«Estoy contento porque mi equipo, Urdaibai, ha ganado y se pone líder de la Liga San Miguel. Pero eso no puede esconder que no es admisible que una competición como esta permita tantas diferencias entre calles. Los clubes y los propios remeros merecen otro respeto». El delegado de Urdaibai, Izortz Zabala, hablaba claro sin alzar la voz, en un gesto que podría decirse que lo honra, por no dejarse llevar por la euforia del triunfo.

Las aguas del Abra volvieron a erigirse como «estrella invitada», solo por detrás del espectáculo de Urdaibai y una Orio que se «coló» en la fiesta de los «txos» y Hondarribia, y pone en bandeja la Liga San Miguel 2016 a los de Bermeo. Los «aguiluchos», valiéndose de bogar por la mejor calle para la regata de ayer, la cuatro, amén de exhibir que llegan a esta txanpa final de la campaña en su mejor momento, obtuvieron el segundo mejor tiempo, solo por detrás de la “Bou Bizkaia”, y superando por dos segundos a una Hondarribia que perdió sus opciones en el tercer largo de la regata en la «XXXV Bandera Noble Villa de Portugalete».

Los 19 minutos y 27 segundos de Orio eran una piedra de toque para la tanda de honor. San Juan partía con la mejor calle, pero lo cierto es que su buena regata no llegó al nivel de los mejores, sobre todo una Urdaibai que ganó a Hondarribia, a Orio, al cronómetro y al mismísimo campo de regateo.

Jugando al despiste

La corriente del Ibaizabal se mostró caprichosa, de forma que el sorteo de calles hizo que los más perjudicados rotaran más de lo habitual su banquillo, como pudiera ser el caso de Tirán, que casi jugó al despiste, llegando a sacrificar la regata de ayer para preparar mejor la calificatoria de La Concha.

Kaiku, sin llegar a esos extremos, cayó hasta la octava plaza, muy por detrás de San Pedro y muy poco por delante de Zierbena, embarcaciones ambas que bogaron en la primera tanda.

Hondarribia aguantó lo que pudo, pero tras la segunda ciaboga se le vino el mundo encima. Los «txos» elevaron su ritmo y a Hondarribia se le hizo imposible seguir a los de Bermeo. Al regreso, el tiempo de Orio acabó por reventar la Liga.

Mientras, Zumaia dijo adiós dignamente: superando a una Portugalete que prorroga su vida en la élite e irá a los play offs.