Maider IANTZI
DONOSTIA

Passion for Knowledge: lo imposible lleva un poco más de tiempo

«Lo difícil lo hacemos enseguida; lo imposible lleva un poco más de tiempo», le decía su abuelo al Premio Nobel de Química Dudley Herschbach cuando era pequeño, una frase con carácter heroico que despertó su pasión por la ciencia. Es el objetivo del festival Passion for Knowledge (P4K), organizado por el Donostia International Physics Center (DIPC).

«Formulando las preguntas adecuadas es como lograremos las respuestas. Cuando descubramos el diccionario que nos ofrece la naturaleza seremos capaces de descifrar muchos mensajes». Es una de las ideas que dejó el primer ponente de Passion for Knowledge (P4K), que se inauguró ayer por la tarde en una Victoria Eugenia abarrotada de gente interesada en aprender sobre la ciencia. Este centenario teatro será la sede principal del evento organizado por Donostia International Physics Center (DIPC) y que se alargará hasta el sábado.

Con el objetivo de promover la ciencia como una actividad cultural clave, se integra en el programa de la Capitalidad Cultural Europea, pero llegará más allá de Donostia, con actividades en Bilbo y en Burdeos.

Entre las diversas propuestas pensadas para implicar a toda la ciudadanía, destaca la serie de conferencias plenarias dirigidas al público en general, impartidas por distinguidas figuras, incluidos varios Premios Nobel, entre ellos Herschbach. Nacido en San José (California) en 1932, fue galardonado con el Premio Nobel de Química por sus contribuciones en relación a la dinámica de procesos químicos elementales. Es un ferviente defensor de la educación científica y de la cultura científica entre el público en general. Protagonizó un capítulo de “Los Simpsons”.

La curiosidad como base

Este experto explicó la importancia de la curiosidad para la investigación con el ejemplo de la joven sordociega Helen Keller que consiguió lo imposible gracias a la profesora Anne Sullivan, que le ayudó a que aprendiera por ella misma. Sullivan hacía que Helen tocara las cosas. Ella deletreaba lo que el objeto era en la mano de la profesora. Así desarrolló la capacidad de habla y llegó a impartir conferencias. Escribió también su autobiografía, que fue best seller.

«¿Qué tiene que ver esto con la ciencia? Todos nosotros nacemos sordos y ciegos ante la lengua de la naturaleza y tenemos que hacer un esfuerzo. Aprender ciencia es como aprender un idioma extranjero», indicó. Y reivindicó que, al igual que Helen, debemos encontrar las respuestas nosotras mismas. «Es lo que se debe conseguir con los alumnos. Y esto se debe aplicar también en las humanidades y las artes».

Le parece apasionante transmitir esa exploración que hace que logremos lo imposible con la ayuda de la paciencia.

Otra idea que destacó Herschbach es que debemos buscar vías diferentes y que no es necesario estar siempre en lo correcto. «Muchas veces la investigación empieza por el camino erróneo y gracias a ello se abren nuevas vías. La ciencia la realizamos en torno a cosas que no conocemos», recordó. Ante la forma en la que se enseña muchas veces a los alumnos, con dogmas congeladas, haciéndoles entender que existe una sola respuesta o un solo camino y provocando su frustración, aboga por animar a los chavales a transitar nuevas vías e inventar.