Confebask, CCOO y UGT tienen previsto firmar hoy mismo, en el marco de la Mesa de Diálogo Social y con el respaldo del Gobierno de Lakua, un acuerdo que, según indicaron a Europa Press fuentes cercanas a la negociación, pretende impulsar la negociación sectorial y blindar los convenios suscritos en la CAV a través de su preferencia aplicativa sobre los estatales.

Conocedores de que la patronal y los sindicatos antes citados venían trabajando desde hacía tiempo para alcanzar un pacto que, a su juicio, podría ser utilizado para obviar a la mayoría sindical vasca, ELA y LAB les acusaron de «menospreciar» su representación sindical e, incluso, de estar ideando una «alternativa a las reglas de juego democráticas». En la rueda de prensa que compartieron el pasado 14 de julio, Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide también exigieron la dimisión del consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, por «sabotear» la mayoría sindical.

Según señalaron la semana pasada las centrales abertzales, en el texto que había llegado a sus manos, no por vía oficial, se contempla la generalización de los denominados convenios de eficacia limitada –sin respaldo de la mayoría social del sector–, lo cual consideran «una perversión de la propia negociación sectorial».

Ante estas críticas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, salió en defensa de Toña, señalando que su consejero se había limitado a hacer «lo que tenía que hacer» al presentar en la Mesa de Diálogo Social el borrador del que dieron cuenta ELA y LAB.

«Norma prioritaria»

En declaraciones a la agencia Efe, la responsable de Negociación Colectiva y Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, incidió ayer en que el acuerdo, que aún no estaba cerrado, tiene como objetivo «rehabilitar la negociación colectiva en Euskadi y darle un carácter de norma prioritaria de aplicación frente a otros ámbitos».

Sus impulsores defienden que ese pacto da preferencia de aplicación a los convenios negociados en la CAV, lo que representa una apuesta por el convenio sectorial territorial e incluye el compromiso de los firmantes de abrir las mesas de negociación pendientes.

Vicente dijo que su contenido es continuidad del fallido intento de acuerdo protagonizado en julio de 2013 por Confebask y los sindicatos CCOO, UGT y LAB, que fracasó porque en aquel momento la patronal «no lo quiso firmar».

El acuerdo, según la misma fuente, también incluye un compromiso por parte del Ejecutivo de Lakua en favor de la publicación de los convenios de eficacia limitada, es decir, aquellos que se alcancen sin el apoyo de la eventual mayoría sindical que puedan sumar ELA y LAB, que en el conjunto de la CAV alcanza una representación sindical cercana al 60%.

La representante de CCOO asumió que, si los sindicatos abertzales no se suman al acuerdo, este va a tener una eficacia «un tanto corta». No obstante, indicó que los firmantes van a poner «una herramienta a disposición de todo el mundo y frente a campañas demagógicas contra la estatalización de la negociación colectiva –en alusión a las críticas en tal sentido de LAB y ELA–, aquí hay una herramienta que posibilita que lo que se firme en Euskadi se aplica en Euskadi».

No sería obligatorio

Por su parte, el presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Tomás Arrieta, comentó ayer que considera «bueno un acuerdo que proteja a los convenios vascos», aunque también resaltó que, si no se suman ELA y LAB, «ese acuerdo no será de eficacia general» y, en consecuencia, «no será obligatorio».

Arrieta hizo esas consideraciones durante la presentación del “Informe sociolaboral” del CRL correspondiente a 2015.

 

Txiki Muñoz advierte de que «los atajos democráticos» se pagan caros

El secretario general de ELA, Adolfo «Txiki» Muñoz, advirtió ayer a CCOO, UGT, Confebask y Gobierno de Lakua que «los atajos democráticos» se terminan «pagando muy caros». Preguntado en una rueda de prensa sobre el pacto entre los citados agentes, añadió: «En este país hay unas mayorías representativas que las deciden los trabajadores vascos, y en una sociedad democrática, un Gobierno democrático, debería respetar la decisión de los trabajadores vascos».GARA