Algún día tendrá que ser, aunque a priori parece una ardua empresa que Osasuna consiga su primer triunfo liguero en El Madrigal. Entre otras cosas, porque los anfitriones están invictos y vienen nada menos que de puntuar en el Santiago Bernabéu, donde incluso se adelantaron en el electrónico.

El escenario, en todo caso, no es especialmente adverso para los intereses rojillos. En sus últimas siete visitas, la escuadra navarra ha cosechado dos triunfos y tres empates. Cualquiera de estos resultados, sumado a una aseada imagen, serviría para darle continuidad a la línea ascendente del equipo.

Con el objetivo de sostener dicha progresión y, dadas las buenas sensaciones de juego que asomaron frente al Espanyol pese a la derrota, el técnico rojillo, Enrique Martín, podría repetir el 4-4-2 que puso en liza durante la segunda parte, aunque cambiarían algunos de los protagonistas, amén de posiciones. Así, entrarían en el once Miguel Flaño, recuperado de su golpe en el tobillo, además de Clerc, que jugaría como carrilero por la izquierda, Fran Mérida en las labores de creación y Oriol Riera en ataque junto a Sergio León.

El conjunto encarnado quiere «salir del cascarón», como denominó su entrenador al inicio de este nuevo periplo en Primera, y no habría mejor forma que consiguiendo una victoria de calado. Para ello, habrá que mejorar «en las segundas jugadas y en algunas basculaciones defensivas», reconoció Martín. El preparador de Campanas también se quejó amargamente de que «no nos vengan a torpedear con chorradas algunos que hasta ahora han estado escondidos», en referencia a algunas críticas oportunistas.