Aimar ETXEBERRIA
Edimburgo

Escocia avanza hacia un segundo referéndum de independencia

Escocia ha dado un nuevo paso hacia un segundo referéndum de independencia: el proyecto de Ley de Referéndum verá la luz este curso parlamentario. Mientras, el Ejecutivo de Sturgeon mira de reojo los movimientos de Londres en un escenario posbrexit.

Escocia ha arrancado el curso político en un escenario totalmente abierto, en el que todo puede pasar y nada está escrito. La decisión del conjunto de la ciudadanía británica de abandonar la Unión Europea ha abierto un abanico de posibilidades, con una guerra dialéctica entre Edimburgo y Londres. En este contexto ha celebrado el Parlamento de Holyrood sus primeras sesiones del curso parlamentario.

Durante la sesión del pasado martes, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, dio a conocer su programa de gobierno, con el crecimiento económico como eje del mismo. En ese sentido, anunció una partida de 500 millones de libras destinada al sector privado, de los cuales más de 5 millones de libras irán a parar a manos del pequeño y mediano comercio.

Sturgeon presentó un total de quince propuestas entre las que se incluye la idea de celebrar un segundo referéndum de independencia si así lo quiere la ciudadanía. Confirmó que su Ejecutivo presentará a la Cámara escocesa un proyecto de Ley de Referéndum para que, dado el caso, Holyrood sea competente para convocar esta nueva consulta. Sin embargo, no ofreció más detalles de dicha propuesta de Ley, jugando con la ambigüedad, hasta que fuentes de su partido comenzaron a filtrar detalles de la misma a medios escoceses.

Según estas filtraciones, el proyecto de Ley de Referéndum será presentado a la Cámara escocesa este mismo curso parlamentario, para su posterior debate y votación. Con mayoría absoluta del SNP y los Verdes, no parece que el Ejecutivo tendrá problema alguno para aprobar dicha ley y empoderar al Parlamento de Holyrood para que sea competente y pueda convocar el referéndum de independencia si así se decide.

Inmediatamente después de la aprobación del Brexit, Sturgeon avanzó su intención de trabajar en la adecuación de la legislación para que Holyrood tenga potestad de convocar un segundo referéndum.

La segunda jornada de la sesión parlamentaria, que tuvo lugar el pasado miércoles, estuvo marcada por el debate en torno al escenario abierto tras el Brexit. La propia Sturgeon ligó su propuesta de gobierno al escenario abierto tras el Brexit, dejando claro que la celebración o no de un segundo referéndum de independencia dependerá de las negociaciones de Londres tanto con Edimburgo como con Bruselas.

Sturgeon reclamó para Escocia un papel clave en las negociaciones del Brexit. Advirtió de que «no jugarán un papel secundario» en este proceso y aseguró que utilizará su posición para intentar mantener al conjunto de Gran Bretaña en el mercado único europeo. Exigió a la primera ministra británica, Theresa May, que aclare la posición del Gobierno británico antes de que comiencen las negociaciones con Bruselas e incidió en que, mientras tanto, su Gobierno continuará analizando todas las opciones existentes sobre la mesa para buscar la mejor salida para Escocia, incluida la independencia del país.

A finales de julio, el Gobierno escocés expuso sus condiciones de cara a las negociaciones del Brexit, basadas en cinco bloques: garantías democráticas –que la voz de Escocia sea escuchada y sus deseos, respetados–; económicas –que Escocia siga formando parte del mercado único europeo–; sociales –protección de los derechos de los trabajadores–; solidarias –capacidad para trabajar junto a otras naciones ante problemas globales– y en materia de competencias.

Falta por ver la respuesta del Ejecutivo de May a estas peticiones, así como la posición que Londres de cara al inicio de las negociaciones con Bruselas. Ambas influirán en el futuro del proceso independentista.

 

el ministro para el brexit avanza que Éste sera un proceso largo

El Parlamento británico podría tener que ratificar parte de la legislación necesaria para que el país abandone la Unión Europea, según señaló ayer el ministro para el Brexit, David Davis, ante una comisión parlamentaria.

«Tiene que haber alguna legislación, no hay duda de ello», sostuvo Davis, cuyo cargo formal es secretario de Estado para la salida de la UE. «Hay varias fases, primero alguna legislación para abordar el Acta de Comunidades Europeas de 1972 (...) También podría haber al menos ratificación parlamentaria bajo el pertinente legislación de 2010, la llamada legislación CRAG, pero ese es el mínimo que puedo ver», afirmó.

Davis se refería al Acta de Reforma Constitucional y Gobernanza de 2010. La cuestión de la ratificación parlamentaria es sensible porque una mayoría de diputados votó a favor de permanecer dentro de la UE. Reiteró que Londres no activará el artículo 50, el paso formal para desencadenar la negociación, antes de que su Ministerio para el Brexit funcione a plena capacidad.GARA