Joseba VIVANCO
Athletic

Derrota con palitativos

La calidad del Barcelona puede con un equipo rojiblanco que se mantuvo siempre vivo y recupera sensaciones, a pesar de caer.

ATHLETIC 0

BARCELONA 1


«Pero lo he intentado, ¿no? Maldita sea, al menos lo he intentado…», se resignaba Jack Nicholson en esa mítica ‘‘Alguien voló sobre el nido del cuco’’. El Athletic lo intentó, exhaló hasta el último aliento como se le vio a Markel Susaeta, 400 partidos como león ayer a sus espaldas, postrado, sin fuelle, derengado en el banquillo tras ser cambiado a falta de quince minutos. El Athletic se mantuvo vivo hasta el pitido final, ese que coincidió con Bóveda salvando casi bajo palos el chut de Luis Suárez, recibió un gol en la primera mitad ante un Barcelona con evidente más pegada, sobrevivió al resto de llegadas con serio peligro de unos culés a lomos de un enorme Leo Messi, tuvo alguna opción, se agarró con fe ciega al empuje de San Mamés, a alguna acción individual de Aduriz, un destello de Williams, a un error de Ter Stegen en su juego de balón con los pies, se aferró a esa falta, en el minuto 85, lanzada con esmero por Beñat desde la frontal y que hasta el mismo Ernesto Valverde cantó como gol cuando golpeó en la red lateral de la portería blaugrana. En síntesis, que como minutos después asumió el técnico rojiblanco, resignado como Jack Nicholson, «lo que hay que elegir es la forma en que quieres que te ganen». Y el Athletic ayer eligió la suya, la de no volver nunca la cara por más que tu rival te supere en el juego y creer que, como sucedió anoche, mientras hay vida hay esperanza. La hubo, pero no fue suficiente. Probablemente, quien acudió al estadio bilbaino, quien lo vivió desde cualquier bar o terraza en plena recta final de Aste Nagusia, maldijo la derrota, apuró el último trago y pasó página. O como se suele decir en estos casos, felicitar al rival y a pensar en el siguiente partido. «Nos fuimos más jodidos la semana pasada contra el Sporting», reconoció después Susaeta.

El de Viandar de la Vera apostó por un once con la novedad de Eraso en lugar de Raúl García en la mediapunta, más allá de confirmar la titularidad de Iraizoz y de confiar en Iturraspe para suplir al lesionado San José. Con el primero, buscó su desgaste en la presión alta no, altísima que el Athletic iba a ejercer ante los catalanes. Desde el primer momento, sin sorpresa para nadie, ni propios ni rivales, los leones se fueron a por la salida del balón que nacía siempre en Ter Stegen, un teutón con nervios de acero, que más allá de emular en algunas ocasiones a su compatriota Manuel Neuer y sus ‘neuradas’, fue seguramente el principal culpable de que el Barcelona lograra desactivar casi siempre esa presión. Es más, al final del duelo sólo hubo cuatro jugadores bilbainos que dieran más pases (51) que el alemán. En una de ellas, a los once minutos de juego, al guardameta le traicionó su confianza y entregó el balón a un Beñat que la rompió pero no en la red sino en el rostro del portero.

El Athletic tuvo ahí su ocasión, esa que tenía en mente antes de saltar al césped con la idea de apretar al contrario en su propio área pequeña. Hasta ese momento, el Barça, o mejor dicho, un soberbio Leo Messi, metía el miedo en el cuerpo de los rojiblancos cada vez que encaraba campo rival. Una jugada suya la había malogrado Denis Suárez a los tres minutos. Poco después, gol anulado a los culés. La de Beñat infundió respeto en los de Luis Enrique. Buenos minutos de los bilbainos, Eraso que no remata un pase de Aduriz, Williams que centra con las orejeras, comenzaba a lloviznar y la gente a mojarse, pero el jarro de agua fría llegaba en una jugada con el Athletic replegado, apertura a banda, centro de Arda y Rakitic llegando desde segunda línea cabeceaba inapelable. De ahí al descanso, medio tiempo por delante, el Athletic se recompuso, no cejó en su empeño, pero fue el Barça en que volvió a disponer de un par de ocasiones claras para aumentar la ventaja.

El Athletic llegaba vivo al descanso, que no era poco visto que pudo acabar sentenciado, seguía con las opciones intactas en la renudación a pesar de nuevas intentonas azulgranas a cargo de Luis Suárez y Messi, y con el partido más abierto, asumió riesgos y se fue a por la igualada. Valverde dio entrada a Raúl García y Vesga, oxígeno para un equipo muy exigido.

El navarro y Williams gozaban de un par de remates con el ¡uy! en la grada, Messi fallaba ante Iraizoz, el Athletic lo intentaba espoleado por los suyos y llegaba esa jugada embarullada sobre el límite del área en que Rakitic, desde el suelo, golpeaba el pie de Muniain que se desplomaba con excisiva teatralidad. Mateu Lahoz, cerca, no quiso ver nada, porque contacto lo hubo. Beñat puso luego el ¡casi!, Bóveda evitó el segundo, y el Athletic se fue a la ducha con el deber cumplido pero el cero en su casillero. Crédito intacto. Pero el partido en Coruña tras el parón es la prueba del algodón.

«El que quiera verlo negro, es gratis. Nos toca aguantar»

Ernesto Valverde se molestó mucho cuando se le cuestionó si su equipo estaba todavía de pretemporada y le faltaba rodaje. Lo interpretó como una crítica al casillero vació de los suyos y respondió: «Todo va en funcion del resultado, si ganamos, aunque juguemos mal, diremos que la pretemporada ha sido cojonuda. Nos toca aguantar, esta película la hemos visto, ya sabemos de qué va. Tenemos cero puntos, dos partidos jugados, igual que el año pasado. El que quiera verlo negro, es gratis, cada cual que lo vea como quiera. Pero la pretemporada se ha acabado».

Respecto al encuentro, el técnico rojiblanco explicó que «cuando planteamos los partidos siempre piensas qué es lo mejor, teniendo en cuenta nuestro estilo. Ellos iban a jugar desde atrás, nos iban a poner en aprietos abriendo a sus interiores, y queríamos aprovechar esos posibles robos con presión alta, que nos ha dado buen resultado. Al comienzo hemos tenido opciones, y, sin embargo, en una jugada replegados ha llegado su gol. Con el Barça si te sobrepasa un línea te juegan con el ancho del campo y entran bien desde atrás. Hemos mantenido el partido vivo hasta el final, teníamos que seguir apretando, han tenido opciones claras a la contra, no han metido, y el partido estaba vivo. Hemos tenido opciones al final, pero no ha podido ser», se lamentó.

A su juicio, en san Mamés se vivió un «partido disputado, cada equipo ha presentado su estilo, ellos tienen una calidad increíble, difícil de superar incluso con esta presión alta, y cuando te superan te llegan al área. Además de su potencia física. Era un partido dificilísimo para nosostros, lo veíamos complicado pero queríamos dar una medida de nosotros mismos y la hemos dado», se consoló el entrenador rojiblanco.

Valverde insistió en que «a nivel colectivo tenemos buena sensación, porque puede que ganes un aprtido y no la tienes a veces, aunque los puntos siempre animan. En cualquier caso, aquí no estamos para poner buena cara a la derrota, queremos ganar, pero vamos a sacar lo positivo del partido, que después de la derrota del otro día, perdemos pero la idea del equipo sigue intacta».

Preguntado por la llegada de jugadores antes del cierre del maercado, ironizó con que «hemos pedido a unos once del Barcelona, pero no sé si será posible hacer esos trámites. Esto no se termina hasta el 31, pueden entrar y salir, como el resto de equipos. Para dar noticias de fichajes somos un equipo flojo», respondió a la cuestión de si el Athletic trata de hacerse con los servicios dle rojillo Alex Berenguer. Por lo demás, felicitó a Susaeta por sus 400 partidos y le instó a que cumpla otros 400 más. J.V.