Joseba VIVANCO
Athletic

La primera en la frente

Dos fogonazos rivales en cuatro minutos noquean a un equipo falto de ritmo, fallón y que no supo encajar el bofetón anímico.

SPORTING 2

ATHLETIC 1

 

«Cuando la derrota viene, acéptelo como señal de que sus planes no son sólidos, reconstruya esos planes y embárquese otra vez hacia su meta codiciada».

Napoleón Hill, escritor

El Athletic empezó la Liga con derrota. Nada nuevo bajo el sol. Los equipos de Ernesto Valverde siempre han debutado perdiendo, salvo en una ocasión. «Estoy aquí para aguantar los errores de los jugadores y ellos para aguantarme a mí», apuntó después el técnico rojiblanco. Y es que los errores mataron a los leones. Y esta semana tendrán que aguantar las correcciones de su entrenador. Los errores y los dos goles asturianos en cuatro minutos que noquearon a un equipo bilbaino a partir de ahí desconectado, desconocido y que solo se enchufó al final, tras el tanto de potra de Viguera, sí, el que se supone tiene pie y medio fuera del club desde hace una temporada. El de Viandar de la Vera señaló el viernes que la pretemporada había estado enfocada al encuentro de El Molinón, empezar con buen pie, con lo que el resultado es un sopapo en toda regla y un golpe anímico para un plantel que llegaba a Gijón con el convencimiento de que se ganaba. Y, precisamente, esa mentalización, según Valverde, es la que pesó y de qué manera, en sus hombres cuando encajaron el segundo gol. Ahí el equipo desapareció, ni siquiera un espejismo de reacción, y aunque acabó apretando al Sporting, lo cierto es que pudo ser peor. El Athletic, como su indumentaria ayer, verde.

El entrenador rojiblanco sintetizó en una frase esos detalles por los que muchas veces se deciden partidos como los de ayer. «En el fútbol lo marca todo el resultado final, pero el acierto en un momento puntual, eso hace que un equipo se asiente o el otro luche por darle la vuelta a la situación», apuntó. Ese segundo decisivo tuvo lugar a los veinte minutos, cuando con un Athletic dominador de balón y la iniciativa, robando con rapidez arriba aunque si llegada, Aduriz recibió un pase filtrado, se plantó ante Cuéllar, tardó en decidirse, dribló al portero y en ese instante resbaló para perder opción de remate. El diablo está en los detalles. Como lo estuvo en ese despiste imperdonable en la marca de San José sobre el croata Cop –«hay que revisar la concentración en los córners, ya nos pasó ante el Schalke», avisó Valverde–, que fusiló de volea poniendo al Sporting por delante a los diez minutos del segundo acto, o el contragolpe de libro tras saque de esquina del Athletic, y que Víctor finalizó ante un seguro incrédulo Iraizoz.

Varios nombres señalados

Dos goles en apenas cuatro minutos de desconcierto visitante, que sepultaron a un conjunto bilbaino, hasta entonces metido en el duelo, que había salido de vestuarios con iniciativa, las intenciones de victoria intactas, pero que se deshizo a partir de ahí como un azucarillo en un vaso de agua. Tanto que Iraizoz evitó poco después el tercer tanto local al detener un mal penalti ejecutado por Isma López, por falta cometida por Bóveda, tras un balón perdido en la medular por un, ayer, desconocido San José. Mal el de Atarrabia, nada de Raúl García o Susaeta, poco de Aduriz, lo justo de Beñat, un Laporte más funambulista que nunca, insignificante aportación de Muniain o Viguera como revulsivos, solo Williams dio la talla –también Bóveda en defensa–, suyo fue todo el peligro en ataque, trabajo en defensa y su último suspiro lo exhaló en la volea que el cuerpo de un Viguera que pasaba por allí desvió a la red asturiana.

Ernesto Valverde justificó que la mitad de los hombres que fueron titulares no habían podido completar con normalidad la preparación estival. Y lo cierto es que casi todos ellos salieron ayer señalados. El Sporting, respetuoso y contemplativo con el rival de inicio, vio en los balones largos un filón y aprovechó sus ocasiones para decantar el resultado. Los detalles. Velocidad a la contra, en la segunda mitad pareció tener un punto más de ritmo que unos leones a los que les faltó fuelle, acierto y puesta a punto. Mal resultado, mal empiece, nada nuevo bajo el sol. Esto no ha hecho sino empezar.

 

Valverde lamenta los «errores muy gruesos»

Ernesto Valverde asumió que «hemos acusado demasiado el segundo gol, demasiado, no teníamos en la cabeza que se nos pusiera el resultado tan adverso. Ahí nos hemos caído. Nuestra reacción no ha sido la mejor», quejándose de que «hemos cometido errores demasiado gruesos». Dejó claro que «veníamos con la intención de ganar, se ha visto, pero se nos han ido en esos 15-20 minutos de la segunda mitad». Derrota y «sabemos que empezar perdiendo tiene un coste, tienes que remontar, es lo que hay».J.V.