Asier AIESTARAN
CICLismo

Bauke Mollema se cala otra txapela bien trabajada por los vascos del Trek

El equipo de Haimar Zubeldia y Markel Irizar había estudiado a conciencia la bajada final, algo que resultóclave para que el ataque del holandés tras coronar Murgil en un cuarteto llegara a buen puerto.

Mollema se impuso en la 36ª edición de la Donostia Klasikoa tras coronar la ascensión final a Murgil Bidea con los mejores y lanzar un ataque decisivo al comienzo de la bajada hacia el Boulevard. El holandés del Trek puso así la guinda al buen trabajo de los días previos del equipo en el que corren dos guipuzcoanos como Haimar Zubeldia y Markel Irizar –el de Usurbil reconocía que el día anterior reconocieron hasta en tres ocasiones la bajada final–, y que ya fueron la clave del triunfo conseguido por Tony Gallopin en la edición del año 2013.

Precisamente el corredor francés fue segundo ayer, corriendo ahora en las filas del Lotto Soudal, al ser el más fuerte en el trío perseguidor que coronó Murgil en cabeza pero no se entendió a la hora de trabajar para dar alcance a Mollema. Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez fueron los otros dos integrantes de ese pequeño grupo, en el que el catalán no quiso trabajar sabedor de la rapidez en las llegadas del murciano –y eso que ambos serán la punta de lanza de la selección española en la prueba olímpica de ruta el próximo sábado–.

La mayor decepción, en cambio, fue la del equipo Orica. La escuadra australiana trabajó durante toda la jornada para llegar a la ascensión final en la mejor tesitura para los hermanos Yates, y fueron los encargados de poner un ritmo infernal a la entrada del puerto. Pero Adam Yates, uno de los primeros en moverse en la subida a Murgil, no pudo aguantar en cabeza en la parte final y se tuvo que conformar con la 16ª plaza final. Más escondido estuvo su hermano gemelo Simon, reciente ganador en Ordizia, que entró en el segundo grupo y acabó 7º.

Chetout, Landa, Antón...

El protagonismo de los corredores vascos fue notable durante toda la jornada, comenzando por el baionarra Loic Chetout (Cofidis), que se metía en la principal fuga del día junto a Moreno Moser (Cannondale), Jaime Rosón (Caja Rural), Pirmin Lang (IAM), Mario Costa (Lampre) y Jaques Janse Van Rensburg (Dimension Data).

La fuga era neutralizada a falta de 60 kilómetros para la meta, en la segunda ascensión a Jaizkibel, y además del incansable trabajo de Rory Sutherland (Movistar), tuvo mucho que ver en ello el durísimo ataque lanzado por Mikel Landa en esa subida. Dario Cataldo (Astana) primero, y otras decena de corre- dores después, alcanzaban al alavés del Sky formando un grupo que tampoco iba a tener ningún futuro.

En las dos últimas oportunidades antes de Murgil, fueron el Cannondale, que lo intentó en bloque en el segundo paso por Arkale, e Igor Antón (Dimension Data), en el otrora punto clave del Alto de Miracruz, los que quisieron poner algo de picante a la carrera. Tampoco lo consiguieron, ya que un nutrido pelotón de unos 60 corredores se mantenía en cabeza y se disponía a afrontar la última y decisiva subida a Igeldo.

Orica primero, Joaquim después

Fue el Orica el que cogió las riendas del grupo en esos últimos kilómetros, imprimiendo un ritmo vertiginoso en la entrada del puerto final. El suizo Michael Albasini fue el último hombre en retirarse antes de que la responsabilidad, quizás demasiado pronto, recayera en Adam Yates, el ganador de la pasada edición que llegaba a la prueba donostiarra tras hacer cuarto en el Tour.

También se adelantaba Gerg Van Avermaet, desgraciado protagonista del accidente del año pasado, pero el ataque definitivo fue el de Joaquim Rodríguez, quien sí aguantó en cabeza hasta la cima. Eso sí, por detrás se le unían tres malos compañeros de viaje para jugarse la victoria: Bauke Mollema, Tony Gallopin y, sobre todo, un Alejandro Valverde que se las prometía felices al verse metido en un grupo tan reducido como ese.

No obstante, el más listo no fue otro que el holandés Bauke Mollema, quien atacó nada más coronar la cota para lanzarse en solitario en busca de la victoria. La jugada le salió a las mil maravillas, y aprovechando la poca cooperación que había detrás, cruzó la meta en solitario, disfrutando del momento como no lo pudo hacer Adam Yates en la edición anterior.

Por detrás, Gallopin se imponía a Valverde en la pelea por el segundo puesto, mientras que Joaquim se dejaba ir unos metros para llegar cuarto, aprovechando la ocasión para despedirse de la afición vasca, que no volverá a verle correr en sus carreteras. La quinta plaza era para Greg Van Avermaet y Haimar Zubeldia (18º) fue el mejor vasco en la clasificación final.

 

Haimar Zubeldia: «Ondo prestatu dugu, atzo hiru aldiz egin genuen jaitsiera»

Goi mailako kirolean oso kasualitate gutxi egoten dira, eta atzo Mollemak lortutako garaipenaren atzean ere lan asko eta ona dago, bere taldekide Haimar Zubeldiak helmugan onartu zuen moduan. «Tourreko zapore gazi-gozoa kentzeko balio digu garaipen honek. Amets egin dugu honekin eta azkenean lortu egin dugu. Ondo prestatu dugu lasterketa, azken jaitsiera hiru aldiz egin genuen atzo eta nabaritu egin da», zioen Haimarrek.

Egun berezia Usurbilgo txirrindulariarentzat, izan ere, hamabosgarren aldiz korritu zuen Donostia Klasikoa, beste inork baino partaidetza gehiago pilatuz. «Niretzat azken igoera hau ez da agian onena izan, baina gozatu egin dut jendearen animoekin. Nire nahia hamaseigarren aldi bat egotea litzateke, eta badirudi bide onetik doala kontua». Aurrera begira, bizikleta ukitu gabe lau bat egun egongo dela esan zuen eta gero Vuelta prestatzen hasiko dela –«hemen ez da atsedenerako denbora gehiegirik egoten»–.

Mollemak berak ere «oso pozik» zegoela onartu zuen. «Tourraren amaiera ez da ona izan niretzat, eta erasoa jotzeko gogoa nuen. Sasoi onean nagoela erakutsi dut eta ea Olinpiar Jokoetan ere maila honetan jarraitu ahal dudan», gaineratu zuen euskal txapela janzteak ilusioa egiten ziola aitortuz.

Alejandro Valverdek, azkenik, iaz bezala hirugarren egitea ontzat jotzen zuela aipatu zuen. «Mollema oso azti ibili da eta une egokian jo du aurrera. Gu ez gara elkar ulertu eta garaipenak ihes egin digu. Bigarren amaitu nahi nuen behintzat, baina kalanbreak izan ditut eguna gogorra egin baita».   A.A.