Joseba ITURRIA

THÉVENET, SOLICITADO POR LA NOSTALGIA

Cada mañana en el Village Depart, antes de la salida de cada etapa, Bernard Thévenet, ganador del Tour en 1975 y 1977, es una de las personas más solicitadas por los invitados, que valoran ahora lo logrado por los ciclistas que dominaron la Grand Boucle entre 1975 y 1986.

Bernard Thévenet, como Richard Virenque en el stand de Carrefour, repite cada mañana el mismo ritual de firmar centenares de autógrafos, más que en su etapa como corredor y lo asume con naturalidad: «Somos pocos los corredores franceses que hemos ganado el Tour que quedamos con vida, soy el penúltimo con Bernard Hinault, y eres reconocido. La gente no se olvida de los franceses que han ganado el Tour», trasmite a GARA en un hueco que buscamos entre tanda y tanda de autógrafos.

El Tour es su prueba y la ha conocido desde todos los puntos de vista. A sus 68 años, recuerda que «es mi 44º Tour, hice once como corredor, estuve como director deportivo, un año en la caravana, también con la prensa y ahora estoy como relaciones públicas para la organización del Tour, que para mí es la prueba más grande en el sentido de que cada etapa por sí sola es muy importante. No hay muchas carreras en todo el año que sean más importantes que una etapa del Tour. Por eso cada etapa es muy difícil y por eso se hace tan dura esta carrera, porque los corredores diputan a tope cada etapa».

En ese sentido, el biganador del Tour encuentra «muchas diferencias del ciclismo actual con el de mi tiempo. Las etapas entonces eran menos disputadas que ahora, había otras carreras importantes y la gente no se centraba tanto en el Tour. Las etapas eran más largas, se rodaba menos rápido y no había toda la infraestructura que hay ahora. No había un Village Depart como en el que estamos aquí, se salía en mitad de la gente... Era una organización diferente».

«Antes los ciclistas nos cansábamos más»

Además Bernard Thévenet encuentra otra diferencia importante con su época: «Antes corríamos muchas carreras cada año. Ahora los corredores hacen muchos más entrenamientos y menos carreras y pueden llegar a la salida del Tour con una forma mucho más controlada. Por eso ahora nos encontramos muchos años a los mismos corredores. Antes para un ciclista hacer siete u ocho Tours era difícil, nos cansábamos más y durábamos menos tiempo como profesionales. Ahora hay muchos corredores que no hacen muchas carreras antes del Tour y eso les permite tener un buen nivel durante más años y además la ayuda que te dan los equipos es mucho más eficaz que antes».

Y la gran diferencia para los franceses es que antes dominaban el ciclismo, tampoco había participantes de tantos países diferentes, y ahora se cumplen treinta años desde que un bretón, Bernard Hinault, ganó su último Tour. Thévenet, un especialista contrarreloj en sus años, trasmite que «por el momento no tenemos unos corredores para ganar el Tour. Teníamos muchas esperanzas puestas en Thibaut Pinot, pero desgraciadamente no ha podido optar a ganarlo porque, aunque ha mejorado en las cronos y en las bajadas, sigue siendo un corredor irregular, tiene altos y bajos. Y para ganar el Tour debes estar a un alto nivel desde el principio al final. Bardet está haciendo un buen Tour y de cara al futuro también tenemos a Barguil, pero son corredores que deben trabajar para convertirse en ciclistas mejores en las cronos y para tener una mayor regularidad. Es lo que nos falta. Tenemos buenos corredores, pero les falta mejorar en las cronos y en la regularidad. Son jóvenes, pero deben trabajar para alcanzar ese gran nivel».

Porque, a falta de ese aspirante a ganar un Tour, entiende que el ciclismo francés tiene buena salud con muchos equipos y muchas carreras y con buenos resultados en las categorías inferiores: «El nivel medio es bueno, pero no tenemos ese corredor que esté por encima de los demás para poder ganar una gran vuelta. Se ve un aumento en el nivel de los franceses, pero no tenemos corredores que están a la altura de Froome, Aru o Quintana en estos momentos».

Esas declaraciones las realizó antes de la gran etapa de ayer de Romain Bardet, que le coloca segundo en la clasificación general. Espera que en un plazo no demasiado largo pueda confirmarse ese corredor: «Esperemos que en dos o tres años podemos tenerlo, pero no estamos seguros. Por eso, con tener un francés para luchar por el podio o por las primeras plazas, ya está bien».

tres segundos puestos y tres terceros desde que Bernard hinault ganó su último tour hace treinta años

Bernard Thévenet puso final a la hegemonía de Eddy Merckx en el Tour y dio inicio en 1975 a una década de dominio del ciclismo francés. Tras los dos suyos (1975 y 1977), llegaron los cinco de Bernard Hinault en (1978-79-81-82 y 86) y los dos de Fignon (1983-84). En doce años solo permitieron que ganaran Van Impe (1976), Zoetemelk (1980) y Lemond (1985). Pero en los últimos treinta años solo han subido al podio Bernard, tercero en 1987, Fignon segundo en 1990, Virenque, tercero en 1996 y segundo en 1997, y en 2014 Peraud como segundo y Pinot como tercero.

Bardet tiene la oportunidad hoy de asegurar con 25 años su primer podio gracias a su regularidad en el Tour. Debutó con una decimoquinta plaza en 2013, fue sexto en 2014 y noveno en 2015. El ciclismo francés es el que tiene unas mejores estructuras, con dos equipos World Tour como FDJ y Ag2r, dos de los profesionales continentales con más presupuesto y victorias –Cofidis y Direct Energie– y otros dos de menor nivel –Fortuneo y Delko Marsella–. Además de estos seis buenos equipos, tiene tres continentales como Auber ‘93, Roubaix Lille Metropole y Armée de Terre. El de la Federación Francesa es el mejor calendario para los profesionales. Solo les falta un corredor que gane una grande, lo que no consiguen desde que Jalabert se llevó la Vuelta de 1995.J.I.