Maitane ALDANONDO-Miren SÁENZ
DONOSTIA

Concha de Oro y de Plata para Fan Bingbing y su Madame Bovary china

El cine asiático se ha convertido en el gran triunfador de la Sección Oficial de Zinemaldia al adjudicarse tres de los premios más importantes. La 64ª edición no ha logrado el consenso entre la crítica especializada, ni tampoco entre el público que ha llenado las salas. Sin llegar a entusiasmar, sus propuestas, en la mayoría de los casos, han rozado el nivel medio.

El jurado presidido por el director danés Bille August hizo público su “veredicto” ayer por la noche durante la gala de clausura de una 64ª edición, cuya Sección Oficial a concurso no pasará a la historia por la calidad de sus películas. Se esperaba algo más por la coincidencia de la capitalidad europea de la cultura, que no saldrá reforzada de un palmarés en el que gana el cine asiático, que se lleva tres de los premios más importantes incluida la Concha de Oro.

El premio gordo fue para la china “Wo bu shi Pan Jinlian” (“I am Not Madame Bovary”) del director Feng Xiaogang. El realizador, pese a su prolífica filmografía, afrontó el proyecto como si fuera el primero, dejando de lado muchas de sus costumbres. Al recoger el premio reconoció que no sabía si había hecho lo correcto aferrándose a su visión hasta que Zinemaldia le dio la respuesta con el reconocimiento. El considerado como el Steven Spielberg chino competía con una comedia salpicada de humor, muchas veces negro, en la que una mujer lucha contra la burocracia china para que anule su divorcio basado en una estafa. Un relato «absurdo» del que no salen muy bien parados los funcionarios de su país. Mejor suerte corrió su protagonista Fan Bingbing, que logró la Concha de Plata a la mejor actriz cumpliendo el deseo que pidió al soplar las velas de cumpleaños a su llegada a Donostia.

La Concha de Plata al mejor actor fue para Eduard Fernández, el Francisco Paesa de “El hombre de las mil caras”, que agradeció el premio leyendo una chuleta en euskara, mientras confesaba su imposibilidad de recibir el galardón sin ponerse nervioso «sería maravilloso».

El catalán construye su propio «Paco» del espía vinculado a los aparatos del Estado que actuó en la época más oscura del felipismo. La cinta ganó también el Feroz de la crítica acreditada.

Parco en palabras pero agradecido, el surcoreano Hong Sang-soo recibió en su primera visita a Zinemaldia el galardon al mejor director por “Dangsinjasingwa dangsinui geot” (“Yourself and Yours”), una película sobre las relaciones de pareja y la idealización del ser amado. Un reconocimiento que afirmó «recordaré con gratitud y humildad».

“Que Dios nos perdone” se llevó el reconocimiento al mejor guion, que firman conjuntamente Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen, también director. Se trata de un sólido thriller policíaco protagonizado por dos comisarios que buscan a un asesino y violador de ancianas.

La Sección Oficial ha estado repleta de óperas primas y el jurado reconoció con un premio especial exaequo a dos llegadas del frío: la sueca “Jätten” (“The Giant”) y la argentina “El invierno”. La historia sobre dos gauchos que luchan por un puesto de trabajo también se llevó el premio a la mejor fotografía para Ramiro Civita por su uso magistral de la luz natural y la inmensidad de la Patagonia.

Los otros galardones

“Pedaló” de Juan Palacios sucede a “Amama” en el Premio Irizar que distingue a la mejor película vasca. El eibartarra ha debutado en el largometraje con el viaje náutico que tres amigos realizan por aguas del Cantábrico y el viaje artístico paralelo. Palacios agradeció a los que han aportado dinero en el crowdfunding con el que se financió. «Es una película pequeña», dijo tras recibir el cheque de manos de Anjel Lertxundi.

Hubo más premios y alguno por partida triple como el de la Juventud que fue para la coproducción franco-israelí “Bar Bahar”, de la directora Maysolaun Hamoud, que cuenta la historia de tres mujeres palestinas decididas a ser dueñas de sus vidas. La víspera se había llevado el Sebastiane que otorga Gehitu, el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y en la gala de clausura se le concedió el de TVE que distingue el trabajo de las mujeres.

El Premio del Público –el más popular, teniendo en cuenta que se elige por votación de los asistentes y que acoge las propuestas de la sección Perlas, garantía de calidad– fue a parar a manos de “I, Daniel Blake”, la propuesta del siempre combativo Ken Loach que ganó con 9,06 puntos siendo la única de las 15 concursantes en este apartado que alcanzó el sobresaliente.

El veterano director inglés vuelve a la carga con los problemas sociales y las aberraciones administrativas de Gran Bretaña. Richard Gere entregó el cheque de 50.000 euros a los coproductores de la película, que aseguraron: «Sois un público excepcional que se ha puesto de acuerdo con el jurado de Cannes». El equipo envió un vídeo desde Liverpool, con un cartel en el que se podía leer «Eskerrik asko», y Loach y sus ayudantes prometieron brindar con un vino por Donostia. “Ma vie de Courgette”, segunda en esta misma clasificación con 8,68 puntos, se irá de la ciudad con el galardón a la película europea. El Zabaltegi-Tabakalera fue para “Eat That Question-Frank Zappa in His Own Words” de Thorsten Schüte”.

El Premio Horizontes Latinos fue para “Rara”, ópera prima de Pepa San Martín, que lo celebró con un «viva el cine latino» y el Nuevos Directores se lo llevó por “Park” Sofia Exarchou. Finalmente el premio En Construcción permitirá concluir “La educación del rey” de Santiago Estévez.