Mikel CHAMIZO
DONOSTIA

Ara Malikian con Maialen Lujanbio en Arantzazu

El tradicional concierto que la Quincena Musical ofrece en el santuario de Arantzazu tiene este año como protagonista a Ara Malikian, el mediático violinista de origen libanés que ha sabido acercar en sus espectáculos las músicas clásicas, folclóricas y urbanas. En su último espectáculo, «15», Malikian da un repaso a los últimos quince años de su carrera. 

El violinista Ara Malikian regresa esta tarde al Santuario de Arantzazu para presentar su último espectáculo, “15”, que ha cosechado un importante éxito en los escenarios del Estado español. La propuesta que llega a Arantzazu contará además con una adaptación en la que participan, entre otros, la bertsolari Maialen Lujanbio.

La propuesta incluye lo más destacado que han dado de sí los últimos quince años de andadura artística de Malikian, y presenta asimismo sus primeras composiciones en más de una década. Con el objetivo de acercar la música clásica al gran público, se han escogido obras clásicas (Bach, Falla, Sarasate) y adaptaciones provenientes de un amplio repertorio de la música popular del siglo XX (Radiohead y Paco de Lucia, entre otros) Malikian estará acompañado por Humberto Armas (viola), Jorge Guillén del Castillo (violín), David Barona (violonchelo), Tania Bernaez (contrabajo), Nantha Kumar (tablas indias) y Héctor el Turco (percusión).

 

Entre la clásica y el folclore

Aunque nació en Líbano en 1968, Ara Malikian se instaló en el Estado español tras erigirse vencedor del Concurso de Violín Pablo Sarasate en 1995. Actualmente es el violinista más conocido de la península, y no solo entre los amantes de la música clásica, pues con sus proyectos divulgativos y folclóricos ha sabido enganchar a públicos infrecuentes para un violinista. «Yo tengo claro que mi vocación es el público, que lo que más me gusta es estar en el escenario y crear un ambiente en el que les haga partícipes de mi emoción cuando toco», afirma el violinista. «Hay muchos artistas clásicos que son todo lo contrario, cuando salen al escenario se encierran en la sensación de que están tocando para ellos mismos. Eso me parece irrespetuoso con la audiencia. Si yo actúo en vivo es para compartirlo con 30 ó 3000 personas, que la energía fluya y se construya un momento inolvidable entre todos. Y eso saben muy bien cómo hacerlo los músicos de otros géneros de los que he aprendido mucho».

Malikian dio su primer recital de violín con 12 años y tuvo una sólida formación clásica, pero su inquietud musical le llevó pronto al folclore. «El folclore ha sido un interés mío desde niño», asegura. «Mi padre, aunque era un músico clásico, se dedicaba a tocar música armenia y árabe, la única con la que podías ganarte la vida en Líbano, pues la música clásica era muy escasa. Yo lo observé muchas veces tocando con grupos de folclore y más tarde yo mismo, en mis viajes, he tenido la suerte de coincidir con muchos músicos folclóricos». Malikian ha explorado en profundidad sus raíces armenias y a lo largo de los años también músicas de otras culturas del Medio Oriente (árabe y judía), Centro Europa (gitana y kletzmer), Argentina (tango) y el Estado español (flamenco). También hizo una colaboración con Kepa Junkera en 2012. Todos esos referentes han dado forma a un lenguaje muy personal en el que se dan la mano la fuerza rítmica y emocional de estas músicas con el virtuosismo y la expresividad de la gran tradición clásica europea.