Durante la noche del sábado al domingo el incendio que afectó el pasado jueves a Tafallaldea se mantuvo estabilizado y sin rebrotes, según informó ayer el Gobierno de Nafarroa.

Las condiciones meteorológicas adversas no permiten darlo por controlado. De hecho, a última hora del sábado se produjeron varios rebrotes que requirieron de la actuación de los bomberos. Durante una de esas intervenciones, en el término municipal de Artaxoa, un bombero resultó herido con quemaduras leves en un brazo. Fue trasladado al centro de salud de Tafalla aunque no fue necesario su ingreso.

El rebrote más importante se produjo en el término de Garinoain y, además de la actuación de los bomberos, fueron necesarias descargas de agua desde el aire con los dos helicópteros y el avión que permanecen en la zona del siniestro.

En el lugar del incendio permanece un importante retén de bomberos, integrado por las unidades forestales de prácticamente todos los parques de bomberos de Nafarroa. El Gobierno foral informó de que el retén cuenta con apoyo aéreo si fuera preciso.

También se mantiene el personal del Guarderio forestal, la Policía Foral encargada de la investigación sobre el terreno, el personal de DYA y Cruz Roja, personas voluntarias y vecinos que aportan vehículos agrícolas. No se preveía que durante el domingo hubiera una reducción significativa del número de bomberos que están trabajando en el área incendiada.

El Gobierno de Nafarroa informó asimismo de que se han realizado varios vuelos de reconocimiento de la zona afectada. Las nuevas mediciones no modifican los datos ofrecidos a última hora del sábado: entre 3.800 y 4.000 hectáreas con un perímetro de unos 30 kilómetros.

La mayor parte de la superficie quemada corresponde a rastrojos, aunque también se ha quemado arbolado, matorral y zonas de huertas.