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nueva york

La ONU acusa al régimen sirio y al ISIS de ataques con armas químicas

Un informe de la ONU y de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas certifica su uso reciente al menos dos veces por parte del Ejército sirio (cloro) y al menos otra (gas mostaza) por los yihadistas del Estado Islámico (ISIS). Damasco se comprometió a no hacerlo y destruyó sus arsenales de sarín y gas mostaza en agosto de 2013.

Un informe de expertos de la ONU, entregado el miércoles al Consejo de Seguridad y que será analizado el 30 de agosto por este órgano, certifica que el Ejército sirio habría lanzado al menos dos ataques químicos en los dos últimos años e imputa al Estado Islámico (ISIS) un ataque con gas mostaza.

El informe, que no se ha hecho público pero que la agencia AFP asegura haber podido consultar, concluye que helicópteros militares sirios esparcieron gas de cloro sobre dos localidades de la provincia rebelde de Idleb (noroeste), concretamente en Talmenes el 21 de abril de 2014 y en Sarmin el 16 de marzo de 2015. Por su parte, el ISIS habría utilizado gas mostaza en Marea, provincia de Alepo (norte) el 21 de agosto de 2015.

El grupo de 24 investigadores, bautizado con el nombre de Joint Investigative Mechanism (JIM, Misión de Investigación Conjunta), fue creado en agosto de 2015 tras varios ataques con cloro contra tres localidades sirias que dejaron un saldo de al menos 13 muertos.

La JIM fue creada conjuntamente por la ONU y por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

Precedentes informes tanto de la ONU como de la OPAQ habían confirmado la utilización de armas químicas en la guerra siria pero sin atribuir hasta ahora responsabilidades concretas. En total, los investigadores han analizado nueve presuntos ataques químicos entre 2014 y 2015. Pero en seis de ellos, atribuidos por Occidente al régimen sirio, no han podido reunir «informaciones suficientes» o eran contradictorias.

Crisis en agosto de 2013

El informe sale a la luz tres años después de que Damasco fuera acusado de un ataque químico que mató a cientos de personas en un barrio rebelde de Ghuta a las afueras de la capital siria.

EEUU amenazó con bombardear Siria después de que su presidente, Barack Obama, hubiera advertido meses antes de que el uso de armas químicas era una «línea roja». La iniciativa de Rusia, junto con las escasas ganas de Obama de embarcar al país en otra guerra directa en Oriente Medio y la negativa del Parlamento británico a participar en los bombardeos logró frenar la crisis, pero con la condición de que Siria se adhiriera a la convención sobre prohibición de armas químicas y se comprometiera a aceptar un plan de desmantelamiento de sus arsenales de gas mostaza y sarín, este último presumiblemente utilizado en Ghuta.

En enero, la OPAQ certificó que todo ese material había sido destruido. Pero el cloro, que tiene usos industriales, no está catalogado como arma química y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas certificó incoherencias en la lista de su arsenal enviada por el Gobierno sirio.

Turquía envía más carros de combate en su ofensiva al norte de Siria

Turquía envió otros diez carros de combate al norte de Siria horas después de que anunciara que sus patrocinados rebeldes –y medio millar de soldados turcos– expulsaron en un día al ISIS de Yarablus.

Los expertos están sorprendidos con el fulgurante éxito militar cuando los kurdos tardaron meses en liberar Kobani o Minbej.

El ministro turco de Defensa, Fikri Isik, confirmó que el objetivo son los kurdos, «que siguen sin retirarse al este del Éufrates».GARA