El magnate Donald Trump electrizó el jueves por la noche a su audiencia en la convención nacional republicana con un discurso en el que prometió restaurar la seguridad, contener la inmigración y poner a Estados Unidos por delante de todo.

Diversos sondeos indican que Trump se encuentra prácticamente empatado con Hillary Clinton, una exsecretaria de Estado cuya reputación quedó salpicada en un escándalo por el uso de un correo electrónico particular durante su gestión. Una encuesta realizada por la CNN al final de la convención mostró que para el 75% de los espectadores el discurso de Trump fue positivo y el 56% dijo que era posible que voten por él.

Trump trazó un panorama sombrío de la actualidad de EEUU, y aseguró que es el único candidato capaz de encontrar soluciones para los problemas más urgentes. «Solo yo puedo arreglar eso», firmó.

Con las heridas de la división aún abiertas, agitó los temas favoritos de la derecha estadounidense y se presentó como el puño de hierro necesario para aterrorizar a los delincuentes y cerrar las puertas a los inmigrantes que lleguen de México. Así, volvió a defender que sea vetado el ingreso de extranjeros provenientes de países con casos de «terrorismo», que se construya un muro en la frontera con México y que los acuerdos comerciales sean descartados y renegociados. «Soy tu voz», dijo Trump apuntando a las cámaras de televisión, para seguidamente prometer mejores tiempos con «millones de nuevos puestos de trabajo y billones en nueva riqueza».

Dayna Dent, delegado por Washington de 69 años se mostraba maravillado con el discurso. «Pienso que Donald es muy real y eso me gusta mucho de él», dijo a AFP.

El presidente de EEUU, Barack Obama, criticó el mensaje por pintar a un país «al borde del colapso», y dijo que esa idea «no se basa en hechos». Clinton envió una respuesta corta pero contundente: «Nosotros somos mejores que eso». «¿Este tipo está en campaña para ser presidente o dictador?», señaló Bernie Sanders.

Pero la base del Partido Republicano disfrutó enormemente el discurso de Trump, aplaudiendo de pie en muchas ocasiones sin mostrar las divisiones que se habían evidenciado, incluso con la usencia de figuras importantes, como los dos expresidentes de apellido Bush.

Turno para Clinton y su propuesta para la vicepresidencia

Tras la convención republicana los ojos del país ahora se vuelven hacia Hillary Clinton, quien se esperaba que anuncie en breve el nombre de su compañero de fórmula presidencial. El Partido Demócrata iniciará el lunes su propia convención nacional, en la que Clinton deberá ser investida formalmente como candidata presidencia, después de superar en una encarnizada disputa interna al senador Bernie Sanders, quien ya le prometió su apoyo. Trump la describió como «corrupta, incompetente y alejada de la realidad» con un legado marcado por «muerte, destrucción, terrorismo y fragilidad», en una convención en la que los delegados republicanos pedían encarcelarla. Entre los candidatos demócratas a vicepresidente se apunta como principal favorito al senador Tim Kaine, que atrae electorado de diverso perfil y proviene de Virginia, un estado de fuerte influencia republicana. Tom Vilsack, dos veces gobernador de Pensilvania y actual secretario de Agricultura, representa una opción atractiva para electores de las zonas rurales. Completando el trío de favoritos está Thomas ‘Tom’ Pérez, secretario de Trabajo y Empleo, un representante del ala más progresista del partido, con ascendencia mexicana y con excelente diálogo con los sindicatos. Con menos posibilidades aparecen el almirante James Stavridis y la senadora Elizabeth Warren, quien podría ayudar a atraer los votos de seguidores de Sanders.GARA