Amaia U. LASAGABASTER
ALAVÉS

Solo el gol se ausentó de la fiesta de Mendizorrotza

Alavés y Sporting se repartieron juego, ocasiones y puntos en el regreso del fútbol de Primera a Mendizorrotza. Los albiazules, ayer con cuatro novedades en el once, llegan al parón con dos puntos.

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Mendizorrotza vivió una fiesta, aunque se quedó con ganas de más. Once temporadas. 3.760 días después, el remozado estadio gasteiztarra volvía a acoger un partido de Primera. Un motivo de festejo en cualquier caso, sobre todo tras tan larga espera, y más aún después del esperanzador arranque liguero protagonizado una semana antes por el Alavés en el Calderón.

El resultado se repitió en casa, aunque esta vez sin goles. Los grandes ausentes en la fiesta babazorra, junto con la guinda que habría supuesto la victoria local, claro. No se echó en falta nada más, al menos para un encuentro de finales de agosto. El Alavés puso ganas, y a ratos juego, el Sporting no se quedó atrás, hubo ocasiones, toma y daca y el ritmo se mantuvo alto bastante más tiempo de lo que cabría esperar a estas alturas. Y por supuesto hubo ambiente en la grada, que no dejó de jalear desde que su entrada a un estadio al que el salto de categoría –y los tres meses de obras– le ha sentado de maravilla, hasta que el árbitro dio fin a sus primeros noventa minutos de vuelta en la élite.

Un público que, pese a no haber podido celebrar también la victoria, se marchó satisfecho y esperanzado. Satisfecho por la buena imagen de su equipo, tan diferente de la de la semana pasada, cuando prácticamente dedicó todos sus esfuerzos a proteger la portería de Dani Pacheco, aunque fuera capaz de marcar en el ultimísimo suspiro. Y esperanzado por la sensación de que, efectivamente, se ha construido un equipo capaz de adaptarse a circunstancias muy diferentes.

El mejor ejemplo de la variedad de alternativas que puede manejar Mauricio Pellegrino se vivió ayer. El técnico argentino introdujo cuatro novedades en su alineación –Theo, Laguardia, Llorente y Deyverson–, tres de ellos debutantes con la camiseta albiazul, y de ese póker salieron los futbolistas más destacados del choque por parte local. Lo fue Theo Hernández, 18 años y un descaro absoluto para subir por banda. De sus botas, de hecho, salió la que fue posiblemente la mejor ocasión del partido para su equipo. Y lo fue Marcos Llorente, apenas tres años más que el francés, y el más entonado ayer en un centro del campo que sufrió para frenar a los atacantes sportinguistas, sobre todo a un Víctor Rodríguez intratable. Incluso lo fue Deyverson, aunque el delantero brasileño también sacó a relucir a Mister Hyde, con una entrada al filo del descanso que debía haberle supuesto la roja. Pellegrino, de hecho, no quiso arriesgarse a que el Alavés se quedara en inferioridad númerica y le dejó en el banquillo a la vuelta de vestuarios.

Toma y daca

Empezó mandón el Alavés, con ocasión de Ibai en el primer minuto incluida, pero no pasaron muchos minutos antes de que el Sporting se viniera también arriba y empezar a inquietar. Los asturianos, además, parecían encontrar más facilidades para llevar el balón arriba con velocidad, sobre todo en las botas de Víctor Rodríguez, frente a un anfitrión que, intentando un fútbol más combinativo, no acababa de conectar sus líneas. Con el transcurso de los minutos, por suerte, también los albiazules le tomaron el pulso al encuentro, que se convirtió en un toma y daca. Si Víctor Rodríguez probaba con un disparo desde la frontal que se marchaba por muy poco, Ibai Gómez respondía aprovechando un error defensivo del Sporting para correr solo al área en una opción finalmente desbaratada por Isma López. Y si Lillo probaba con un chutazo, Theo e Ibai contraatacaban con una gran acción por banda que acababa con el cabezazo a bocajarro de Deyverson y los reflejos de Cuéllar para salvar a su equipo.

Entre uys, ays y una entrada en los últimos minutos de Deyverson a Amorebieta que le debió costar la segunda amarilla se consumió el primer tiempo. Fue diferente el segundo. El cansancio fue dejándose notar primero y el conformismo, sobre todo por parte de un Sporting que llega al primer parón liguero con cuatro puntos, después.

Aguantó bien el Alavés, aunque le tocó sufrir por momentos con los arrebatos de Víctor Rodríguez y, de manera más esporádica, Moi Gómez. Pero consiguió tener el partido bastante controlado e incluso buscó ese puntito extra desde el banquillo, en busca del gol que le diera su primera victoria de la temporada. Tuvo alguna ocasión para conseguirlo, sobre todo gracias a las carreras de Edgar, que acabó fundido, por banda derecha.

Pero el gol no quiso sumarse a la fiesta albiazul, en la que todos acabaron dando por bueno el empate.

«Más que los puntos, valoro el rendimiento del equipo»

Hubo quorum en sala de prensa, donde Mauricio Pellegrino y Abelardo se mostraron satisfechos con el trabajo de sus respectivos equipos y dieron por bueno el empate.

Aunque, más allá del resultado, el argentino destacaba «el espíritu que ha mostrado el equipo, cómo ha afrontado el partido, cómo ha empezado con muchísima fuerza y ganas. Después en la segunda parte no hemos tenido el mismo ritmo y a medida que pasaba el tiempo el Sporting ha ido sintiéndose más cómodo. Nosotros hemos tratado de meter más ritmo con los cambios y por momentos lo hemos logrado, pero más con juego directo que combinativo». «Me ha gustado el equipo –insistió– y sobre todo la energía y la actitud que han mostrado los chicos, han jugado sin temor ante un equipo trabajado y con oficio. Hemos llevado el peso del partido manteniendo el equilibrio, eso es algo que me ha gustado mucho».

En términos similares se expresaba respecto a los dos puntos con los que llega el Alavés al primer parón liguero. «Más que los puntos, valoro a nivel positivo el rendimiento del equipo. Los puntos son una consecuencia, aunque a veces tienes uno más o uno menos. Pero ahora no hay tanto una valoración de puntos, sino de rendimiento, que es lo que nos va a acercar a ganar partidos, a que el equipo vaya sintiéndose mejor en los campos. Pienso en todo lo que tenemos para crecer y trabajar, es un momento más de trabajar que de valorar».

Pellegrino también se refirió al «maravilloso» ambiente de Mendizorrotza. «Ha sido una vuelta a Primera increíble, el ambiente ha sido espectacular, me ha emocionado el apoyo de la gente. Entre todos podemos hacer un equipo muy fuerte aquí en casa, ojalá podamos brindarles todo lo mejor y que ellos se sientan identificados».

Abelardo, por su parte, vio un partido «con mucha intensidad, muy disputado y con alternativas y ocasiones para los dos equipos. Creo que el resultado ha sido justo». A.U.L.