Hasta ahora, el Gobierno sirio había centrado sus esfuerzos en los rebeldes árabes suníes en el oeste, mientras los kurdos combatían fundamentalmente al ISIS en Rojava. Pero los combates se intensificaron ayer y amenazaban con abrir un nuevo frente en la guerra y complicar la batalla contra los yihadistas, debido al crucial papel de las milicias kurdas en la lucha de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) contra el grupo.

Por la mañana, la aviación siria sobrevolaba de nuevo la ciudad de Hasaka, mayoritariamente controlada por los kur- dos, pese a las advertencias de EEUU contra bombardeos que pudieran poner en peligro a sus fuerzas especiales que operan en tierra, afirmó el OSDH, quien dijo desconocer si esos aviones habían bombardeado posiciones kurdas aunque sí reportó enfrentamientos en tierra. El viernes, aviones de la coalición liderada por EEUU realizaron lo que el Pentágono calificó como «patrullas de protección» alrededor de Hasaka para evitar ataques de los cazas sirios.

El régimen sirio acusó a las fuerzas kurdas de cercar la ciudad para hacerse con el control de toda la urbe. Según la Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias, los kurdos «escalaron sus acciones provocativas» en Hasaka, con ataques a edificios gubernamentales, robo de petróleo y secuestros, para causar «caos e inestabilidad».

No obstante, medios progubernamentales indicaron que el Ejecutivo no tiene intención de seguir con esta escalada de violencia y ha empezado una ronda de conversaciones preliminares.

Al valorar los bombardeos sin precedentes de la aviación siria contra sus enemigos kurdos, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, afirmó que por fin Damasco ha comprendido que «la estructura que los kurdos intentan formar en el norte comenzó a convertirse en una amenaza también para Siria».

«Es una situación nueva», sostuvo Yildirim, quien anunció que Turquía quiere ser «más activa» en la crisis siria en los próximos seis meses para evitar una división sectaria de su vecino, porque el «baño de sangre debe cesar», sin precisar nada más, aunque la principal preocupación de Ankara es que las milicias kurdas, que dominan el noreste de Siria, se hagan aún más fuertes en la región.

70.000 civiles retenidos por el ISIS en A-Qayara

Unos 70.000 civiles se hallan retenidos en la ciudad de Al-Qayara, en el norte de Irak, por el Estado Islámico (ISIS), que pretende utilizarlos como escudos humanos, informó a Efe su alcalde, Saleh al-Yaburi.

El Ejército iraquí, apoyado por unos 700 milicianos tribales, mantiene bloqueados los accesos de la población y se prepara para el asalto a este importante feudo del ISIS, a unos 55 kilómetros al sur de Mosul.

Las fuerzas gubernamentales lograron liberar varias localidades en la periferia de Al-Qayara en los últimos días, por lo que solo queda irrumpir en la ciudad. Con el fin de retrasar la ofensiva, el ISIS ha incendiado pozos de petróleo para obstaculizar con el humo las operaciones de la aviación iraquí. Los gases tóxicos han causado unos treinta muertos por asfixia entre la población civil, según Al-Yaburi.

Al-Qayara es la ciudad más importante de la comarca homónima, en la que se han centrado las operaciones de las tropas iraquíes en el marco de la ofensiva para liberar Nínive y su capital Mosul, en manos del ISIS desde junio de 2014.GARA