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Ciudades cercadas, éxodos y corredores «humanitarios» en Mosul y Alepo

Mosul en Irak y Alepo en Siria sufren sendos cercos y ofensivas militares en las que miles de civiles están atrapados. Mientras en Mosul se teme que las vías de escape de los civiles sean utilizadas por los yihadistas, en Alepo, los «corredores» no fueron utilizados por nadie.

En el suelo polvoriento cerca de Tina, al norte de Mosul, se han asentado las primeras familias que han huido de la ofensiva de las fuerzas iraquíes para tomar la segunda ciudad iraquí, en manos del Estado Islámico (ISIS) desde 2104. Son los primeros grupos de los más de millón y medio de personas que, según la ONU, podrían abandonar sus hogares en los próximos días para escapar de los combates.

Algunos llegan a pie, otros llevan con ellos, en tractores y coches, vajilla, mantas y alfombras o incluso animales como ovejas o gallinas.

Los desplazamientos de población comenzaron el martes, al día siguiente del anuncio de la ofensiva sobre Mosul, con unas pocas familias y ha ido aumentando a medida que las fuerzas progubernamentales, apoyadas por una coalición internacional liderada por EEUU, avanzan hacia las zonas más pobladas alrededor de Mosul.

La ofensiva ataca el feudo yihadista desde el sur –con las fuerzas progubernamentales–, y desde el norte y el noreste –con las fuerzas kurdas peshmergas–. El avance va más rápido de lo previsto, según el primer ministro Haider al Abadi.

Al noroeste una vía libre de combates supone, de facto, un «corredor» hacia Siria. Según la ONG Save The Children, unos 500 civiles iraquíes han llegado en los diez últimos días al país vecino, donde los bulldozers están ampliando el campo de refugiados de Al-Hol, a unos kilómetros de la frontera. Hace dos años que ya cuenta con más de 6.000 personas acogidas y su capacidad se ampliará hasta los 30.000. Roder Younes, responsable del campo, señala que entre 2.000 y 3.000 personas esperan en la frontera. Más de 200 kilómetros de tierra árida separan Mosul de Al-Hol, distancia que los refugiados recorren sobre todo a pie, sorteando las minas colocadas por el ISIS y los disparos de los yihadistas.

Sentado en su maleta, Shams Mahdi, con el rostro fatigado y su chilaba cubierta de polvo, espera obtener una tienda para su familia. «La situación es catastrófica, estamos en la ruina. Pero es mejor que vivir bajo el control de Daesh (acrónimo del ISIS)», afirma.

«Hay procedimientos de seguridad. Tememos que elementos de Daesh se infiltren haciéndose pasar por civiles», explica Younes.

Tanto Rusia como Siria han advertido del riesgo de que estos corredores «humanitarios» sean aprovechados por los yihadistas de Mosul para huir hacia sus feudos en Siria. Moscú y Damasco ven una estrategia deliberada de Estados Unidos.

El presidente francés, François Hollande, por su parte, indicó ayer que «debemos ser ejemplares en el plan de persecución de los terroristas que ya están dejando Mosul para llegar a Raqa», su feudo en Siria. El ministro francés de Exteriores, Jean Marc Aurault, aseguró que se llevan a cabo operaciones de control antes de instalar a los desplazados mientras la ONG Acción contra el Hambre reclamó que estos controles sean «justos, coherentes y transparentes, y preserven la dignidad de los individuos».

Familias de yihadistas

De hecho el ISIS ha tomado en los últimos días 70 viviendas de civiles en el este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur para alojar a las familias de sus combatientes. El director del grupo Deir al Zur 24, Omar Abu Leila, seguró a Efe que unas 300 familias de milicianos del ISIS originarias de Mosul han llegado a la provincia en los últimos días y se han asentado en poblaciones como Al Mayadín, Al Bukamal y Al Bulail. El 90% de esas personas son extranjeras y han sido alojadas en casas en las que anteriormente residían desplazados internos llegados de otras áreas de Siria, explicó.

Tanto la Red Siria para los Derechos Humanos como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmaron que entre las decenas de familias originarias de Mosul que habían llegado a la localidad fronteriza siria de Al Bukamal había parientes de milicianos del ISIS y que también llegaron a Raqa familiares de yihadistas y decenas de mujeres esclavas, en su mayoría yazidíes.

Paralelamente, Alepo vive otro asedio a su parte oriental, tomada por los grupos insurgentes y también se han establecido corredores «humanitarios» abiertos en este caso tanto a combatientes como a civiles. Ayer entró ayer en vigor una tregua «humanitaria» decretada por Rusia, después de meses de bombardeos y combates con reiterados fracasos de los ceses el fuego pactados hasta ahora.

En este caso el Estado mayor ruso explicó que se han establecido ocho corredores, seis de ellos para la evacuación de civiles, enfermos y heridos, y otros dos para los rebeldes armados, todos ellos vigilados por drones y con autobuses y ambulancias preparados para la evacuación. Pero en uno de ellos, en el barrio de Bustan al-Qasrm, y a pesar de la tregua estallaron enfrentamientos y disparos de artillería que impidieron su uso. Ambas partes se acusaron mutuamente de haberlos provocado.

El Ejército sirio apeló a los habitantes de los barrios asediados a aprovechar la oportunidad y recordó que la tregua estará vigente entre las 8.00 y las 12.00 durante tres días. La aviación rusa y siria suspendieron hace dos días los bombardeos aéreos y el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer estar dispuesto a prolongar esta situación «tanto como sea posible».

Pero la ONU advirtió de que el cese de los bombardeos de las fuerzas sirias y rusas no se corresponde con su plan para aliviar la crisis humanitaria y precisó que no tiene nada que ver con los corredores establecidos por Moscú, subrayando que se trata de una iniciativa unilateral. El plan de la ONU consiste en un cese de los bombardeos para facilitar la salida de los yihadistas del Frente Fatah al Sham, (Antiguo Frente al Nosra), cuya presencia es el argumento de Moscú para bombardear el este de Alepo. La ONU estima que se trata de 900 combatientes del total de 6.000. El resultado sería que los civiles residentes no tuviesen que salir. El plan de la ONU permitiría quedarse a los combatientes del resto de grupos armados.

Corredores peligrosos

Habitantes de las zonas rebeldes expresaban su deseo de salir, pero mantenían su escepticismo. «Tengo que salir de aquí por el deterioro de las condiciones de vida con el asedio y la falta de alimentación y de trabajo, pero no voy a arriesgar mi vida y la de mi familia para ser el primero en tomar esos caminos», indicaba Mohamed Shayah. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que nadie había cruzado los corredores por el temor a los francotiradores.

Según la agencia rusa Ria Novosti, el Frente Fatah al Sham amenazó con matar a los habitantes que trataran de salir. Moscú acusó a este grupo de ejecutar a 14 funcionarios sirios en Alepo que alentaban a la población civil a aprovechar la pausa humanitaria.

En cambio, la agencia de noticias oficial siria, SANA, afirmó que un número indeterminado de rebeldes abandonó los barrios orientales a través del paso de Bustan al Qasr y que después regularizaron su situación legal.

Sin embargo, el director del Organismo Forense de Alepo Libre, Mohamed Kahil, negó a Efe que nadie saliera de esa zona.

Turquía ataca a los kurdos que combaten al ISIS

Los peshmergas de la región autónoma kurda de Irak que participan en la ofensiva de Mosul expulsaron a los yihadistas de las localidades de Barima y Al Nauran, al norte de la ciudad iraquí, y ahora su principal objetivo es la ciudad de Bashiqa. También los kurdos Kurdistán occidental (Rojava), en Siria, han logrado avances en los últimos días frente al ISIS, pero su progresión se ve frenada por los ataques de la aviación turca. Al menos 16 personas murieron, entre ellas cuatro civiles, y otras 40 resultaron heridas en uno de estos ataques contra posiciones de las Fuerzas Sirias Democráticas (FSD), alianza kurdo-árabe que combate en el norte de Siria. Las autoridades kurdas subrayaron que los aviones tuvieron como blanco las zonas por las que las FSD habían avanzado en los últimos días frente al ISIS. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó los ataques en las poblaciones de Hasayak, Um Qura y Um Hush. El bombardeo coincidió además con un ataque del ISIS contra las posiciones de las FSD en la presa de Shahab, que también fue objeto de un asalto por parte de grupos rebeldes sirias apoyadas por Turquía. El Ejército turco, por su parte, aseguró que había matado a entre 160 y 200 milicianos kurdos en un bombardeo con artillería sobre el cantón de Efrin, en el extremo noroccidental de Siria. GARA

La nueva tregua en Yemen se rompe en las primeras horas

Solo unas horas después del inicio de una tregua de 72 horas auspiciada por la ONU, los combates volvieron a estallar ayer entre los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, en la frontera entre Yemen y Arabia Saudí. Según un comunicado del Ejército de Hadi, los hutíes lanzaron misiles Katyusha contra sus posiciones en la localidad de Harad y en la región de Zaher. El Ejército gubernamental también anunció que sus miembros repelieron un ataque de los rebeldes en los montes de Al Saquia, en la provincia de Al Yuf. Por otra parte, también fue bombardeado el centro de Taiz desde las posiciones de los hutíes. Igualmente, cerca de Midi, en el Mar Rojo, tres combatientes progubernamentales murieron en un ataque rebelde a medianoche. El portavoz militar rebelde, General Sharaf Lokma, dijo que respetarán el cese el fuego «mientras el enemigo lo cumpla en el plano terrestre, naval y aéreo», pero pidió a sus hombres que mantengan «el dedo en el gatillo». Igualmente, las fuerzas gubernamentales se reservaron el «derecho de responder». GARA