Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

La familia Sanjurjo acude al juzgado para tratar de evitar la exhumación

La familia del general José Sanjurjo, la única que se opone a las exhumaciones de la cripta del Monumento a los Caídos, ha acudido a los tribunales para tratar de frenar el proceso. Según sostiene, la decisión que ha tomado el Ayuntamiento es «contraria a la Ley de Memoria Histórica». El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, preveía que los restos fueran exhumados las próximas semanas, ya que se clausurará la cripta como cementerio el día 16 de noviembre.

Carlota Sanjurjo ya lo advirtió: «Si quieren exhumar a mi padre, me tendrán que llevar por delante». Ha empezado la batalla judicial. La hija de Sanjurjo y varios de los herederos han decidido ir a los tribunales para evitar la exhumación de los restos del golpista de la cripta del Monumento a los Caídos agarrándose a presuntos defectos técnicos en el procedimiento y asegurando que es «contrario» a la Ley de Memoria Histórica.

Sanjurjo está enterrado junto con los restos de Emilio Mola y siete navarros del bando franquista en los bajos del monumento. El edificio es municipal en su totalidad, aunque el uso está cedido a la Iglesia a perpetuidad, en virtud del acuerdo por el que el Arzobispado entregó la propiedad al consistorio. A principios de mes, Joseba Asiron anunció su intención de clausurar la cripta como cementerio. Es, por tanto, una cuestión de salubridad pública retirar los cuerpos. La intención es que los restos sean recogidos por las familias, al igual que ocurre en el cementerio de la ciudad cuando vence el plazo del nicho o del panteón.

La reacción de los Sanjurjo a este anuncio fue muy virulenta. Aseguraron que tener que recoger los restos de su padre es una «barbarie». Ahora, han ido a los tribunales a intentar frenarlo con distintos argumentos de corte burocrático. Afirman que se ha «excluido» del proceso al secretario municipal, que los asesores del Ayuntamiento se han equivocado y hasta llegan a negar que se trate de un cementerio, porque se trata «de un lugar privado».

«Conflicto internacional»

También subrayan que la exhumación vulneraría la ley de libertad religiosa y hasta apuntan a que puede constituir «un problema de derecho internacional», ya que consideran que se vulnera el acuerdo con El Vaticano, por ser un lugar de culto y, por tanto, «tener garantizada la inviolabilidad».

En el Ayuntamiento se han enterado por la prensa de que se han presentado estas alegaciones ante los tribunales. No obstante, sí que previamente la familia envió una representante al consistorio a recabar información. El hecho saltó a los medios porque la representante de los Sanjurjo resultó ser Paz Prieto, exconcejal de Cultura de UPN. En un primer momento, Prieto se coló hasta el despacho del alcalde a exigir la documentación. La exedil fue reprendida y se le conminó a utilizar los cauces ordinarios. Es allí donde mostró documentos que acreditaban que contaba con el permiso de Carlota Sanjurjo para ser su representante. A efectos de notificaciones, Prieto dejó la dirección de Enrique Garza Grau, casado con una de las nietas del golpista.

Pese a que se trata de una cuestión de Salud Pública –supeditada al Reglamento de Sanidad Morturoria– el Ayuntamiento sí que ha extremado los cuidados de la misma, ya que se trata de un acontecimiento de relevancia histórica. Así, se ha llegado a un acuerdo con la Sociedad de Ciencias Aranzadi para que el proceso cuente con las mismas garantías que una exhumación de víctimas de la guerra del 1936. Habrá, por tanto, un equipo de varios forenses y técnicos supervisando el proceso, que estará dirigido por Paco Etxeberria.

No se prevé que el proceso sea complicado. En realidad, no se trata de las tumbas originales de ninguno de ellos. El Monumento a los Caídos se levantó en 1942 y es de estilo puramente fascista. Para dotarle de contenido, se trasladaron a él los ocho cadáveres. La mayoría de descendientes no ha puesto pegas a que les sean devueltos estos restos, aunque UPN y PP sí que se han opuesto a la iniciativa.

Ernai reivindica una nafarroa libre del fascismo

Ernai llevó a cabo el jueves una espectacular acción aprovechando los andamios de la empresa que está picando la laureada de la fachada del Palacio de Navarra, sede del Gobierno. Haciéndose pasar por operarios, varios jóvenes subieron a mediodía a lo más alto del andamio, desde donde desplegaron una pancarta gigante que reclamaba una Nafarroa libre. En ella, se veían los retratos de los generales golpistas Mola y Sanjurjo, así como la del consejero del Interior, Jorge Fernández Díaz, que recientemente afirmó en Iruñea que «algunos quieren ganar la Guerra Civil cuarenta (sic.) años después».