.Mikel CHAMIZO
DONOSTIA
Elkarrizketa
VICTORIA KORSHUNOVA
DIRECTORA ARTÍSTICA DEL MOSCOW CONTEMPORARY MUSIC ENSEMBLE

«Nuestros jóvenes compositores se entroncan de forma natural con la gran escuela rusa»

El Ciclo de Música Contemporánea de la Quincena Musical comienza esta tarde con la visita del Moscow Contemporary Music Group, el primer grupo profesional dedicado a las nuevas músicas que surgió en Rusia tras la disolución de la Unión Soviética. Presentarán una panorámica de jóvenes compositores rusos: Sysoev, Dorokhov, Khubeev, Kourliansky y Raeva, junto a los vascos Erkoreka y Luc.

El Moscow Contemporary Music Group se formó en 1990, en medio del proceso de disolución de la antigua Unión Soviética. Desde entonces ha sido un conjunto fundamental en la normalización y difusión de las músicas de vanguardia en Rusia, que habían sido fuertemente censuradas por las autoridades durante gran parte del siglo XX.

La gran música rusa, desde Tchaikovsky a Shostakovich, es muy popular en todo el mundo. En menor medida conocemos a los grandes autores de la segunda mitad del siglo XX, como Schnittke, Denisov o Gubaidulina. Pero la música contemporánea rusa, la que hacen hoy los jóvenes compositores, es muy desconocida en Europa.

Sabes que Rusia tuvo una historia dramática durante el siglo XX y que fue un país muy cerrado al exterior hasta tiempos recientes. Esto no era así antes de la Revolución de Octubre, Rusia estaba abierta a las tendencias internacionales de la música. Incluso tras 1917 hubo un buen número de compositores, como Alexander Mosolov o Nikolai Roslavets, integrados en el Modernismo y con ideas muy vanguardistas. Pero a partir de los años 30, con el Gobierno de Stalin, esa libertad desapareció y la evolución de los compositores, incluyendo a algunos tan importantes como Shostakovich o Prokofiev, se congeló. Siguieron escribiendo gran música, pero su verdadero camino creativo se desvió por las presiones políticas y solo podemos llegar a maginar qué tipo de música hubieran escrito de gozar de plena libertad.

 

¿En qué momento comenzó a mejorar la situación?

Tras varias décadas completamente cerrados a cualquier influencia de Occidente, en la década de 1960 la vanguardia volvió a recuperar paulatinamente su terreno con las grandes figuras de Schnittke, Gubaidulina y Denisov. Este último fue especialmente importante, porque era una persona muy activa, estaba en contacto con figuras como Ligeti y Boulez, y comenzó a importar esas influencias a Rusia y a formar a alumnos casi en secreto, ya que estaba prohibido enseñar las técnicas de la vanguardia en los conservatorios. Organizaba sesiones de escucha y lectura de partituras los sábados en su casa y algunos alumnos que pasaban por allí fueron desarrollando el interés por la vanguardia. Yuri Kasparov, Dmitry Smirnov o Elena Firsova fueron algunos de estos jóvenes, la generación con la que la situación de la música fue normalizándose en Rusia. Pero el impulso definitivo llegó con la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, que supuso la apertura definitiva al resto del mundo. En ese mismo momento, en 1990, fundamos nuestro grupo, el primer conjunto profesional dedicado a la música contemporánea. Me atrevo a afirmar que la de 1990 fue una década dorada para la música rusa.

 

¿Y qué ocurre en el siglo XXI?

Con la entrada del nuevo milenio se multiplicaron los jóvenes que escribían músicas de vanguardia, pero destacaré a dos porque pusieron la nueva música rusa en el mapa internacional: Dmitri Kourdlianski y Alexander Khubeev, que fueron los primeros compositores rusos en ganar el premio Gaudeamus [el más prestigioso concurso internacional para jóvenes compositores]. Tocaremos música de ambos en el concierto de esta tarde. Junto a ellos, tenemos otros quince o veinte compositores rusos, entre los 25 y los 45 años de edad, que están escribiendo música de enorme calidad. Vladimir Gorlinsky, Elena Rykova o Marina Poleukhina son algunas de las más jóvenes y con mayor proyección internacional.

 

¿Cómo reflejan estos compositores el extraño pasado musical del país?

No puedo hablar a un nivel general porque hay muchos autores con estilos y preocupaciones muy diversas. Pero este grupo del que he hablado se entronca de forma natural con la gran escuela rusa, la de Stravinsky, Prokofiev y Shostakovich, porque si eres un músico ruso este legado musical vive en ti de forma intrínseca. El problema es que entre algunos artistas rusos ha surgido la tendencia, quizá por nacionalismo, de forzar y y remarcar los lazos con la tradición. Esto es horrible para la creatividad y toda esta música termina sonando artificial, no son más que epígonos de Shostakovich o Prokofiev. Además es innecesario, porque si eres ruso siempre se te va a notar, de igual manera que a Boulez se le notaba que era francés incluso en sus obras más abstractas.

 

¿El Gobierno ruso, ahora sí, apoya y financia las músicas experimentales?

Sí. Nuestro grupo, cada año que pasa, recibe más apoyo económico de las instituciones. Esto nos ha permitido, en los últimos años, poner en marcha una dinámica de intercambios con grupos extranjeros, entre ellos el vasco Smash Ensemble, que vendrá a Moscú en septiembre. También organizamos una academia internacional para jóvenes compositores en la ciudad de Tchaikovsky [una nueva ciudad fundada en los 90 y la única en el mundo con el nombre de un compositor]. Tenemos un gran presupuesto para hacer cosas interesantes y además hacerlas bien.

En el lado negativo, no existen programas especiales para ayudar a los compositores. De hecho, por una particularidad del sistema legal heredado de tiempos soviéticos, las instituciones públicas tienen prohibido realizar encargos a compositores. Se trata de un problema burocrático que es una losa para la profesionalización de los compositores rusos, y que los festivales y grupos tratamos de paliar pagándoles de nuestro propio presupuesto.

 

Siempre ha habido una competencia cultural entre Moscú y San Petersburgo. ¿En qué ciudad está floreciendo mejor la nueva música?

Creo que te contesto a la pregunta si te digo que yo soy de Volgogrado pero decidí mudarme a Moscú. San Petersburgo es una de las ciudades más hermosas del mundo y muy europea comparada con Moscú, cuya esencia es completamente rusa. Pero actualmente todas las influencias entran por Moscú y allí se están desarrollando los grandes proyectos musicales relacionados con la contemporaneidad. Algo de todo eso llega también a San Petersburgo, está comenzando a surgir una sana competencia entre las dos ciudades, pero de momento Moscú sigue estando en una posición mejor con respecto al arte contemporáneo.

 

Arranca en Miramar el Ciclo de Jóvenes Intérpretes y las veladas musicales distendidas de Musikeler

Uno de los objetivos de la Quincena Musical es impulsar las carreras de los intérpretes más jóvenes y para ello les ofrece un escenario donde darse a conocer. Aunque los jóvenes toman parte en numerosas actividades, su espacio propio es el popular Ciclo de Jóvenes Intérpretes, que este año se desarrollará entre mañana y el 26 de agosto en su sede habitual, el Palacio Miramar. Se trata de un ciclo estrechamente ligado al Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene; de hecho, los intérpretes de los cinco conciertos de este año están vinculados a este centro de formación.

El ciclo lo abrirá el cuarteto de cuerda Cuarteto Abreu (mañana) al que seguirá el quintento de viento Haizea Ensemble (23 de agosto) y el quinteto de cuerda con piano Quinteto Arché (25 de agosto). Estas formaciones habituales de música de cámara interpretarán obras emblemáticas de compositores del Clasicismo, del Romanticismo y del siglo XX. Asimismo, dirigirán una mirada de homenaje a Granados en el centenario de su fallecimiento. Entre estos conciertos, también tendremos la oportunidad de escuchar al solista de trombón Germán Descalzo (24 de agosto), que ofrecerá un completo programa con piezas de muy diversos estilos. El ciclo se cerrará con el Trío Sincronía, formado por dos sopranos y piano, que ofrecerá un recital lírico íntegramente dedicado a la música de Mozart (26 de agosto).

Varias formaciones que este año participan en el Ciclo de Jóvenes Intérpretes serán también los encargados de dotar de música a las veladas de Musikeler, un proyecto que busca acercar nuevos públicos al ámbito de la música clásica. Con ese fin, ofrece la posibilidad de “degustar” música en directo y cerveza en dos conciertos que se desarrollarán en el Espacio Keler (Paseo Ramón Mª Lili, 2), situado a pocos metros del Kursaal. Este año, los encargados de poner ritmo y ambientar las veladas de Musikeler –los conciertos se celebran a las 21:00 h. en un ambiente informal y distendido– serán Haizea Ensemble (25 de agosto) y Trío Sincronía (26 de agosto).M.C.