El presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, reunió ayer a puerta cerrada en el Senado a los diputados y senadores del partido, pero no tardó en trascender que la mayoría de quienes habían tomado la palabra lo habían hecho para dar su visto bueno a una abstención que permita investir a Mariano Rajoy y evitar una terceras elecciones generales. O viceversa. Porque lo que se pretende plantear es que el Comité Federal decida el domingo que no quiere terceras elecciones y, para ello, se opte por la abstención. Como si el orden de los factores alterara el producto, que en realidad acaba siendo que gobernará de nuevo el PP.

De 17 intervenciones, 14 fueron favorables a la abstención. Margarita Robles, el guipuzcoano Odón Elorza y el diputado por Girona Marc Lamuà defendieron el «no». Quienes todavía mantienen en alto la bandera de la oposición a la investidura de Mariano Rajoy –como hace el PSE– confían en que el Comité Federal pueda pronunciarse en ese sentido. No parece probable, pero es cierto que la Gestora se está encontrando con mayores dificultades de las previstas para hacer girar el rumbo adoptado por unanimidad en las anteriores reuniones del Comité Federal de diciembre de 2015 y julio de 2016.

Pese a todo, la abstención se da por hecha para la mayoría de los observadores y ahora el entretenimiento mediático se sitúa en la fórmula que se adoptará para permitir el regreso de Rajoy a La Moncloa. Si será una abstención en bloque con disciplina de voto, si romperla traerá o no consecuencias, si solo pondrán la cara once parlamentarios o si, por otro camino, harán lo mismo pero faltando al pleno. Nada que, en el fondo, cambie el resultado final.

Adelanto o moción de censura

Pero que el PSOE salve ahora la convocatoria de unas terceras elecciones no supone ningún seguro para el partido. La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, ya puso ayer sobre la mesa qué ocurrirá cuando el PP pida que se le aprueben también los presupuestos o determinadas leyes. «De poco serviría –dijo– que se decidiera una abstención, que espero que no sea así, si transcurridos seis meses el PP ve que no tiene estabilidad y convoca nuevas elecciones. Vamos a estar más pronto o más tarde ante un escenario de elecciones y creo que lo mejor es mantener la coherencia».

También hay otra variable que el Comité Federal deberá tener en cuenta el domingo. Según avance la legislatura, Unidos Podemos tendrá en su mano la presentación de una moción de censura a Mariano Rajoy y al PP, lo que obligaría al PSOE a posicionarse al respecto quizá a la puerta de una previsible convocatoria electoral.

El Congreso reprueba al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz

Todos los grupos parlamentarios excepto el PP apoyaron ayer la reprobación del Congreso del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, por el contenido de las grabaciones de conversaciones contra partidos independentistas catalanes y de la oposición que mantuvo en su despacho con el que fuera director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso.

El texto presentado por el Partit Demòcrata Europeo Català (antes CDC) proponía reprobar a Jorge Fernández Díaz «por sus acciones y actitudes antidemocráticas y faltas de ética política, en contra de quienes piensan diferente del ministro», y exigía que el presidente le cese inmediatamente. Se trata de un gesto más de la mayoría del Congreso de los Diputados contra el ministro de Interior después de que en el último Pleno, a instancias del PSOE, se acordara abrir una comisión de investigación sobre su gestión.

Cuando ya sabía que la reprobación iba a salir adelante, Jorge Fernández Díaz declaró en los pasillos del Congreso que no le preocupa «en absoluto» esa decisión y que había quedado claro que «el mundo independentista está obsesionado» con él y le tiene como «la bestia negra». Cabe recordar que entre quienes han votado a favor de pedir su cese se encuentran Ciudadanos, socio de investidura de Mariano Rajoy, y el PSOE, en cuyas manos está que el PP pueda volver en un par de semanas a La Moncloa.GARA