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Denuncian el «trato atroz» a los migrantes en Nauru

HRW y AI han denunciado «abusos deliberados tras un muro de secretismo» en el centro de internamiento abierto por Australia en Nauru, que acoge a 1.200 solicitantes de asilo.

Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) han denunciado en un informe conjunto que el Gobierno australiano ignora deliberadamente los tratos inhumanos y abusos cometidos contra los solicitantes de asilo recluidos en el centro de internamiento de Nauru, que acoge a 1.200 personas, entre ellas mujeres y niños.

Ambas organizaciones lograron acceder al interior de este centro de detención en julio y entrevistar a 84 refugiados y solicitantes de asilo –entre ellos 29 mujeres y 9 niños– procedentes de Irán, Irak, Pakistán, Somalia, Bangladesh, Kuwait y Afganistán. También recabaron el testimonio de algunas personas que trabajan en el centro, aún a riesgo de que ser procesados.

Australia ha implementado leyes para procesar a los trabajadores en los centros de detención que tiene en Nauru y Papúa Nueva Guinea si divulgan información sobre la situación en esos lugares, entre otras medidas para blindar los recintos. Podrían ser condenados hasta con dos años de cárcel.

Por su parte, el Gobierno de Nauru ha elevado el visado para periodistas a más de 6.000 dólares (5.417 euros).

«El trato atroz de Australia a los refugiados en Nauru en los últimos tres años ha causado un gran estrago en su bienestar», remarcó Michael Bochenek, representante de HRW.

«Llevar a los adultos, e incluso a los niños refugiados, a un punto de ruptura, con los abusos sostenidos parece ser uno de los objetivos de Australia en Nauru», agregó el activista, al mencionar los intentos de suicidio y de automutilación entre los inmigrantes. Asimismo, muchos relataron cuadros de ansiedad aguda, depresiones prolongadas, dificultad para conciliar el sueño y pérdida temporal de la memoria debido a las duras condiciones de internamiento y las altas temperaturas que deben soportar.

Los solicitantes de asilo también son objeto de ataques por parte de los lugareños, los cuales generalmente no son sancionados por las autoridades de esa pequeña nación del Pacífico.

«La política australiana de exiliar a los solicitantes de asilo que llegan por vía marítima es extremadamente cruel», sentenció Anna Neistat, representante de AI, quien dirigió esta investigación en Nauru.

 

Más denuncias de maltratos en prisiones australianas

Varios presos con discapacidad mental, la mayoría de ellos aborígenes, habrían sido maltratados en las cárceles de Australia. La presidenta de la comisión de Derechos Humanos, Gillian Triggs, confirmó a medios locales que ha recibido al menos diez quejas de guardias y presos con discapacidad mental sobre las prácticas de atarlos a la fuerza en las prisiones. Entre esos casos está el de Malcolm Morton, un aborigen de 25 años que nació con una grave discapacidad mental y padece autismo y epilepsia. Fue atado desde 2012 a una silla y sedado en 17 ocasiones en una prisión de Alice Spring, en el desierto australiano.GARA