GARA
GASTEIZ

Las cooperativas alavesas califican de excepcional la nueva cosecha de cereal

Las dos cooperativas que, en conjunto, recolectan el 90% del cereal sembrado en Araba consideran que la de este año es una cosecha excepcional, tanto por su abundancia como por su calidad. De cara a próximas temporadas, prevén una mayor diversificación de cultivos.

El balance realizado por las cooperativas Garlan y Sagral resalta que, a diferencia del año pasado, «que fue catastrófico», la nueva cosecha de cereal en Araba «es muy abundante y con una calidad buena». Por el contrario, consideran que el precio que se abona a los agricultores está en uno de sus momentos más bajos, llegando a situarse un 20% más bajo que el año pasado.

«Este precio –explican– viene dado por el mercado internacional y también por la abundancia de cosecha en los territorios limítrofes consumidores de nuestro cereal», como son Nafarroa, Aragón e, incluso, Lleida. A modo indicativo, señalan que en el conjunto del Estado se ha recogido el doble de cebada que el año pasado.

Estos dos colectivos, que están integrados en la Federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Euskadi, cuentan con datos más concretos referidos al territorio alavés, donde este año se espera recoger 162.000 toneladas de trigo, 82.000 de cebada y 32.000 de avena. Estas cantidades se corresponden con rendimientos medios que rondan los 6.500 kg/ha en trigo y los 6.000 kg/ha en cebada y avena. También son 6.500 kilos por hectárea en cebada maltera, que ha dado «un magnífico resultado, mejorando los rendimientos de la cebada para pienso, tanto en precio como en producción».

Colza y leguminosas

Por otro lado, se espera cosechar 2.100 toneladas de guisante y 3.500 de colza. La producción de colza es un cultivo en alza en Araba, habiéndose incrementado un 60% con respecto al año pasado. Tanto su precio como sus características de cultivo de rotación le posicionan como cultivo a potenciar.

Las cooperativas recuerdan que la FAO –la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura– ha designado este ejercicio como el Año Internacional de las Leguminosas. De ahí que incidan en que el cultivo de alubias, garbanzos y otras leguminosas se consolida en este herrialde y, en algunos casos, se incrementa.

Comentan que, además de su buena rentabilidad, el hecho de que sea un producto de rotación alternativo al cereal y, por lo tanto, de los contemplados en el “greening” o “pago verde” –la ayuda incluida en la Política Agraria Común (PAC) para prácticas beneficiosas con el medio ambiente– la convierte en una producción todavía más interesante para el agricultor.