PDC, PNV y EH Bildu. Porque esta es «una propuesta abierta al diálogo y al pacto» pero solo para «partidos constitucionalistas» que «comparten los valores que España ha reclamado mayoritariamente en las urnas» y que también deja al margen a los votantes de Unidos Podemos.

El programa que ayer envió el PP solo puede entrar a negociarlo Ciudadanos, porque da la impresión de que hasta el PSOE queda fuera de la forma en la que Mariano Rajoy pretende «dar respuesta a los retos que plantea el debate territorial». Sus ejes: defensa de la «unidad de España como nación de ciudadanos libres e iguales» y rechazo de «cualquier proyecto soberanista al margen de los principios de unidad y soberanía nacional, y cualquier intento de consulta o referéndum contraria al ordenamiento constitucional y jurídico, dirigido a sustraer la voluntad soberana del pueblo español». Y le decía Pedro Sánchez ayer a Mariano Rajoy que tenía que profundizar en sus conversaciones con Francesc Homs...

No hay nada en el documento que invite a pensar en una reforma de la legislación laboral y el pacto para la educación que se propone no recoge por ninguna parte la posibilidad de introducir correcciones en una LOMCE que se aprobó con el apoyo exclusivo de un PP que ahora está muy lejos de la mayoría que tuvo.

En cuanto a la conocida como “Ley Mordaza”, en el documento del PP lo que se recoge es seguir ahondando en los programas que priman la seguridad por encima de los derechos y las libertades. Ejemplo: «programa específico para potenciar el personal y los medio tecnológicos de los servicios de información de las FSE», «incrementar los recursos policiales destinados a seguir mejorando los niveles de seguridad», «desarrollar un plan de modernización y adecuación de la red de infraestructuras de seguridad del Estado», mayor incidencia en la denuncia y persecución de «cualquier acto de enaltecimiento u homenaje a los terroristas», «ampliar las indemnizaciones a las víctimas del terrorismo con independencia del lugar en que se sufra el atentado». En definitiva, todo un catálogo securócrata.I.IRIONDO