Ainara LERTXUNDI
CIERRE DE LAS CONVERSACIONES DE LA HABANA

Las FARC-EP se preparan para el paso a la vida civil y política con garantías

«Podemos proclamar que termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas», exclamó emocionado el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, tras el anuncio del cierre de las conversaciones. Los últimos puntos acordados recogen medidas y garantías para el tránsito de las FARC a la vida política, social y económica de Colombia.

Tras el cierre de las conversaciones de La Habana, se abre en Colombia una nueva y decisiva etapa en la construcción de la paz. En los próximos días, los negociadores de las FARC-EP viajarán a Colombia para celebrar la décima y última Conferencia Nacional Guerrillera, máximo órgano de decisión, que deberá pronunciarse sobre el Acuerdo Final, que contiene 297 páginas.

En él se recoge el tránsito de las FARC a la vida política, social y económica, así como su transformación en un partido o movimiento político una vez que haya concluido el proceso de dejación de armas, que arrancará tras la firma protocolaria del Acuerdo Final, para lo cual aún no hay fecha ni lugar.

El nuevo partido deberá cumplir los requisitos que exigen las leyes colombianas –estatutos, plataforma política...– excepto la exigencia de haber obtenido el 3% de los votos depositados en la elección del Senado o Cámara de Representantes.

Asimismo, deberá participar en las elecciones de 2018 y 2022. El acuerdo garantiza una representación mínima de 5 senadores y 5 diputados durante los próximos dos periodos electorales. En caso de no llegar a ese mínimo, le serán asignados los escaños que falten.

Ambas partes han acordado también medidas a corto y largo plazo para «atender los derechos de cada excombatiente en materia de salud, acompañamiento sicosocial, educación y reunificación de núcleos familiares; apoyos económicos excepcionales y transitorios para la estabilización económica; además de apoyos excepcionales, transitorios y diferenciados para la construcción de iniciativas de carácter individual y asociativo como la organización de Economías Sociales del Común». Para velar por el cumplimiento de estos compromisos se creará un Consejo Nacional de Reincorporación integrado por el Gobierno y las FARC.

En el acto celebrado el miércoles en La Habana, el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, proclamó la terminación de «la guerra con armas» y el comienzo del «debate de las ideas». «Confesamos que hemos concluido la más hermosa de todas las batallas: la de sentar las bases para la paz y la convivencia. El acuerdo de paz no es un punto de llegada, sino de partida para que el pueblo multiétnico y multicultural sea escultor de la transformación social».

El comandante en jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, resaltó que son «muchas las expectativas. Esperamos que este compromiso de dos partes lo podamos cumplir tanto unos como otros y que en Colombia no se vuelva a asesinar ni a desaparecer a nadie por pensar distinto».

«Hemos logrado unos acuerdos que nos dan mínimas garantías para que ahora avance nuestro ideal y objetivo. Si en algún momento nos sentimos desfallecer, debemos de recordar el esfuerzo tan grande que hemos hecho para llegar a estos acuerdos y recordar a la gente que, de una u otra manera, nos ayudó y estuvo a nuestro lado», subrayó en declaraciones a la agencia de noticias Nueva Colombia el portavoz de la delegación de las FARC. Timochenko asumió también que deberán «hacer frente a escenarios inéditos para nosotros en la política, en la lucha social, en la actividad cultural, económica…».

En cuanto al mecanismo de refrendación, si bien las FARC renunciaron a convocar una Asamblea Nacional Constituyente en favor del plebiscito para la paz –que se celebrará el 2 de octubre–, tras esta consulta se convocará a «todos los partidos, movimientos políticos y sociales y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran Acuerdo Político Nacional encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social».

Sistema de verificación

«Tendremos paz si se respetan los acuerdos. El pueblo debe constituirse en garante principal de su cumplimiento», remarcó Márquez. Junto al monitoreo de la propia sociedad colombiana, se creará un mecanismo de verificación que estará compuesto por dos notables elegidos por el Gobierno y la guerrilla, por un representante de cada uno de los países garantes y acompañantes (Cuba, Noruega, Chile y Venezuela) y por el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame (EEUU).

El jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle, subrayó que los colombianos en su conjunto están ante «una oportunidad» que «no se debe limitar al silencio de los fusiles»: «Tenemos que asumir una responsabilidad como colectividad humana, en la que cada quien debe jugar su propio papel. La guerra ha terminado, pero también hay un nuevo comienzo de transformación».

Sobre lo pactado reconoció que ambas partes hubieran querido algo más en la mesa, pero «el acuerdo es un acuerdo sobre lo posible».

 

A la espera de la libertad de Simón Trinidad, preso en EEUU

El nombre de Simón Trinidad, preso en una cárcel de máxima seguridad de Florence, Estados Unidos, estuvo muy presente en el acto de cierre formal de las conversaciones. El propio jefe negociador de las FARC-EP, Iván Márquez, apeló a su libertad en la lectura del comunicado de la guerrilla.

«Esperamos de Washington gestos humanitarios. Quedamos a la espera de Simón Trinidad», manifestó. También el negociador Ricardo Téllez recordó al líder guerrillero, cuya excarcelación han venido exigiendo desde el inicio de los diálogos en noviembre de 2012. «Antes de salir para el acto protocolario pienso en Simón y en todos nuestros prisioneros», escribió en su cuenta de Twitter.

Jesús Santrich recordó que Trinidad fue designado como coordinador del proceso de dejación de armas.A. L.

 

Reacciones

«Haber logrado un acuerdo con las FARC no significa que haya existido claudicación mutua»

H. DE LA CALLE

Jefe del equipo negociador del Gobierno

«La paz dialogada no da espacio para vencedores ni vencidos. Gana Colombia. Pierde la muerte»

RICARDO TELLEZ

Negociador de las FARC