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Artikutza: el ciclo del agua

Artikutza. Finca propiedad del Ayto. de Donostia sita en Goizueta. Para adentrarse en coche, se requiere de permiso: Udalinfo del Ayto. de Donostia o en 943481000. Este espacio, comunal de Goizueta en sus inicios, fue también de la Colegiata de Orreaga y tras pasar por varias manos más, desde 1919 pertenece al ayuntamiento de Donostia.

Desde hace unos pocos años, forma parte de la Red Natura 2000 europea de espacios protegidos, cuenta con medidas de conservación aprobadas sobre sus especies de gran interés, un embalse “en peligro de extinción”, ha conocido minas y ferrocarriles mineros, y hasta un proyecto de repoblación forestal finalmente no llevado a cabo a principios del siglo XX, con “tres” especies forestales: chopo de ribera, chopo de ladera y chopo de cimas.

Exkax. Puerta de Artikutza. Llueve y mucho. Superada la valla un pluviómetro registra esa ingente precipitación, la mayor de Euskal Herria. Continuamos por la carretera el descenso, dispuestos a seguir las gotas, pero ante tanta escorrentía carreteril, la abandonamos a 600 metros por la izquierda junto a un cartel. Se inicia aquí el sendero de Elizmendi (PRNa-124).

Los sentidos se abren, sin perder nunca la señal blanquiamarilla. El agua fluye por la corteza, empapando todo el tronco. El musgo en el tronco en EH, marca el N. En Artikutza el S, el E y el W también. La hojarasca del hayedo, aunque también es embalse, deja escapar el líquido elemento y así descubre Exkaxpeko erreka en su niñez, y éste, en su etapa juvenil Erroiarriko erreka, con puentes de madera para gnomos.

El sonido virulento del agua avisa. Erroiarri se hace juguetón y salta en Erroiarriko urjauzia. Trece metros de caída, que gozamos desde arriba, en pequeña vuelta e ida. Luego aparecerá al frente lejano, gracias al sendero que rodea el lugar. Nuestra traza se despide de la erreka, y se hace mayor cuando desconectamos de esta PR y nos fusionamos con la SLNa121, la vuelta al embalse. Allí giramos a izda (1h).

Esta vuelta por pista cómoda, es un recorrido apropiado para ir con críos, a través del cúal somos testigos de cómo otras errekas, menores y mayores con sus respectivos puentes, mueren en el embalse, no debiendo haber tomado antes desviación alguna. En las antípodas a la presa se señala la dirección a la cima de Pagolleta. Estamos en Urgurutze, entre Enobietako erreka y Amekorrungo erreka, fuentes principales de este embalse, creado en 1950 aunque con poca perspectiva de futuro, no solo porque enseguida se quedó pequeño ante el rápido crecimiento urbano de Donostia, sino porque podría tener los días contados, si finalmente se elimina su presa. La seguridad podría estar detrás de esta intervención.

Pero las opciones de las aguas y las montañeras no acaban aquí, puesto que dos indicaciones más señalan los cielos por evaporación o las cimas de Izu e Izue para montañeros, según señalética por caminos varios. Es junto a la segunda, donde podemos tomar dirección al poblado de Artikutza lo que nos sitúa junto a la presa y bajo ella tras descenso rápido a izda. llegar al barrio de Artikutza (2h 30´), cuyo eje vertebrador es Artikutzako erreka que acaba de recibir a Erroiarriko erreka.

Siguiendo aguas abajo, optamos más tarde por ascender ligeramente, lo que nos permite adentrarnos en nuevo valle y saliendo de la pista por la señal Urdallue, alcanzar la erreka y tras nuevo puente para gnomos ascender por un sendero, donde se percibe un ambiente cercano al clímax y donde los elementos naturales, piedra y madera, ejercen de guía. Son 200 metros de ascenso hasta alcanzar el collado de Otaran, (3h 10´) en el cual, espera una pista. Una vez en ella, tomamos el descenso que tras revueltas alcanzan otra erreka preludio de otra mayor, Elamako erreka, la mayor de todas ellas. Junto a ella, tomamos aguas abajo a derecha por la pista, que tras 2km, llega a Oronozko zubia (4h) y junto a él a la unión Artikutza erreka-Elamako erreka, lo que supone bautizar Añarbeko erreka que madurará en su presa, (ver anteriores Ibiliz). De allí a Donostialdea a morir al mar…

Diferentes opciones

Pero volvamos a este Ibiliz y demos la opción al lector de elegir entre la margen izquierda o la derecha (siempre que vaya aguas arriba). Al final y al cabo, las dos confluyen justo antes del poblado, junto a una nave (4h20´). Es ahí, junto a un nuevo puente de entrada, donde a mano izquierda, un sendero en fuerte ascenso arranca junto a frutales a izquierda tras una valla. Se inicia aquí el proceso de evaporación de algunas de aquellas gotas y el proceso de suduración de gotas de nuestra frente y la ascensión de este Ibiliz.

Enseguida una nueva señal, junto a la carretera Exkax-Artikutzako auzoa, nos indica la distancia y la dirección que resta para el final. Tras unos abetos cuasi monumentales, dos opciones: acceder a la carretera, o girar a derecha por la antigua vía de ferrocarril minero, que sin descender, se apoya en los restos de pequeños “viaductos” y estrechas zanjas realizadas para la ocasión, para un ferrocarril que apenas duró un par de décadas, en una nueva operación que no analizó a largo plazo la ordenación.

Al menos este trazado ha dejado un sendero de gran belleza, que ofrece balcones y ventanas hacia el bosque, donde se hace difícil imaginar, que aquellas “tres” especies de chopos pudieron poblar todo este espacio. Un panel informativo sobre el suelo y su geología y sobre las diferentes vegetaciones naturales, ladera S y N, nos informa. Este trazado, inteligente, asciende cómodamente, superando poco a poco y disimuladamente, las curvas de nivel en trazado que serpentea, y que se acerca y se aleja a la carretera, la cual se alcanza 700 metros antes de llegar a Exkax y así cerrar el ciclo. Escampa en Exkax, la puerta de Artikutza.

Nota: Artikutza tiene otra puerta desde Goizuetako herria, pero ese será otro Ibiliz.