Arnaitz GORRITI
Liga San Miguel

Torpedo de Urdaibai en Moaña

La «Bou Bizkaia» no solo lograba su primera bandera de la campaña, sino que recortaba la mitad de su desventaja sobre Hondarribia.

Como si de un Poulidor se tratase, Urdaibai sumaba cinco segundas posiciones después de las siete primeras banderas de la Liga San Miguel 2016. Pero en la XXXIV Bandeira Concello de Moaña - VI GP Fandicosta, la «Bou Bizkaia» conectaba un torpedo en la línea de flotación de la competición, alzando con autoridad su primer trapo y recortando a la mitad su desventaja respecto a Hondarribia en la clasificación general.

Los de Jon Salsamendi se valían de las dificultades técnicas del campo de regateo de Moaña, y en esas complicaciones tropezaba Hondarribia, que se veía relegado hasta la cuarta plaza, por detrás de Urdaibai, Kaiku y la trainera local de Tirán. El viento y un oleaje no muy aparatoso, pero sí traicionero, condicionaron a los botes, hasta el punto de que los patrones debieron ejercer de piratas, de poetas y hasta de contorsionistas, tratando de llevar la trayectoria más atinada, y aprovecharse del viento cuando soplaba a favor, y evitarlo a toda costa cuando daba de cara. Y como Urdaibai parece compinchado con el campo de Moaña, donde, hasta ayer, había ganado en 2011, 2012, 2014 y 2015, los de Bermeo volvieron a ser quien mejor se desenvolvieran, dominando la prueba de cabo a rabo.

«Primero hay que resistir para después atacar», había declarado el entrenador de Urdaibai Jon Salsamendi a lo largo de la semana. Ni el propio oriotarra hubiera imaginado –o quizás sí, que para algo es el experto– que su «Bou Bizkaia» fuera capaz de recortar tres puntos de una tacada sobre una «Ama Guadalupekoa» que, casualidades de la vida, las dos veces que ha dejado escapar una bandera, ha terminado en cuarta posición.

Hondarribia aguantó hasta la primera ciaboga. La propia salida de la misma dio a los «txos» una ventaja que no hicieron sino afianzar a lo largo de la prueba, mientras el patrón hondarribiarra Joseba Amunarriz bastante tenía con adivinar por dónde llevar su bote. A media regata, y pese a que Urdaibai no atinó con la segunda ciaboga, la renta era de cinco segundos.

Kaiku y Tirán rematan

Perder ante Urdaibai podría ser asumible para la «Ama Guadalupekoa», pero tal vez no hacerlo ante Kaiku y Tirán.

Pero Hondarribia perdió siete segundos en el último largo respecto a los de Sestao, y ocho sobre los de Moaña. Más aún, Zierbena, que remó en la primera tanda, estuvo muy cerca de meterle la proa al líder de la Liga San Miguel, que vivió un calvario en el último largo. Cruzó por completo su trayectoria, sin ver la forma de evitar el descalabro.

Si en la víspera decíamos que las Meigas eran las peores enemigas de la «Ama Guadalupekoa», estas se dieron un festín a su costa –también a costa de Orio, San Juan y Portugalete–, aunque de paso le proporcionaban un punto de emoción a la Liga San Miguel que tanta falta le hacía. A ver qué tal se portan hoy en la regata de Boiro.